La segunda victoria de Girón

La Habana (PL) Hace 55 años Estados Unidos pagó a Cuba una indemnización de guerra por daños materiales -por primera vez en su historia-, y el hecho puso de relieve la genialidad del líder de la Revolución, Fidel Castro.
Los destalles de lo acontecido en aquellas jornadas aparecen en un libro de necesaria lectura: Batalla por la indemnización. La segunda victoria de Girón, Premio de Investigación del Concurso 26 de Julio.
En la madrugada del 17 de abril de 1961 fuerzas mercenarias desembarcaron en la bahía cubana de Cochinos (a unos 175 kilómetros al sureste de La Habana).
Las tropas, organizadas, financiadas, armadas y entrenadas por el gobierno de Estados Unidos, fueron aniquiladas en apenas 66 horas por el pueblo uniformado, propinándole a Washington su gran derrota en América Latina.
Pero poco se conoce del Girón político que logró el joven líder Fidel Castro, quien con solo 34 años fue el estratega principal. Estados Unidos tuvo que pagarle a un país del Tercer Mundo a 90 millas de sus costas.
El texto consumió horas de búsqueda de Eugenio Suárez, director de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado de Cuba, y de Acela Caner, profesora e investigadora, y además, su compañera en la vida.
«Nosotros tenemos un libro anterior sobre Girón. Realmente sobre Fidel Castro son nueve las obras que hemos publicado, incluyendo este», expresó Caner al acceder a esta entrevista exclusiva con Prensa Latina, desde un estudio en su casa atestado de fotos, recortes de periódicos, revistas y obras de gran variedad de títulos.
«En el libro Fidel, días de Girón una de las cosas que más nos llamaba la atención es que cada vez que lo presentábamos y preguntábamos ‘¿qué pasó con los mercenarios?â€Ö, algunos ponían cara de ignorancia y otros, incluso maestros, aseguraban que los cambiamos por compotas», acotó Caner.
Sin embargo, el hecho tuvo una connotación mayor, subrayó Suárez.  «No los cambiamos por compotas, la genialidad de Fidel Castro estuvo en hacerles pagar la indemnización por los daños materiales ocasionados».
Y es importante enfatizar -argumentó Caner- que «Fidel lo que hizo fue proponer ese pago por daños materiales, porque no había dinero en el mundo que pudiera recompensar por la pérdida de uno solo de nuestros muertos».
El monto total de la indemnización exigida por Cuba ascendió a 62 millones 300 mil dólares.

HORAS DESPUÉS DE LA DERROTA

La prensa nacional dio gran cobertura a los días de combate, a la victoria, «pero después no reflejó temas como el arresto de casi mil 200 mercenarios», comentó al señalar que Fidel Castro dirigió personalmente la captura de los prisioneros y «comenzó la segunda etapa de la batalla de Girón que culminó con la segunda victoria».
El 21 de abril, los llevaron a la televisión y el 23, «Fidel comparece ante las cámaras explicando detalle por detalle, apoyándose en mapas, qué ocurrió en la invasión; pero no dijo qué se iba a hacer con los mercenarios».
Para el 26 de abril ※los autores llaman «diálogo con los vencidos»â€», «Fidel se reúne en la Ciudad Deportiva con los cerca de los mil 200 prisioneros de guerra», añadió la profesora Caner.
Durante el diálogo «Fidel responde y hace preguntas -dijo-, les habla de Reforma Agraria, de Reforma Urbana, de política. En realidad el objetivo de Fidel no era convencer a los mercenarios, sino aclararle al pueblo cubano que no se les debía aplicar la pena máxima, tal como buena parte exigía».
El líder cubano planteó entonces: «nosotros no creemos que sea correcta la aplicación de una sentencia masiva de pena de muerte; nosotros creemos que eso empequeñecería nuestra victoria, nosotros creemos que eso solo serviría para que los enemigos de la Revolución se valiesen también de esa circunstancia».
Más adelante sentenció: «Nuestro pueblo no es un pueblo vengativo, ni es un pueblo que albergue odio.»     Lo sucedido en ese encuentro, transmitido en vivo por radio y TV, se publicó luego en la revista Bohemia y en el periódico Revolución.
EL COMITÉ DE LOS PROPIOS

Ya el 17 de mayo de 1961 Fidel planteó públicamente la disposición del gobierno revolucionario de liberar a los mercenarios capturados si Estados Unidos pagaba a Cuba la indemnización.
Según Eugenio Suárez, el hecho dio inicio a una compleja batalla política en la que brilló la estrategia de Fidel hasta lograr que, en diciembre de 1962, el gobierno estadounidense pagara esa indemnización de guerra.
Ante la proposición de Cuba -puntualizó Caner-, la administración del presidente John Kennedy trató de impedir la devolución de los prisioneros intentando diferentes fórmulas, entre las cuales estaba el «desconocer» el concepto indemnización planteado por el líder cubano.
«Washington se negaba a aceptarlo y proponía que se acuñaran términos como cambio o ayuda humanitaria», subrayó.
Aclaró que en esta batalla política otra de las genialidades de Fidel Castro fue proponer la creación de un comité de 10 prisioneros de guerra, seleccionados libremente por sus compañeros.
El comité de los propios -como se le denominó- «Âíviajó en dos ocasiones a Estados Unidos para gestionar el pago de la indemnización!»
» Y ¿quiénes eran los propios?  Los mercenarios, que eran los más interesados. Nadie iba a actuar por ellos. Tenían que ser ellos, los propios mercenarios, quienes defendieran la indemnización, que significaba su propia libertad», añadió Caner.

EL CALLEJÓN SIN SALIDA

Para ambos historiadores el presidente estadounidense John Kennedy estaba en un callejón sin salida. Por un lado, no podía aceptar completamente la propuesta de indemnización de guerra que hacía Fidel Castro y rechazarla era peor.
Desde el principio se aclaró que era una indemnización no un «cambio» y fue así como se iniciaron las conversaciones.
No obstante, el líder de la Revolución cubana, ante eventuales manipulaciones de Estados Unidos, puso los puntos sobre las íes cuando advirtió que, si se hablaba de cambio, Cuba estaría dispuesta si se hacía hombre por hombre.
O sea, el gobierno revolucionario manifestó su disposición de devolver a esos casi mil 200 mercenarios prisioneros (los que no tuvieran crímenes en su hoja) a partir de recibir a mil 200 prisioneros políticos.
La investigadora Caner argumentó que incluso se manejaron nombres en aquel momento «porque Fidel dijo, por ejemplo, que a Alfredo San Román, jefe de la brigada mercenaria, estábamos dispuestos a cambiarlo por Pedro Albizu Campos, el patriota portorriqueño que llevaba tantos años en cárceles norteamericanas».
El caso es que «Fidel les mencionó una larga lista de presos políticos en las cárceles franquistas de España, como el poeta Marcos Ana; presos en Guatemala, en El Salvador, en Nicaragua…Al final, Estados Unidos nunca tocó este asunto».

DICIEMBRE DE 1962, HACE 55 AÑOS

Después de una interrupción, las conversaciones volvieron a reanudarse en noviembre del 1962. Así,  el 21 de diciembre, se firma el documento entre Cuba y Estados Unidos para ese pago de la indemnización.
Se acordaron diferentes formas de pago: con equipos, con alimentos para niños… y además en efectivo, un dinero que sirvió para el desarrollo avícola en el país, acotó Caner.
«Hay un momento en que Fidel dice y quizás muchos no lo recuerdan, que cada vez que los cubanos nos comamos un huevo pasado por agua o frito tenemos que pensar que eso es parte del resultado de la indemnización», añadió la investigadora.
Tal es así que con un primer pago (dos millones y medio de dólares) se compraron a Canadá los pies de crías, incubadoras y distintos equipamientos e insumos para el sector avícola en la isla, puntualizó el director de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.
El 23 de diciembre comenzaron a llegar los primeros envíos de mercancías y al día siguiente ocurriría la salida de los mercenarios, algo que se adelantó.
«Fidel estaba viendo la descarga y sugirió devolver ahí a los prisioneros para aprovechar los aviones que llegaban y que no retornaran vacíos», explicó Acela Caner.
También se utilizó un barco que arribó el 23 de diciembre al puerto de La Habana (el African Pilot), que traía cerca de 10 millones de dólares en mercancías como parte del pago de la indemnización, para los familiares de los mercenarios que desearan abandonar el país. En total se fueron mil 15 personas.
El desembolso por la indemnización estaba previsto hacerlo en tres meses. «Hubo  momentos con dificultades, pero fue fluyendo. Estados Unidos, de la cifra acordada, liquidó cerca de 53 millones de dólares. Faltaron casi 10 millones», enfatizó la profesora Caner.
Pero como advirtiera el propio Fidel Castro: «lo que nosotros queríamos era el pago de una indemnización no por necesidad de dinero, sino porque era un reconocimiento del gobierno de Estados Unidos de la victoria revolucionaria. Se trataba más bien de un castigo moral.»
El 2 de enero de 1963, al referirse a ello, el líder de la Revolución dio la clave de este asunto: «El hecho es que tuvieron que aceptar el pago de la indemnización y que por primera vez en su historia el imperialismo paga una indemnización de guerra.»

Deja un comentario