Manejos oscuros en torno a elecciones presidenciales ucranianas

Moscú, 26 abr (PL) Las denuncias de que Yulia Timoshenko y sus aliados maniobran para impedir las elecciones presidenciales del 25 de mayo y mantener el control del poder estatal en Ucrania fueron confirmadas hoy por la propia ex primera ministra.
Con una desventaja de 34 puntos en las más recientes encuestas respecto a su principal rival, el diputado millonario Piotr Poroshenko, la también candidata a la presidencia por el partido Batkivschina admitió que el tema está en la agenda del Parlamento.
La jefa de la nueva mayoría conformada mediante el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich, confesó que se intenta quitar el poder de voto al pueblo a favor de la Suprema Rada (cámara legislativa).
Todos los representantes de la oligarquía hoy día están concentrados en el Parlamento y hay una discusión para conceder al legislativo el poder de elegir al presidente, aseguró en una entrevista a la televisión ucraniana.
Añadió que de ese modo la población se privará de votar a su candidato favorito y acotó que también se estudia la posibilidad de despojar al nuevo jefe del Estado de sus poderes y darlos al Parlamento.
No quedó claro si se trata de un gesto populista de la aspirante a las llaves de la casa presidencial o una acción exploratoria sobre cómo reaccionará la población en caso de que la jerarquía de poderes quede en manos de la cámara legislativa (controlada ahora por Batkisvschina).
Según un sondeo reciente del centro Sotsis, de un total de 23 candidatos a presidente inscriptos para los comicios del 25 de mayo, el empresario chocolatero Poroshenko lidera la intención de votos con 48,4 por ciento de respaldo.
Tal incremento de la popularidad de Poroshenko hasta muy cerca del 50 por ciento más uno necesario para ganar en primera vuelta, se debe a la renuncia a la candidatura del exboxeador y líder del partido Udar, Vitali Klitschko, quien lo apoya, según Alexander Chaskovski, investigador de Sotsis.
En este contexto, la negativa del Parlamento ucraniano a debatir un proyecto de ley que permitiría convocar los comicios presidenciales y parlamentarios en estado de guerra confirmó el 17 de abril que el bloque de Timoshenko obstruye sutilmente las elecciones.
Presentada por el presidente de una comisión parlamentaria, Andrei Kozhemiakin, la iniciativa fue derrotada con 183 votos a favor y 226 en contra, según la cámara legislativa.
Elaboré el documento para garantizar los derechos constitucionales de celebrar presidenciales extraordinarias en situaciones de excepción y estado de guerra, explicó Kozhemiamin en relación con la operación militar decretada por el presidente golpista, Alexánder Turchínov.
También jefe del parlamento, Turchínov envió al Ejército y la Guardia Nacional integrada por Neonazis de Sector Derecho y Autodefensas de Maidán para acallar las protestas de quienes en el sureste del país demandan la federalización de esa zona y el idioma ruso como cooficial.
Esta decisión fue interpretada por el diario oficial ruso Rossiyskaya Gazeta como una acción que puede obstruir la realización de los comicios anticipados para el 25 de mayo, lo cual favorecería sobre todo a Timoshenko y sus delfines Turchínov y Arseni Yatseniuk, en la actualidad primer ministro.
Indica el rotativo que este trío hace lo imposible por impedir que el principal rival de la candidata a mandataria Timoshenko, el denominado «rey del chocolate» Poroshenko llegue a la jefatura del Estado.
Al margen de la espectacularidad en Kiev, el millonario con una fortuna invertida en la industria confitera de cacao cada día amplía su ventaja sobre el trío que controla el poder con el respaldo de Occidente, pero sufre desgaste con impopulares medidas.
Rossiyskaya Gazeta denuncia que en esta situación la ex primera ministra, Turchínov y el jefe del Ejecutivo en funciones no tienen otra opción que crear condiciones para imposibilitar la celebración de las presidenciales de mayo.
Vadim Karasiov, director del Instituto ucraniano de Estrategias Globales, estimó en un 50 por ciento la posibilidad de que los comicios no se celebren en la fecha prevista sobre la base de la ofensiva militar lanzada contra regiones del sureste.
Subraya el experto que otro beneficiario de una prórroga electoral y de poderes sería Estados Unidos, que condiciona la ayuda financiera a Kiev a que su hombre de confianza, Yatsenluk, se mantenga al frente del gabinete de ministros.
Rossiskaya Gazeta señala que no debe descartarse que las presidenciales se celebren solo después que Poroshenko establezca el compromiso ante Washington de nombrar a Yatseniuk primer ministro.     La reciente visita secreta a Kiev del jefe de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense, John Brennan, y el inicio de la ofensiva en gran escala tras su reunión con Turchínov y los principales jefes de los cuerpos de Seguridad, parecen confirmar este punto de vista.
Días después, en medio de la tregua por la Pascua, llegó a Kiev el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, quien sostuvo reuniones por separado con Turchínov, Yatseniuk, Poroshenko y otros representantes de la oligarquía ucraniana.
Resultó significativo que apenas Biden se despidió tras la reunión con el autoproclamado presidente y titular del Parlamento, el brazo derecho de Timoshenko ordenó el inicio de una ofensiva de gran envergadura en el este ucraniano, que ya costo decenas de muertos y heridos.

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