Necesitan eso y más

Por Guillermo Robles Ramírez

Una profesión que de antaño fue de prestigio y respetabilidad, lo fue ser notario público; lo que en la actualidad no sucede así, pues se ha perdido en muchos de los casos la confiabilidad, respeto y honorabilidad para convertirse para algunos, no solo un modus vivendi, sino también en alterar documentos, falsear testamentos, certificar declaraciones sin la presencia de los involucrados y en otras muchas cosas en las que se viene abajo la imagen de aquellos grandes señorones abogados que a su paso no pocos se inclinaban para saludarlos con respeto y orgullo.

Además de lo anterior, gran parte de los notarios públicos se han comercializado que se ha visto en redes sociales o en Sitios Web en formato de banner o lo que está muy de moda en esas latosas publicidades Display que invaden toda la página antes de poder leer su contenido, en donde no falta alguna notaria promocionando ofertas y rebajas en fechas especiales, festejos o claves dentro del comercio.

Y no precisamente me estoy refiriendo a alguna en particular de Coahuila, sino de diferentes partes de la República mexicana.

Es lamentable la situación, pero es una verdad que no puede ocultarse, aunque también hay que dejar bien claro y establecido que los hay; aunque pocos, aquellos que siguen conservando esa honestidad, honorabilidad y respetabilidad de que se disfrutó por años.

Las notarías públicas, para muchos del mismo ramo, han dejado de ser un orgullo, además de que en la actualidad se otorgan a diestra y siniestra, así como se van turnando de hijos, nietos, etc., como herencias de coto familiar, cuando que debieran cumplirse con muchísimos requisitos o normativas para ver quién y quiénes son merecedores de contar con un Fiat o sea la autorización principal para actuar como notario público.

Aunque existe una dependencia gubernamental en donde se presentan las quejas sobre pérdida de confianza, fraudes, expedición de documentos apócrifos, etc., en documentos relacionados con trámites relacionados con herencias, actas constitutivas de empresas, patronatos, sociedades, es poco el caso que se da a los hechos, pero sobre todo, se oculta demasiado dar los nombres de aquellos “notarios Públicos” que defraudaron la confianza de sus clientes.

Y no es que se busque el amarillismo publicándose los nombres de aquellos licenciados que ejercen como notarios públicos y que son señalados y acusados formalmente de involucrarse en situaciones dolosas y delictivas, sino que existe el criterio de muchos ciudadanos que deben exhibirse esos nombres para que la gente los castigue con no acudir a sus oficinas.

En el año 2008 hubo una serie de regulaciones en diferentes entidades del país, en donde las notarías públicas tendrían que utilizar papel seguridad para evitar la falsificación de un documento; con la finalidad de brindar mayor certeza jurídica a los actos realizados por notarios, particularmente en escrituras y testimonios.

Pasaron los años demostrando que, aun así, hubo notarias haciendo las mismas prácticas de deshonestidad, siendo una minoría quienes sí lograron corregirse.

Y la verdad es que hay muchos notarios públicos, que necesitan más que eso es decir, decencia y honestidad, porque con o sin papel de seguridad, los fraudes y malas acciones continuaron cometiéndose, pues en la mayoría de los casos, por no decir que en todos, el problema radica en las acciones directas y conducta de los notarios y en donde no hay que echarle la culpa a ningún tipo de papel, sino al papel verdadero que estos profesionistas deben de desempeñar siempre apegados a la verdad.

Un papel de seguridad no hace más honesto y honorable a nadie, por lo que es necesario que en vez de implementar medidas que solo representan un gasto y costo para los clientes, cuando que ellos piden seriedad, confiabilidad y, repetimos e insistimos, honestidad para dar fe certificada como notarios que son, de la veracidad de los datos que incluyen los documentos que ellos mismos elaboran, pero que muchas de las veces son manipulados al mejor postor, según sea el caso. Por esa razón persistimos en que más vale valores que pápeles de seguridad. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023).www.intersip.org

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