Guillermo Robles

La segunda pandemia después del Covid-19

Por Guillermo Robles Ramírez

La Organización Mundial de la Salud, declaró que en el año 2020 un aproximado de mil millones de personas en el mundo sufren de algún tipo de trastorno mental. Y de ese grupo existe un promedio de 264 millones que padecen de depresión antes de la pandemia por el Covid-19.

Para muchos psicólogos la enfermedad de la depresión puede tener sus indicios como un simple olvido de cosas por hacer. Como el llegar a una cita; no acordarse los cumpleaños causando el conflicto con familiares; la reprimenda en el trabajo, genera el estrés y finalmente la paranoia que lleva a la reclusión en un hospital de salud mental.

El escenario catastrófico mencionado anteriormente puede ser la historia de cada uno de los un poco más de los 126 millones de mexicanos, en donde muchos padecen trastornos depresivos según la Secretaría de Salud, y peor aún, la gran posibilidad que cada diez de cien personas presentan cuadros más agudos.

En el mundo la depresión ocupa el segundo lugar como causa de discapacidad y de acuerdo a las proyecciones pronto llegará al primer sitio. En México 15 de cada 100 habitantes padecen algún tipo de depresión, y en Coahuila el nivel de consulta mental aumentó en el periodo 2020 hasta un 33 por ciento más.

Estadísticas del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiología había detectado tan solo en los primeros ocho meses del presente año a 1,067 personas con depresión en Coahuila.

Las cifras dan una idea de lo cercana que está la locura en la población y lo difícil que será para un país machista el aceptar que pronto deberá acudir con el psiquiatra lo mismo que si fuera a visitar al dentista.

Los ingresos hospitalarios por causas mentales en el Estado van más en aumento por año, y al menos 80 personas se mantienen con carácter de permanencia en el Hospital Psiquiátrico de Parras de la Fuente, a donde llegan luego de varias valoraciones médicas.

Los que no están ahí se quedan en Saltillo, en el Centro Estatal de Salud Mental; lugar en el que se atienden solamente casos agudos y no los crónicos caracterizados por estancias cortas que no sobrepasan los 20 días.

A pesar de la gravedad del problema, solo el 10 por ciento de quienes ameritan obtener apoyo psiquiátrico acuden a consulta. Solo basta con revisar los periódicos para contabilizar el número de intentos de suicidio. Decisión a la que se llega por problemas depresivos, que además de ser los más comunes representan más de cuatro millones de personas afectadas anualmente. La cifra va en aumento de acuerdo a las características de la vida actual, acelerada y estresante.

Las edades más frecuentes en que se presentan los trastornos depresivos agudos oscilan entre los 18 y los 64 años de edad. Pero también los niños y adolescentes que no son atendidos a tiempo cada vez están siendo víctimas potenciales cuyas características principales son de personalidad agresiva; falta de capacidad de atención y baja autoestima; que derivan, en la búsqueda de una personalidad y del mundo ideal que la sociedad no es capaz de proporcionarles, pero el mundo irreal de las redes sociales sí.

El retraso social en México adquiere su máxima expresión en el rechazo y la burla hacia los grupos minoritarios, y de ellos, los enfermos mentales son preferidos por muchos; desde considerarlos menos que personas hasta satanizarlos como entes poseídos, cosas paranormales, presas de un castigo divino que debe ser un bien merecido a la lista del Bullying.

Todo indica que para los mexicanos es más importante conservar su mentalidad machista y temerosa que ver por su propia salud. Todo parece que las enfermedades mentales, están cada vez más cerca de lo que parece para ocupar un buen lugar a nivel nacional. De continuar el rechazo a la atención médica preventiva o bien, no querer ir al médico cuando se tiene sospecha de presentar los síntomas de la depresión, podría significar entre la vida y la muerte. El trastorno mental es una enfermedad que de continuar no ser atendida se está convirtiendo en la próxima pandemia después del Coronavirus.  (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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