Guillermo Robles Ramírez

Más dinero para el pueblo y menos para funcionarios

Ha sido mucha tierra que le han estado echando al nuevo Presidente de México, en donde aquellas noticias buenas no las resaltan la mayoría de los medios de comunicación o las esconden en la última página y sección de los periódicos como si fueran avisos de ocasión o clasificados.

Poco a poco se ha estado entendiendo la austeridad del gobierno federal en donde por primera vez esa mesura en la economía es de adentro hacia fuera, es decir, comenzando internamente dentro de las instituciones de gobierno.

También es la primera vez que cuando se habla de austeridad siempre quienes pagan ese concepto son los contribuyentes pues hay un incremento de más impuestos o inventando otros.

Para aquellos mandatarios estatales y municipales quienes estaban con la incertidumbre sobre qué sucederá con las participaciones federales, y también para que no sean sorprendidos al antiguo concepto de austeridad que manejaban en otros gobiernos en donde austeridad era sinónimo de carencia en ingresos o participaciones a las arcas de gobierno estatal y municipal.

Dicho en sus propias palabras del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, “Se informó a los gobernadores que se van hacer las transferencias de recursos federales de conformidad con la ley que hay un estimado de incremento de las participaciones federales del orden de 10 por ciento nominal y de 7 por ciento real; o sea, van a recibir más recursos estados y municipios”

Es una buena noticia para nuestro estado porque esto permitirá un mayor crecimiento y proyectos trazados tanto por el gobernador, así como el de alcaldes o al menos el de Saltillo, es el más ambicioso y trabajador del resto.

En estos momentos la austeridad viene desde adentro de funcionarios públicos quienes no quieren dejar de roer y mucho menos soltar el hueso presupuestal de sus exagerados sueldos, acostumbrados a estar mamando del erario público sin ninguna justificación alguna.

Por lo pronto se han registrado 2 mil 489 demandas, y presentada por 11 mil 576 trabajadores de Pemex, Cofece, PGR, CFE, INE, SAT, IFT, ISSSTE, Segob y el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, ante la oposición de la Ley Federal de Remuneraciones ya que la postura de AMLO, sigue en pie de que los magistrados, jueces, y ministros no pueden seguir ganando 600 mil pesos mensuales, así como los bonos anuales.

En el pasado siempre era a la inversa en donde el primer tema de incremento eran los sueldos de estos funcionarios públicos que enfermos de poder y todavía no teniendo llenadera hacen sus negocios por fuera, obviamente con prestanombres “saqueando” a diestra y siniestra de millones de contribuyentes, así como las arcas de las tesorerías municipales y estatales.

Es una lástima que estas personas que “dizque” al servicio del pueblo, es decir, al público no quieran ceder ante sueldos ostentosos, ya han sido muchas décadas que han sangrado a los contribuyentes para mantenerlos y sin dar los resultados esperados sino solamente llenando sus bolsillos.

Pero también son unos sinvergüenzas que todavía se atreven a demandar ante la nula dignidad reclaman como un derecho, sin importarles como ellos mismos están siendo exhibidos ante los ojos de millones de mexicanos.

Tengan resignación porque ya vivieron durante muchos años de erario público sin poder justificar el por qué se les debe de pagar más de 600 mil pesos al mes, pero sobre todo no hagan gastar más al pueblo mexicano porque esas demandas le cuestan a la ciudadanía y no se vale. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org

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