La historia se repite con los huérfanos de RMV. De los 5 partidos que organizó en 2018, ahora en su ausencia, están regados alrededor de Enrique Cárdenas, lo que queda del PRD se distingue por levanta manos de los candidatos panistas,  Dante Delgado sumó otra vez al MC (de pasado priista y amloista), el delegado del PAN a nombre del Comité Nacional lo hace su candidato, falta Compromiso por Puebla que parece que está en amoríos con el Pri.

El Pri reorganiza sus filas con Jiménez Merino, y,  Doger por sus vínculos con RMV, menciona en entrevista que no lo apoyará, porque detrás de Alberto está Mario Marín Torres.

Dentro del grupo de Barbosa se suman universitarios que entregaron la UAP al gobierno de Piña Olaya, que incluso no son de Morena, pero si aliados de Barbosa, que demandan públicamente a Armenta de Morena por delitos electorales -¿Quién los usa?

No hay duda de que Barbosa y Yeidckol negociaron la gubernatura interna para Pacheco Pulido, ¿Amlo tuvo conocimiento? 

Los intereses políticos predominan en la próxima contienda para gobernador. En 2018 ganamos con Andrés Manuel la presidencia en Puebla, arrasó contundentemente. En 2006 y 2012, su imagen coadyuvó para ir conformando un movimiento de masas, hilo compromisos con sirios y troyanos, que llegaron a Morena en calidad de aliados y fueron promovidos cupularmente a distintas responsabilidades en el proceso electoral de 2018.

Amlo decidió gran porcentaje de candidaturas, provocando un profundo descontento en la base de Morena, quienes incluso, hicieron a un lado sus aspiraciones y críticas de manera madura, porque lo más importante en ese momento era mantener la unidad del movimiento y marchar por el cambio de rumbo político en el país.

El accidente donde fallece RMV y su esposa Martha Erika, deja acéfala la gubernatura, hay desconcierto en todos los partidos y líderes empresariales. La mea culpa irrumpe en el imaginario popular, senadores priistas y panistas, expresan la buena voluntad de compensar al Pan la pérdida de la gobernadora.

El Comité Estatal de Morena tiene la gran responsabilidad democrática para dirigir  su proceso interno, por un lado, hay la claridad suficiente de una posible imposición, como lo han vivido en carne propia en otros momentos, ajenos  a la decisión cupular, y, por otro lado, empeñarse en consolidar la alianza de la base de Morena con Alejandro Armenta e iniciar un proceso que les permita, no romper con la dirección nacional, sino construir su propia fuerza, que marque directrices y respeto político y se convierta estatalmente en la fuerza que requiere Puebla.

Armando Reyes Toscano