Por Guillermo Robles Ramírez

En lo personal nunca he estado en contra de los festejos al igual que los reconocimientos, aunque siempre se disfruta más el primero mencionado. Y a decir verdad, me da mucho gusto que en este año se retome un reconocimiento a esos guías del conocimiento. En años anteriores y para ser más preciso desde pandemia del Covid-19, y su confinamiento, muchos funcionarios públicos se les olvidó o representaba un gasto menos para las finanzas el mantener esta posición de no hacer nada públicamente como en años anteriores aun cuando todos regresamos a la nueva normalidad.

Y me refiero en esta ocasión a los festejos que tradicionalmente se hacían con motivo al Día del Maestro. Al menos en la entidad de Coahuila, y por parte del Gobernador, Manolo Jiménez Salinas; sí se acordó de las profesoras y profesores coahuilenses, entregando reconocimientos y haciendo compromisos para mejorar la educación en Coahuila.

Pero no está demás el recordar, el por qué y el origen del Día del Maestro, en nuestro país así como su celebración anual. Por otro lado, todos aquellos que se encuentran sindicalizados estuvieron de manteles largos este fin de semana en su festejo, ya que algunos maestros celebraron alguna comida, cena y así como tampoco pudo faltar su tradicional baile con su grupo en vivo, y para cerrar con broche de oro las mañanitas con su mariachi.

Muy poco se sabe su origen, pero existe una imprecisión si su comienzo proviene de San Luis Potosí, en 1917 donde un grupo de jóvenes casualmente festejaban el onomástico de un maestro muy querido por ellos llamado Isidro, siendo coincidencia con la fecha santoral de San Isidro Labrador, pero también se maneja como Día de los Sembradores y no falto ahí una buena alma caritativa pensante y creativa justificándolo como “el maestro, también es sembrador de ideas en el gran surco de la vida”, pero bueno no fue hasta el año 1918 que se instituyó oficialmente para la celebración y homenaje a todos los maestros.

Es difícil la profesión de maestro y aún más cuando una gran parte están tronados por falta de conocimientos prefiriendo renunciar a dar clase solicitando una vacante para labores sindicales, directivas y partidistas, mientras otros se encuentran en la nómina de la SEP, como maestros aviadores dejando un gran vació y oportunismo para los profesores piratas que a falta de catedráticos es muy fácil de colarse en una u otra escuela.

Se han ido olvidando aquellas costumbres bonitas en el cual los alumnos le regalaba una manzana al maestro. Ahora la fruta del conocimiento ha sido intercambiada por bromas como el poner en su asiento alguna tachuela, o bien faltándole al respeto con apodos. La imagen del maestro va en decadencia dejando a un lado lo que antes el maestro era considerado como el mentor que todo lo sabía e inspiración para muchos alumnos para convertirse en algún día ser también maestros.

Cada vez son pocos los maestros dignos de celebrar, conservando intacto su esencia como docente, y el amor por querer enseñar aquellas almas inquietas que lo único que buscan es tener un poquito de interés por aprender algo nuevo de una manera un poco más creativa y divertida.

Siendo muy frecuente escuchar a los maestros entre ellos que ahora los niños no son los mismos de antes, pues en otras épocas se decía lo mismo, pero solamente hay una cruda realidad; la mayoría de ellos se ocultan detrás de un pizarrón perdiendo el espíritu de transmitir valores y conocimiento, nada más por la necesidad de percibir un sueldo, no siendo lo mismo el trabajo por gusto a la profesión, que al trabajar para subsistir.

Hay necesidad de hacer conciencia revalorando la manera de festejar el Día del Maestro, en donde también la participación de las autoridades intervengan haciendo homenaje en memoria de aquellos profesores destacados en cada localidad, no dejándolos en el olvido en los panteones donde ya nadie más que sus familiares se acuerdan de ellos, o hasta en ocasiones ya ni eso porque cada vez quedan menos miembros familiares o se cambian de residencia en busca de una mejor oportunidad laboral, motivo por el cual algunos de ellos suelen verse deteriorados en los panteones.

Sin embargo, para eso está la misma sociedad que requiere despertar para que en conjunto con las autoridades se hagan las gestiones necesarias para recordarlos, ya que son inspiración para otros y docentes futuros. Y algo muy importante es que se haga conciencia para aquellos maestros que laboran en los lugares más vulnerables tanto en zonas urbanas y aún más necesario en las zonas rurales. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org