
Negligencia, conspiración o negocio
Por Guillermo Robles Ramírez
La capital de Coahuila ha roto récord en incendios; en lo que va del año se han registrado un promedio entre 500 y 600 siniestros causados por el fuego, según fuentes de medios de comunicación, pero sin importar la cantidad exacta oficial de estos lamentables catástrofes, lo que sí es cierto es que se ha duplicado su cantidad respecto al año anterior.
Sin importar el lugar del incendio, es decir, en la zona boscosa de la Sierra de Arteaga, un terreno baldío, un inmueble, o fábrica, no dejan de ser un desastre que puede cobrar vidas inocentes, así como dañar el medio ambiente en el cual respiramos.
Solo por mencionar algunos que se han dado en la Región Sureste de Coahuila, en el mes enero en Privada Herrera, en la colonia Bellavista; misma en donde se le dio un reconcomiendo porque dos elementos de la Comisaría de Seguridad y Protección Ciudadana, salvaron a una familia.
La combustión de una recicladora, en el Camino a Los Ramones, al norte de Saltillo, se pudo controlar después de la intervención de 33 elementos de la Dirección de Bomberos de Saltillo, y tres de Protección Civil, en donde se requirieron además del equipo que ya contaban, el uso de dos pipas de 25 mil y 10 mil litros de agua para poder sofocar el fuego.
En el mismo mes otro pero en la cabecera municipal de Ramos Arizpe, que sigue perteneciendo a la Región Sureste, se recibió un llamado a la Dirección de Protección Civil y Bomberos como eso de las casi 4:00 de la madrugada de una casa habitación en la colonia Urbivilla. En ese mismo municipio también en la madrugada otro inmueble pero se encontraba desocupada ubicado sobre la calle Carlos Sucedo.
Continuo el mes de febrero pero en la ciudad de Saltillo, otro catástrofe que daño a 12 viviendas al sur de la ciudad, y dejando a decenas de familias sin hogar en la colonia Hacienda Las Isabeles. En el mismo mes incendio controlado en la gasera de LEA y Otilo González, y uno más en febrero sobre el kilómetro 13 de la carretera Saltillo a Torreón, la “tarimera”.
En marzo de este mismo año 2025, otra respuesta rápida de la brigada de cuerpos de emergencia en el forestal “Nueva Imagen”, en el municipio de Saltillo. A mediados de marzo afectación de 73 hectáreas en la localidad de El Tunal; con la participación de 181 brigadistas, 18 descargas de agua de helicóptero.
Al mes siguiente también ha mediados pero ahora en abril la Secretaría de Gobierno en coordinación con otros tres órdenes de gobierno controlaron el incendio forestal en Maderas del Carmen.
El más reciente posterior al Día de las Madres, en el parque industrial Fynsa, rumbo a la carretera antigua a Monclova, en la cabecera municipal de Ramos Arizpe; el incendio en la planta Daimay 5; misma que está siendo investigada por la Fiscalía de Coahuila; por el supuesto rumor de que fue provocada de manera intencional por trabajadores debido a un problema laboral.
Los siniestros causados por fuego, mencionados anteriormente son los más sonados en los medios de comunicación sin hacer referencia al resto que se han dado ya sea en la zona boscosa de las Sierra de Arteaga, así como los provocados en zonas urbanas como terrenos baldíos que fueron sofocados a tiempo y que debido a su poca magnitud no fueron mencionados en ésta lista.
Según fuentes oficiales, en donde se pudieron encontrar a los posibles responsables de algunos de estos 500 o 600 encendidos de lo que va del año, se han desprendido poco de ellos que sufren de algún desorden mental como pudiera ser antecedentes de pirómano o incendiario. Aquellos que han sido detenidos esperarán a que se les finque responsabilidades, algo que tengo que hacer mención de reconocimiento por parte de las autoridades locales y estatales porque anteriormente nunca se encontraban los culpables.
Sin embargo, algo que he aprendido en mi carrera profesional es hacer la pregunta correcta. Y en este caso la única que me queda es: ¿quién se beneficia de estos incendios?
Una interrogante que se queda en el olvido porque toda la atención queda enfocada solamente en la numérica de daños materiales, así como de la integridad de personas.
Sin embargo, en los casos en donde se ve involucrada alguna nave industrial, o comercio. Hay que estar muy al pendiente ya que en teoría fueron supervisados por autoridades de Protección Civil estatal, así como la local antes de otorgar un permiso de uso de suelo. En mi profesión he visto un poco de todo y así como he realizado trabajos de investigación periodísticas, siendo muy común que cuando existe un interés de por medio o un beneficio, hay que cuestionar lo más básico.
Si se trata de un negocio, fábrica, nave industrial, así como tiendas departamentales, hay que asegurarse que antes de su funcionamiento, así como los permisos de operación otorgadas tanto por las autoridades locales, estatales y federales, según el caso o giro de la empresa; tuviera la cantidad suficiente de extinguidores así como el químico apropiado para apagar el fuego dependiendo el rubro del establecimiento, es decir, extintores de agua, agua pulverizada, espuma, polvo, o CO2.
Existe una normativa nacional e internacional en la que indica que tipo de negocios o naves industriales deberán contar con instalaciones fijas de redes hidrantes, así como sistema de rociadores o también conocido como sprinklers, siendo éstos últimos los más usados pero que casualmente por alguna razón misteriosa nunca funcionan o se activan cuando existe el fuego, o simplemente la negligencia de que no había agua estando vacíos los depósitos en donde se almacena.
También detalles como aquellos incendios en donde casualmente no había gente adentro o un vigilante que escapa misteriosamente salvándose la vida.
Son muchos los establecimientos que se han beneficiado con pólizas de seguro contra incendios, y que lamentablemente los bomberos se les resta importancia o bien, hay casos en donde determinan que el fuego fue provocado, simplemente son desestimados. Y lo mismo sucede con aquellos terrenos baldíos o áreas boscosas de las sierras de Coahuila, en donde no se sabe si es para ahorrarse el gasto para limpiar el terreno o la construcción de un inmobiliario tipo campestre en el caso de las sierras.
Pero cualquiera de todas estas hipótesis o supuestos, aquí lo que es cuestionable, ¿en dónde está Protección Civil?, es decir, solamente aparece dos veces en la vida de cada establecimiento, antes de los permisos y posterior a los incendios. ¿En dónde están esas campañas de permanencia para la supervisión de que todo negocio, empresa o fábrica, estén cumpliendo con el mínimo de los requisitos para evitar los siniestros mencionados?.
Estoy completamente seguro o la lógica me dice que una campaña preventiva y visita a los establecimientos más pequeños, restaurantes, tiendas departamentales, naves industriales, entre otros, evitarían o mucho ayudaría el gasto del erario público para apagar los incendios provocados o no provocados. Así mismo como citatorios, y multas administrativas a los dueños de terrenos que dejan crecer la maleza. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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