La libertad de decidir morir o vivir
Por Guillermo Robles Ramírez
¿Hasta qué grado la humanidad puede asimilar el tema de la muerte? Antes se decía que hablar de la muerte era considerado como tabú, algo prohibido de platicar dentro de los hogares por considerarse como mal augurio, y en el caso de México solo se había visto como algo cultural con el festejo del Día de los Muertos.
Sin embargo, el tocar el tema de la muerte nunca dejó de ser algo visto como abrirle la puerta o una invitación a la muerte para pasar a la casa de cada familia, motivo por el cual siempre se ha procurado evitarse dentro de las familias mexicanas.
Pero cuando se trataba de muerte natural o de alguna enfermedad, cosas vistas dentro de lo normal; pero lo que era mal visto y como un escándalo público, siendo motivo de vergüenza familiar eran aquellos casos en donde algún miembro familiar se suicidaba.
Esos casos se manejaron durante muchos años solo en confesión y las autoridades locales, con discreción para que nadie se diera cuenta que se habían quitado la vida. Difícil de determinar en qué momento se perdió el pudor sobre estos temas.
Pudiera ser culpa de la misma apertura que fueron teniendo los medios de comunicación durante los años y no se diga ahora con lo de las redes sociales. Una variante más, se le puede atribuir a los filmes cinematográficos que fueron perdiendo la creatividad para manejar las películas de terror, como lo fue la habilidad del cineasta, Alfred Hitchcock.
El tema del suicido cobra más fuerza en tiempos actuales no solamente en nuestro país sino en todo el mundo, y no lo digo por la pandemia, sino existen estadísticas en la Organización Mundial de la Salud en donde se determina el número de suicidios de cada país del mundo con detalle en donde es conocido el sexo y edad.
No dejan de ser alarmante las cifras y sus causas diversas. Mientras existen campañas por parte de las autoridades locales y estatales al igual que diferentes naciones y al igual como aquellas organizaciones sin vínculos gubernamentales, sobre la concientización a favor de la vida; también existen aquellos grupos controvertidos que hacen lo opuesto utilizando las mismas herramientas de ley hechas por, y para el ser humano con respecto a los derechos y tratados internacionales de las libertades civiles.
El derecho de libertad civil que se hizo presente en Canadá en donde la Suprema Corte canadiense derogó la prohibición al suicidio asistido por un médico cuando es el deseo del ciudadano de privarse de su vida cuando se tiene alguna enfermedad terminal.
Controvertido el tema para quienes no sufren alguna enfermedad, aquellos que no son los pacientes que sufren de la gran evolución de la ciencia médica para alargar la vida promedio que se tenía en el ser humano que era aproximadamente hasta los 40 o milagrosamente 60 años de edad.
Para poder extender la vida; venciendo todos los obstáculos posibles en donde alguna enfermedad puede acabar con la existencia, se requiere la intervención de los médicos y sus medicinas o tratamiento moderno en donde solamente el paciente es quien sufre los inventos del ser humano al desafiar la muerte.
Quién para cuestionar sobre una decisión del suicidio asistido cuando posiblemente el paciente lo que quiere es tener calidad de vida. Mientras que los médicos y sobre todo los hospitales detrás de esa bandera de altruista a favor de la vida, siempre han visto al paciente como un negocio porque entre más le alarguen la vida eso tiene un costo. Siendo éste una de las principales causas de quiebre económico para muchas familias en donde se han perdido patrimonios enteros sin poderse levantar posteriormente.
Es muy cierto que la medicina moderna en la mayoría de los casos encuentra un tratamiento para quitarte o combatir una enfermedad terminal pero también lo es que te curan de una cosa o encapsulan el padecimiento.
Pero como todo aquello que viene en letras chiquitas nunca se sabe los efectos secundarios en donde te generan otra complicación porque el tratamiento fue muy fuerte resintiéndolo otra parte de tu organismo en donde afecta alguna función motora del cuerpo humano.
Por qué juzgar a aquellos que ejercen su derecho de esa libertad civil de tomar la decisión de vivir con calidad de vida y consciente de poder disfrutar las pocas horas, días, semanas o meses con sus seres queridos y de la manera que más placer quiera. En lugar de estar con vida, asistido por médicos, enfermeras o en el hogar por un familiar en donde el paciente no puede ni salir de su propia habitación y desorientado por tantos médicos en donde ni siquiera se reconocen así mismo. ¿Acaso eso es calidad de vida; y para quién? (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org
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