México: Golpes al hampa

México (PL) En menos de una semana las autoridades mexicanas detuvieron a dos connotados jefes de grupos criminales, con lo que la administración del presidente Enrique Peña Nieto, asediada por el caso Iguala, se anota dos tantos en la batalla contra el hampa y la impunidad.
La captura de Servando Gómez, alias La Tuta, en Morelia (Michoacán) y de Omar Treviño, «Z-42», en Nuevo León, con pocos días de diferencia, contribuye a la desarticulación de los carteles los Caballeros Templarios y los Zetas.
Llama la atención que ambos capos fueron apresados sin que mediara un disparo.
Treviño comandaba los Zetas, que surgieron como brazo armado del cartel del Golfo, pero en 2010 se separaron.
Los Zetas se ha ido desarticulando con el paso de los años, sobre todo a partir de que su líder, Heriberto Lazcano, fuera abatido en octubre de 2012, y de que al año siguiente Miguel Ángel Treviño, Z-40, cayera en manos de las autoridades.
Este grupo criminal era el segundo más grande de México después del cartel del Pacífico. Con la detención de Treviño, esta organización cuenta con tres lugartenientes que podrían aspirar a dirigirla.
De acuerdo con el Sistema de Recompensas de la Procuraduría General de la República (PGR), Sergio Ricardo Basurto Peña, alias «El Grande»; Maxiley Barahona , «El Contador», y Román Ricardo Palomo, «El Coyote», eran lugartenientes leales de Miguel Ángel Treviño, y ahora uno de ellos puede ser el nuevo líder de la agrupación
Informes de la PGR señalan que «El Coyote» es considerado como uno de los más peligrosos y violentos de la organización; está involucrado en el asesinato de 72 migrantes centroamericanos en agosto del 2010 y de 145 personas que fueron secuestradas cuando viajaban en autobuses de pasajeros .
CAYû LA TUTA Con la captura en Morelia, Michoacán, de Servando Gómez, alias La Tuta, las autoridades mexicanas dieron un golpe mortal al cartel de los Caballeros Templarios, con una larga hoja de delitos y crímenes.
La Tuta gustaba de mostrarse en videos, rodeado de hombres armados, lo cual acentuaba la sensación de impunidad con que ejecutaba sus actividades criminales, que iban desde el narcotráfico, la extorsión, secuestros y asesinatos, incluso de policías federales.
Para el gobierno era tan importante su captura que el ministro de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, reconoció que llamó de madrugada a la casa presidencial de Los Pinos y despertó al jefe de Estado para darle la noticia.
Tras la caída del capo mayor parece escrito el epílogo de los Caballeros Templarios, aunque en los últimos meses la Tuta andaba escondido en cuevas y ranchos en las serranías michoacanas, solo confiando en un reducido grupo de personas.
El comisionado general de la Policía Federal, Carlos Galindo, dijo que con la detención de Gómez se cierra un ciclo de cinco años de investigación. Afirmó que en los últimos meses más de mil 500 elementos de los Caballeros Templarios fueron apresados, lo cual debilitó a La Tuta.
«Prácticamente todo el primer, segundo, tercer y cuarto nivel de la estructura de Servando Gómez lo tenemos detenido», enfatizó.
Sin embargo, algunos analistas expresan preocupación por la fragmentación de ese grupo criminal, que pudiera ocasionar mayores hechos de violencia en Michoacán.
Para el académico Sergio Aguayo, el impacto de la detención de los capos está en relación directa con la solidez del cartel del cual hablemos.
«En el caso de la detención del Chapo Guzmán (jefe del cartel de Sinaloa) tuvo muy poco impacto, porque es una estructura que lleva décadas consolidándose, y estamos ante una empresa trasnacional, extraordinariamente bien cimentada, bien aceitada, que no se ha visto afectada».
El caso de La Tuta es muy diferente porque, cuando lo detienen, los Templarios ya estaban desmantelándose, aseveró.
«Se puede pronosticar que la fragmentación va a ser negativa para la población, porque posiblemente incrementen los niveles de violencia cuando los cartelitos empiecen a atacar», consideró Aguayo.
Lo cierto es que en poco más de dos años durante la administración de Peña Nieto han sido capturados o abatidos más de una veintena de capos e importantes operadores y sicarios del crimen organizado.
En ese lapso fueron apresados Vicente Carrillo Fuentes, alias «el Viceroy», líder del cártel de los Carrillo Fuentes; Héctor Beltrán Leyva, capo del cartel de los Hermanos Beltrán Leyva; y Fernando Sánchez Arellano, máximo dirigente del cártel de Tijuana.
También resultaron detenidos Joaquín «el Chapo» Guzmán, jefe del cartel de Sinaloa; Alberto Carrillo Fuentes, líder del cartel de Juárez.; y Miguel Ángel Treviño Morales, alias «el Z40», capo del cartel de Los Zetas, entre otros.
La Tuta, quien está solicitado por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos de extradición a ese país, podría ser el primer capo mexicano en ser procesado bajo el cargo de narcoterrorista, con pena previsible de cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad.

*Corresponsal de Prensa Latina en México.

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