Mentiroso uno y otro
Por Guillermo Robles Ramírez
Cuando funcionó durante años como Instituto Federal Electoral, IFE, dijo muchas mentiras sobre lo imposible de falsificar las boletas electorales que ahora las repite el “nuevo” Instituto Nacional Electoral, INE, demostrando que las situaciones no van a cambiar y una cosa es que renueven o releven a los titulares y otra que cumplan sus ofrecimientos y sobre todo que no sigan mintiendo a la ciudadanía.
Ya en un pasado, según la empresa Litho Forms, S.A. de C.V., dice y aseguró que el papel de seguridad que se utilizó en las boletas para las elecciones anteriores, eran más seguras que nunca, señalando como medidas de protección o seguridad que tienen manchas de agua visibles, sellos con luz ultravioleta, tintas especiales sensibles a tecnología láser, confeti holográfico y tirillas de seguridad similares a las que llevan los billetes de papel.
Aunque todavía no existe una declaración oficial de cuáles serán las nuevas medidas de seguridad para las boletas designadas a Coahuila para este próximo 4 de junio, esperemos que sean mejores que los años pasados.
Pero qué más podemos pedir los neófitos como su servidor y otros muchos miles de electores coahuilenses que nos da igual que lleven “confeti” como en las piñatas, señales de agua, etc., si a los mexicanos nos sobra ingenio y creatividad para todo tipo de falsificación y este 4 de junio del 2023 no será la excepción como en comicios del pasado.
Soy de la época en que coloquialmente se decía que “hasta los muertos votaban” en tiempos electorales, pues era común encontrar boletas precisamente de ciudadanos ya fallecidos, aunque hay que aclararlo, se trataba de simples boletas con impresión y papel tan débil que era fácil alterar o falsificar.
Reconozco que ha “llovido bastante” y que han surgido tecnologías que han reducido los riesgos de falsificar o alterar las famosas credenciales de lo que ahora es el Instituto Nacional Electoral, INE, porque pese a todo, se siguen haciendo esas triquiñuelas que es ya parte de la cultura e idiosincrasia mexicana.
Empero, aunque aquí se está señalando la alteración o falsificación de las boletas de votación, al menos los representantes de los partidos políticos asignados de las casillas de votación, en infinidad de ocasiones se quedan sorprendidos y lo declaran a la prensa su sorpresa de que tal o cual candidato logró votos en una cantidad inimaginable, expresando y haciendo pública sus dudas y cuestionamiento sobre cómo le hicieron e inmediatamente invocan palabras como trampas, falsificaciones, etc.
Las autoridades electorales se esfuerzan en demasía para tratar de convencer a los ciudadanos electorales sobre la imposibilidad de una alteración, llegando al grado de que ha organizado y hecho viajes especiales con medios de comunicación para visitar en la ciudad de México los talleres o negocio que obtuvo el contrato que representa varios cientos de millones de pesos, lo que motiva la participación de distintas empresas interesadas en ganar el concurso de adjudicación.
En esos recorridos a los talleres que elaborarán las boletas, se da una amplia explicación de por qué no puede falsificarse boleta alguna.
México, con mucho orgullo, es una nación donde todo se puede hacer y más en momentos desesperados cuando un partido político intenta imponer a los mexicanos una ideología del caudillismo y una retorcida filosofía Castrismo. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org
Deja un comentario