«Movilidades vivas», la fuente de datos contra el tráfico

Si algunas decenas de miles de los millones de personas que hacemos viajes, contribuimos a generar información, se pueden facilitar las decisiones de todos, augura José Castillo

El tráfico no sólo es un tema de tintes públicos, urbanísticos y de movilidad, puede afectar a la población en situaciones de su vida diaria. Es capaz de arruinarnos la tarde, de ponernos de malas y hacernos perder algún evento importante, incluso para algunos ha significado un riesgo de estar a punto de perder su trabajo. Sin embargo, la responsabilidad y consecuencias son compartidas: las construcciones, el consumo acelerado del automóvil, la mala planeación por parte de las políticas públicas son visibles; mientras que las decisiones que tomamos o que no tomamos cada día, -respetar señalamientos de tránsito, seguir la cultura del ‘ride’ o compartir el carro- también cuentan.

Movilidades Vivas (Living Mobilities) es un proyecto que busca formar e informar a usuarios más eficaces a la hora de tomar decisiones. Esta propuesta, que tiene como finalidad agilizar la movilidad en el corredor Reforma-Santa Fe, representará a la Ciudad de México en el concurso del Audi Urban Future Awards, en el que compiten equipos de Boston, Seúl y Berlín. El arquitecto José Castillo, líder del equipo mexicano nos explicó más sobre la iniciativa y de lo que trata la idea.

En su interés de convertirse en una empresa en servicios de movilidad para entender al auto más allá del auto, Audi, el fabricante de automóviles, instituyó desde hace seis años el concurso, dedicado a reunir ideas para mejorar el futuro de la movilidad y las ciudades a nivel mundial. El objetivo es re-pensar cada una de las formas de movilidad.

El equipo

“Al equipo de México nos invitaron por distintas razones: algunos habían escuchado de nosotros y otros nos conocían personalmente”, cuenta José Castillo, quien encabeza el equipo que incluye al Laboratorio para la Ciudad y al Dr. Carlos Gershenson, matemático de la UNAM. Además cuentan con colaboraciones de organizaciones y empresas como Microsoft y Movistar. “Lo interesante del equipo es que combina una visión de política pública e innovación, de espacio urbano, transporte y sociedad, así como el tema de plataformas tecnológicas y su vínculo con la movilidad”.

José Castillo quien en los últimos años se ha dedicado a proyectos de movilidad, como en el desarrollo del segundo corredor del Mexibús Pantitlán-Chimalhuacán, ve la necesidad de integrar desarrollo urbano, movilidad y otras formas de concepción del espacio público. “Es interesante cómo estos distintos paradigmas de movilidad requieren de adecuaciones urbanísticas, más allá de un diseño de la ruta de autobuses. Es decir, una vez que te bajas ¿cómo cruzas la calle?, ¿cómo aseguras que el peatón tiene las facilidades?, ¿cómo se integra una ciclo vía con un corredor de transporte?, ¿a quién le bloquearon un garaje?, etcétera. Entender los impactos que la movilidad tiene en la vida de los ciudadanos es fundamental”.

El proyecto

Aún los proyectos de movilidad más certeros tienen cuestiones sociales que hay que tomar en cuenta, reconoce Castillo. “El proyecto de ‘Movilidades Vivas’ tiene que ver con la idea de que las ciudades son sistemas complejos que tienen enormes dinamismos, que para entenderlos, cualquier política pública o decisión personal que tomemos tiene que estar considerada como un ente viviente, y por eso le llamamos movilidad viva”.

En la actualidad las decisiones de movilidad se encuentran a cargo principalmente de instituciones públicas como Setravi (Secretaría de Transporte y Vialidad), la SCT (Secretaría de Comunicaciones y Transporte), el gobierno federal, el capitalino y del Estado de México; “ésta la hacemos basada en información y datos, en el caso de la Ciudad de México se basa en las encuestas de ‘Origen-Destino’ como uno de los múltiples instrumentos para tomar lo datos”.

La última encuesta realizada y presentada por el INEGI, en aspectos de Origen-Destino fue en el 2007, en esta se entrevistó a 52 mil personas, mismas que indicaron que diario se realizan 24 millones de viajes, y que de 4,8 millones de viviendas, menos de la mitad (2,2 millones) disponen de vehículo motorizado, el resto (2,6 millones), no lo posee.

Castillo considera importante el uso de la información y la toma de decisiones para dar paso a la dupla de acción: causa y efecto. “Si no le damos más relevancia a los datos vamos a seguir igual.

“Si la gente sabe qué tipo de transporte le conviene para llegar a cierto punto, cuál es la más segura, la más cómoda o la más rápida, podrá decidir fácilmente entre caminar, tomar un taxi, bajarse en cierto lugar y seguir en bici, etcétera. Ahí entra la importancia de los datos. Los datos pueden ser la revolución más importante en la forma en que nos movemos. Y es parte de lo que tratamos de hacer con ‘Living Mobilities’”. La generación de tecnologías en información y en los mismos automóviles es un factor principal para mejores políticas públicas y de movilidad».

La personas como fuente de datos

“Esa es la otra gran revolución que planteamos. De la misma manera que uno puede ir a la Cruz Roja y donar sangre, pensamos que los datos, con los parámetros de privacidad y seguridad que uno requiere, pueden ser la contribución”.

Si algunas decenas de miles de los millones de personas que hacemos viajes, contribuimos a generar información, se pueden facilitar las decisiones de todos, augura José.

El ejemplo de las redes sociales es para el equipo mexicano una base importante para imaginar cómo podría ser el funcionamiento de la aplicación ‘Living Mobilities’ en cuestiones de seguridad. “Cuando alguien entra a alguna red social o a internet para pedir un empleo, se asegura que sus datos no se utilicen de manera nociva, realiza un filtro”.

De la información a la acción

“Decía Newton que si pudo ver más lejos fue porque se paró en los hombros de otros gigantes”, tal es la cita que menciona el arquitecto al referirse a otras aplicaciones que ya existen con este tipo de servicios enfocados al tráfico. Sin embargo, el equipo mexicano busca mostrar un resultado de la creatividad mexicana que además impulse a la acción y a la toma de decisiones. “Hoy en día hay muchas tecnologías de información, desde ‘Twitter’ hasta ‘Foursquare’ o ‘Google traffic’, hasta el mismo ‘Facebook’, que permiten tomar decisiones. Hasta donde sabemos, las autoridades las usan poco para influenciar políticas públicas. Lo que nosotros queremos hacer es que cada donador de datos se vuelva actor activo en la construcción de una mejor ciudadanía y cada dato que genere pueda contribuir a que quienes toman decisiones allá arriba, o quienes tomamos decisiones acá abajo, tengamos mejores experiencias en movilidad.”

Corredor Reforma-Santa Fe. El por qué

“La idea de la aplicación es que se vuelva un prototipo de lo que se puede hacer en un sistema más amplio. Nosotros estamos pensando en el corredor Reforma-Santa Fe, porque lo consideramos como una línea del tiempo histórica de la ciudad de México, y que a principios del siglo XX era el corazón de la ciudad”.

Muchos detestan Santa Fe, se trata de un lugar auto céntrico que en ocasiones no cuenta con espacios adecuados para banquetas, pero el equipo confía en que puede tratarse de un parte aguas para comenzar. “Lo que funcione en este corredor podría aplicarse en Insurgentes, Zaragoza, Periférico, etc. No estamos inventando el hilo negro, estamos buscando tecnologías que ya se están aplicando y entender cómo modifican decisiones individuales y políticas públicas, pero también cómo modifican el espacio”.

El papel del auto, ¿de antagonista a protagonista?

El papel del Laboratorio para la Ciudad es aportar ideas sobre cómo abrir otra base de datos, así como facilitar la información y datos de sistemas como el Metro, Metrobús y otras instancias de movilidad pública. “Lo que tenemos que hacer es balancear las ‘libertades individuales’ y los impactos en la vida social, mejorar la relación auto-ciudad, ciudad-auto. Puedes tener un carro pero también puedes tener otras posibilidades para moverte.

“Si bien el proyecto está enfocado a la movilidad individual, retomamos esto porque todo mundo sabemos que la base de una buena movilidad urbana es el transporte público, no hay nadie que lo niegue. Pero nuestra pregunta es distinta, sabiendo lo que sabemos de esas formas de movilidad, ¿qué rol re imaginamos para el transporte privado, que es usado por el 25% de la gente y que está generando el 80% de la congestión?, es una paradoja”.

Por ello, es interesante ver que el organizador de dicho concurso es un fabricante de autos, lo que nos lleva a cuestionar cómo los autos que son parte de la causa se pueden convertir en parte de la solución. Al respecto, el arquitecto Castillo indica que “buena parte de los problemas urbanos están asociados a decisiones que se tomaron por privilegiar un paradigma de movilidad basado en el automóvil, esto es paradójico porque históricamente la mayoría de los viajes que se realizan en esta ciudad se han hecho en el transporte público, y a pesar de eso, buena parte de las decisiones de movilidad ha sido para privilegiar no al transporte público, sino al privado”.

José recuerda la década de los noventa cuando podía llegar a Tepito en aventón. Sin embargo, el automóvil se ha convertido en “el objeto más autónomo, egoísta e independiente, que brinda la sensación de ‘poder’ sobre el ciclista”. Se trata de un promedio es de 1.2 personas por automóvil, es decir, 5 automóviles llevan 6 personas, “si cambiamos eso y en vez de 6 son 9 personas, significa que pudiéramos reducir tres viajes, que multiplicados por los muchos millones de viajes, pueden cambiar el panorama. La parte que nos interesa es que con información podemos tomar mejores decisiones”.

Un raid, un aventón

La inseguridad que caracteriza al ambiente de la ciudad podría influir en este esquema de los aventones, pero el arquitecto retoma el caso de las redes sociales en las que “tenemos un criterio para decidir a quién acepto y a quien no, esos mismos filtros que estás usando para una red social los podemos usar en el caso de la movilidad”. La aplicación además buscará contar con la capacidad de certificar a los usuarios como seguros.

Los competidores

La propuesta de los mexicanos junto a los equipos de Berlín, Seúl y Boston, cada uno en busca de implementar su proyecto en su ciudad, se presentarán en el mes de noviembre para ser valoradas por un jurado. “Boston tiene todas las bases de datos para generar la movilidad y son públicas; nuestra solución es: la creatividad mexicana ante la ausencia de los datos que no están llegando de arriba. Queremos generar una plataforma para que la gente elija si va de ‘raid’ o en trasporte público”.

Todas las ciudades tienen dinámicas y problemáticas diferentes, “llegamos a pensar que sus problemas son estilo ‘boutique’. Quizá no ganemos pero podemos llegar a generar una discusión inteligente”.

La aplicación tecnológica en la que el equipo suma seis meses de trabajo hasta el momento, podrá ser descargable para Android y posteriormente para iOS.

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