Por Guillermo Robles Ramírez

Soy afecto a los animales en general, pero en especial a los perros. Está comprobado que no solo se convierten en fieles amigos del ser humano, sino protectores de éstos, en especial de los niños.

Lo digo con hechos, en repetidas ocasiones y en diferentes etapas de mí vida, compartí años y vivencias con ciertas razas de perros. Algo que le agradezco a mi papá, y que Dios me lo tenga en la Gloria; porque gracias a Don Carlos Robles Nava, conocí ciertas razas de perros que él mismo crio y a su buen entender hasta los adiestró demostrándome al igual que mis hermanos y en honor a la verdad que muchos de esos canes fueron siempre muy nobles con nosotros.

Al menos dentro de las enseñanzas que me inculcaron fue que el tener cualquier animal doméstico vienen acompañados con muchas obligaciones, sobre todo a cuidarlos, atenderlos y no traerlos sueltos por las calles en el caso de los perros.

Lo anterior viene a colación porque el reciente fin de semana, hubo un incidente en la capital de Coahuila, conmocionando a los saltillenses, por la manera cruel de haber matado a un perro de raza samoyedo nombrado por sus dueños, “Ghost”, quienes aseguran señalar a un vecino de la colonia República, en Saltillo.

Una muerte que, por la evidencia de sangre en la vía pública, se especula, al no haber evidencia de video o testigo alguno, teniendo la teoría de que fue destripado y mutilado, por el presunto vecino al que se le señala como el culpable por parte de los dueños del difunto “Ghost”; así como una parte de la comunidad defensora de animales, quienes piden justicia a las autoridades locales, y estatales. Hay que mencionar que este señalamiento no ha sido confirmado de manera oficial, es decir, apenas se va a realizar una investigación para poder definir si hay evidencia suficiente para el vecino apodado como el “Mataperros”, en los delitos establecidos dentro del Reglamento de Control y Bienestar Animal del Municipio de Saltillo, y la Ley de Protección y Trato Digno a los Animales para el Estado de Coahuila de Zaragoza.

Estoy muy de acuerdo con este movimiento social en la cabecera municipal de Saltillo, en pedir justicia para quien haya matado a “Ghost”.  En lo personal no apruebo lo sucedido con el perrito samoyedo, es decir, no estuvo nada correcto con el proceder de matar al can, pero tampoco lo estoy con quienes dicen ser los dueños o propietarios de perro domesticado.

No es la primera vez que denuncio públicamente la falta de cultura en nuestro país para tener mascotas, siendo en específico, con los perros, ya que también es maltrato de los perros cuando son abandonados por parte de sus dueños, dejándolos a su suerte no solo a la falta de vacunas para evitar enfermedades, carencia de alimento y un problema en el descontrol de apareamiento, entre otros problemas que se han convertido ya en una situación que forma parte dentro de la agenda pública local y estatal.

¡Sí, se tiene que hacer justicia!, pero no solo de una parte, ya que como siempre lo he mencionado en diferentes ocasiones, el tener una mascota implica también obligaciones por parte de sus dueños.

Es muy fácil exigir justicia cuando se desconoce las obligaciones que viene establecido tanto en las autoridades locales y estatales. Puesto que para comenzar en la Ley de Protección y Trato Digno a los Animales en Coahuila; se establece en su Artículo 4. Fracción IV, “Animales domésticos: Aquellos animales criados bajo la compañía y cuidado del ser humano…”, así como también en su Fracción II “Animal abandonado: los animales que deambulen libremente por la vía pública sin placa de identificación u otra forma de identificación, así como aquellos que se encuentran sin el control y cuidados adecuados de sus propietarios”. Al menos en lo que se ha leído en algunos periódicos y visto declaraciones en videos en la marcha social realizada para exigir justicia a “Ghost”, se tiene información no oficial, de que el perro, de raza samoyedo, estaba entrenado para salir todos los días de la casa, es decir, a la calle y sin supervisión del propietario, para que regresara a su hogar sin ningún problema. En la Ley de Coahuila, viene muy claro la figura de “animal abandonado”, muy independientemente si algunos vecinos conocían o no, a “Ghost”. Para iniciar aquí los dueños ya incurrieron a una falta a lo establecido, además que los peatones normales desconocen si el perro representa alguna amenaza o no, y si cuenta con vacunas, es decir, el público y vecinos en general no están obligados a conocer al perrito doméstico. No con lo anterior se justifica haber matado a “Ghost”, pero hay que poner la justicia tanto para quien salga culpable, como también a los dueños.

En la misma Ley de la Entidad, viene establecido los principios del trato digno en su Artículo 6, Fracción II “Todos los animales tienen derecho a la protección, atención y a los cuidados del hombre”, y en este punto parte de los cuidados del hombre, es la custodia que poseen los dueños de mascota y más aún cuando son considerados como parte de la familia. El dejar que salga todos los días un perro considerado como miembro familiar, es lo mismo que decidir, abrirle la puerta de tu casa a un menor de edad para que salga a la calle sin supervisión de un adulto, sabiendo los peligros que hay como carros, gente mala, etc., que es la misma situación de una mascota que no tiene el raciocinio para poder discernir entre el bien y mal o peligro automovilístico.

En el Artículo 20, Fracción IV dice estar prohibido en Coahuila, “Abandonar a los animales en vía pública o en lugar lejano de su hábitat natural, cuando no exista justificación alguna”, el hábitat de “Ghost”, era dentro de la casa, siendo este el caso particular. Así que tenemos otra falta que espero que sí exista justicia, en contra de la irresponsabilidad de tener un animal doméstico.

Una gran parte de los tutores y/o poseedores de animales domésticos infringen no solo a la Ley de la Entidad, sino también al Reglamento de Control y Bienestar Animal del Municipio de Saltillo, que va muy agarrado de la mano a la del Estado, pues le da esas facultades, y una de ellas es que en la Ley estatal hacen mención de registrar al animal ante el padrón municipal de animales (Artículo 22, Fracción V) y en la municipal se encuentra en el Capítulo IV, Artículo 25, Fracción III.

También existe la obligación y sanción a los dueños, propietarios o tutores de animales domésticos de retirar las heces en la vía pública en bolsa plástica y depositarlas dentro de la basura, lo anterior se encuentra en Capítulo IV, Artículo 25, Fracción VII.

Así que sí espero que en esta ocasión exista justicia y encuentren al “mataperros”, sea quien sea, así como también la Ley castigue administrativamente las sanciones contempladas para los dueños, o tutores de “Ghost”, para que sea un antecedente de la irresponsabilidad que tuvieron, desde mi punto de vista, y se corrija la misma sociedad sobre las obligaciones que se adquieren al tener un animal doméstico. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org