Aunque prácticamente todas las niñas que habitan en el Distrito Federal pueden acceder a la primaria y secundaria, no reciben una educación de calidad que les permita lograr su empoderamiento y alcanzar la igualdad ante sus pares varones, reconoció Mara Robles Villaseñor, titular de la Secretaría de Educación del Gobierno del Distrito Federal (SEDU).

Así lo dijo durante la presentación del informe “La Educación de las niñas y las jóvenes y la igualdad de género” publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el que se enumeran políticas públicas necesarias para lograr la inclusión plena de las niñas y jóvenes en las escuelas.

Robles Villaseñor afirmó que las niñas de la Ciudad de México enfrentan diversos obstáculos para acceder a la educación y permanecer en la escuela pero indicó que el mayor problema es que no están accediendo a una educación de calidad.

La capital mexicana –dijo– ha logrado la cobertura universal en educación preescolar, primaria e incluso secundaria, pero advirtió “una cosa es cobertura y otra es calidad, de poco sirve ir a la escuela si no se aprende”.

La funcionaria explicó que las niñas y los niños tienen graves problemas para aprender a leer y escribir, es decir, para comprender lo que están leyendo y no sólo repetir las frases; y para escribir y comprender cómo contar una historia y realizar operaciones matemáticas básicas como sumas, restas, multiplicaciones.

A la falta de calidad en el aprendizaje se suma que el DF tiene el segundo lugar en obesidad infantil, padecimiento que tiene mayor prevalencia en las niñas. De acuerdo con Robles esto se debe a que en muchos hogares las proteínas (carnes y legumbres) se dan al varón y “las niñas están comiendo azucares, harinas blancas y grasa”.

El problema de obesidad se da en un contexto en donde las niñas no tienen oportunidades de activación física, enfatizó.

Para la también ex diputada federal, otro de los principales problemas que enfrentan las niñas en el acceso a la educación son los roles de género marcados en toda la sociedad y que las obligan a participar en las tareas de cuidado de sus hermanos pequeños.

“Mientras las niñas sigan empezando a cortísimas edades a lavar, a planchar, tender camas, lavar platos y a cuidar hermanitos” no lograran empoderarse, concluyó.

Dentro de ese contexto la funcionaria señaló que se pondrán en marcha diversos programas que promuevan la participación de las niñas en actividades artísticas y culturales, y afirmó que se espera que en breve “los frutos” de la Reforma Educativa de 2012 se hagan palpables en la calidad de educación del Distrito Federal.

En tanto, el informe presentado en el foro “Los retos de la educación en materia de igualdad de género” tiene como objetivo analizar los resultados de los diferentes tipos de intervenciones a favor del acceso de las niñas y las jóvenes a los entornos educativos, así como promover la igualdad de género y el empoderamiento de las niñas y las jóvenes a través de la educación.

El informe señala que “cuando las niñas reciben instrucción, mejoran los medios de vida, se valora más la enseñanza y se fortalecen las responsabilidades cívicas”.

En México 1.2 millones de niñas y niños entre los 5 y 14 años permanecen fuera de la escuela. La cifra corresponde principalmente a aquellas niñas y niños que viven en comunidades indígenas, en poblaciones migrantes y quienes tienen alguna discapacidad. Además uno de cada cuatro jóvenes no concluye la educación media superior.

Fuente: Cimacnoticias