Leyes secundarias de energía, desafío del Senado
México, 18 jun (PL) Mientras casi todos los mexicanos disfrutan la pasión desatada por los desafíos del Mundial de Futbol, el Senado vive hoy un tipo de enfrentamiento diferente: el generado por las leyes secundarias de energía.
Las discusiones parlamentarias sobre esas normas, necesarias para poner en marcha la reforma al sector aprobada en diciembre último, también tienen bandos claros que se valen de diversas armas para defender sus posturas, pero en este caso el objetivo no es meter un gol.
En el Congreso la pugna está entre quienes defienden la iniciativa energética y quieren verla por fin regulada, y quienes la consideran lesiva para los intereses del país.
Fue el pasado 10 de junio cuando las comisiones unidas de Energía y Estudios Legislativos Primera de la Cámara alta iniciaron las discusiones de cuatro paquetes de disposiciones complementarias, que han transcurrido en medio de varios recesos y encontronazos.
El coordinador del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado, Jorge Luis Preciado, justificó la ausencia de la mayor parte de los miembros de su formación en ese diálogo con el argumento de que el verdadero debate se realizará en el pleno.
Por su parte, el senador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Fernando Mayans al referirse a la reforma que permite la participación privada en la industria energética nacional, acusó al PAN y al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) de haber hipotecado el petróleo a Estados Unidos.
El viernes último, cuando concluyó el análisis del primer paquete, los perredistas abandonaron los trabajos al considerar que las otras dos bancadas cometían ilegalidades en el procedimiento de discusión, pues redujeron las intervenciones de los parlamentarios a solo 15 minutos.
Anteriormente la fuerza de izquierda ya había mostrado su inconformidad conque las sesiones fueran paralelas al desarrollo del Mundial de Fútbol en Brasil, y acusó a las otras formaciones de pretender aprobar las medidas de espaldas a los ciudadanos.
Con la ausencia de los perredistas, solo una hora bastó el sábado siguiente para que las comisiones consideraran suficientemente discutido el segundo grupo de normativas.
Desde entonces, la discusión se encuentra detenida, pues la víspera el PRD anunció su retorno a la actividad legislativa, pero el PAN decidió abandonar entonces el diálogo.
Los perredistas señalaron que regresan bajo protesta, pues mantienen su oposición a que se limite el tiempo de las alocuciones, pero confiaron en que cuando el análisis pase al pleno senatorial se ajustará a las pautas establecidas por esa instancia.
Sin embargo, el coordinador de los senadores panistas confirmó que su partido se levantaba de la mesa a fin de expresar su rechazo a la propuesta discutida en la Cámara de Diputados de modificar reglas para las coaliciones de los partidos políticos.
Mientras no haya reforma político-electoral de fondo en los estados y el PRI no desista de este cambio, no contarán con el voto del PAN para aprobar las legislaciones energéticas, apuntó el dirigente de la formación que una semana antes acusó al PRD de usar maniobras dilatorias.
El partido conservador ha regresado así a la postura de condicionar el tema energético al electoral, de cara a los comicios que deberán realizarse a mediados de 2015 en 17 entidades federativas.
De ese modo, continúa el retraso para aprobar unas leyes secundarias que debían haberse discutido desde el periodo ordinario de sesiones que concluyó el 30 de abril.
El senador priista Héctor Yunes consideró que urge la aprobación de esas normativas, pues el Gobierno y el PRI defienden que ante la baja productividad de Pemex la medida es necesaria, favorecerá el crecimiento económico y redundará en beneficios para los consumidores.
Tal postura es respaldada por el PAN, pero de momento esta fuerza parece estar más interesada en presionar por la reforma política.
A su vez, con su participación en el debate el PRD dice buscar que las leyes sean lo menos malas posibles, y continúa la recolección de firmas para realizar una consulta popular el año próximo a fin de revertir la reforma.
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