El sendero de los iluminados: Indolencia Humana. 2 de 2
Tenemos un sentido de humanidad y de solidaridad por lástima no por compasión o consideración al prójimo, al compañero, el ego hace sentir la necesidad de ser altruista pero ni si quiera se conoce el sentido real de la palabra en obra.
La humanidad se muestra en solidaridad con aquellos que nuestra ayuda la necesita a un nivel de país, se da, pero, otra solidaridad es la que se hace muy personal cuando un ser humano es arrebatado de sus derechos o una calamidad o un problema personal lo afecta de tal manera que al no poder tener los recursos para su solución recurre a la solidaridad y compañerismo de sus semejantes y con simpleza en éste acto has, da y que tú mano izquierda no conozca lo que tu mano derecha hace.
La raza humana, se ha convertido en estos últimos siglos en un ser mucho más egoísta e individualista, arrogante, en donde el máximo interés son solo sus obligaciones personales y su gran ego por satisfacer sus propias necesidades.
Sin importarle lo que ocurra a su alrededor que hiere a muchas personas a las cuales no les toma ni el más mínimo interés e incluso llegando a provocar males directos o indirectos con malicia y satisfacción.
El dolor humano se manifiesta en nuestra sociedad de miles de maneras y formas, desastres, muertes accidentales, provocadas, por salud, por venganza, por maltrato, por pobreza, abandono humano, agresiones delicuenciales, enfrentamientos con muertes y secuelas de daños personales.
Estos son los mas frecuentes y sobre todo los que merecen de nuestra ayuda y solidaridad, aun cuando se trata de nuestros vecinos, nuestros amigos, nuestros compañeros, nuestros familiares o de algún desconocido.
Hace mucho tiempo, ante estas calamidades humanas, nuestro amor a la humanidad nos hacía correr en ayuda de estas personas, pero, ahora, en estos tiempos actuales parece que nuestra humanidad ahora se llama en miles de casos, indiferencia, y sobre todo indolencia humana, aquella que mira el dolor de los que sufren y no hace nada, al contrario, pareciera que lo gozan.
Miran y pasan de largo, porque mientras no seas tu, no importa, esa es la filosofía de esta época, la tremenda indiferencia al dolor humano, a la injusticia, al que vez tirado y tu mano no lo levanta, al que vez sufriendo por un dolor físico o mental, solo miras y pasas, así sea tu vecino, tu compañero y muchas veces tu amigo o familiar, sencillamente, somos indolentes, no tenemos compasión ni amor por el sufrimiento ajeno.
Esta indiferencia e indolencia esta convirtiendo al ser humano en despreciable, porque pudiendo ayudar, preguntar solamente, te sientes bien, estas seguro, te puedo ayudar, no lo hace, sabiendo que la otra persona pide auxilio en silencio, hasta que este se hace permanente y una vida se va.
Pasaran por ti no uno sino decenas de estos casos, pero como no eres tu, que importa, pero, llegará el momento en que te toque pedir ayuda y entonces no encontrarás la mano amiga o solidaria, aquella que tu negaste a tantos, y entonces el dolor vendrá a ti y la indiferencia de los demás y su terrible indolencia colmaran tu mente y colapsarás sabiendo que nadie te ayudó.
Aún así, despertarás en la cama de un hospital o de una clínica con médicos a tu alrededor esperando que despiertes y saber que sigues con vida, esto si permites que el sufrimiento te invada, porque tambien existe la posibilidad de encontrar un ser caritativo y bondadoso que mostrará ser lo que en algún momento no fuiste.
Lo que si sabemos es que aún existe mucha gente que si pregunta, que si te ayuda, que si te apoya, que si te da su mano para levantarte, pero son aquellos que tienen un corazón muy grande que todavía ama a la humanidad, personas que tienen bondad, compasión y amor por la pena ajena.
Y no serán nunca indiferentes ni indolentes, ojalá nos encontremos con ellos el día en que los necesitemos y entonces nuestro amor a la humanidad y a nuestros semejantes volverá y volveremos a vivir, entonces reynara el amor en conciencia.
Ama, pero no permitas que te lastimen, se compasivo, pero no permitas que te abusen, da, pero no dejes que te usen o manipulen y sobre todo esto, comunicate, habla, expone tu sentir y nunca supongas.
Por AMEP 1111.
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