Guillermo Robles

Inevitable esconder la travesura

Por Guillermo Robles Ramírez

Como lo marca la tradición de hoy, es decir, de cada 6 de enero es cuando se celebra compartiendo la rosca de Reyes. Hay quiénes aseveran que su origen es francés, los hay que dan por hecho que le dieron nacimiento los españoles, otros dicen que los italianos, ingleses o los mismos romanos y los hay hasta los que afirman que el origen de la rosca de Reyes, viene de Persia.

            La verdad es que aún no se ha logrado, en definitiva, coincidir en un origen verdadero y lo único que es cierto es que la rosca de Reyes es una costumbre muy esperado por todos los mexicanos.

            La tradicional rosca de Reyes, simboliza la unidad familiar, la convivencia, ratos de alegría y paz, así como de reflexión. Pero, sobre todo de pasar momentos de broma, alegría y algarabía con los hijos, la esposa o esposo, los padres, abuelos, los hermanos. Y más cuando salen los “afortunados” que en su rebanada de rosca va consigo el conocido y tan temeroso “monito”, representando al Niño Jesús.

             Sí, esa figura de plástico a quienes todos o casi todos rehuimos porque representa el tener que ser padrino para pagar el dos de febrero; Día de la Candelaria, la “tamaliza” por el “pecado” de tener la gran suerte de haber sacado el “monito”, aunque se lo esconda dentro de la boca guardado en el cachete, tarde o temprano sale pues es inevitable esconder la travesura.

            En el origen de ese delicioso platillo que es la rosca de Reyes, hay mucha especulación y con el tiempo ha ido cambiando su elaboración, preferentemente en el relleno que lleva, pues de simple rosca de harina, azúcar, manteca o mantequilla ha pasado a que lleve en su interior, nuez, dátil, almendra, frutas secas, y las más modernas relleno de cajeta, Nutela, chocolate Carlos V, u cualquier otra marca.

            La verdad es que además de representar un momento para comer en compañía de la familia, también ha sido motivo de un ingreso adicional o extra para la industria panificadora.

            Organizaciones francesas consideran que la rosca de Reyes apareció por primera vez, en su país, Francia; contándose que un cocinero de la corte de Luis XV pretendió complacer al monarca ofreciéndole un pan tradicional de su tierra.

            Según se relata y se dice que en el interior de las primeras roscas se introdujo un medallón de diamantes, lo que le gustó al Rey, pues eran las épocas de derroche, lucimiento y competencia de la realeza haber quien regalaba más dinero en fiestas, pachangas, orgías y demás.

            Esta forma de hacer llegar valiosas joyas a la gente alrededor de los monarcas, paulatinamente fue haciéndose una tradición para en un momento dado llegar esta costumbre a España, en donde empezó a cambiarse las alhajas con un frijol de haba.

            Dicen algunos que llegó a México, después de la conquista, convirtiéndose en una tradición en Latinoamérica, que hoy en día es una de las celebraciones de mayor tradición entre nosotros los mexicanos.

            Los que dan doble contra sencillo que el origen es España, señalan que los españoles la trajeron a México y que la epifanía o día de los Reyes magos, es una fiesta sobresaliente en la religión católica, porque representa el día en que Jesús  se dio a conocer al mundo y desde que las autoridades eclesiásticas reconoció la fecha, el 6 de enero de cada año se festeja y celebra con una gran merienda en la que se parte el pastel o bizcocho, tradición que se conservó durante la edad media.

            En algunos países la rosca es redonda, mientras que en México se estiló hacerla en forma ovalada, decorada con frutas curtidas o secas.

La rosca de Reyes realmente es una incorporación a las tradiciones mexicanas, porque originalmente proviene de la época de los romanos, meramente festivos dedicados al dios Saturno, divinidad de la agricultura y cosecha; con el objeto de que el pueblo romano pudiera celebrar los días más largos a venir después del invierno.

Pero en México, se adoptó para representar que el Niño Dios tuvo que ser escondido y protegido en los días del relato bíblico perteneciente al pasaje “día de los inocentes”, en donde cuenta que, en los tiempos de Herodes, al enterarse que había nacido el rey de Reyes, ordenó matar a todos los niños menores de tres años, para evitar ser derrocado.

Todas estas tradiciones al pasar de los años cada vez se van perdiendo el conocimiento del por qué, la celebración del Día de Reyes, motivo por el cual cada quién quiere adjudicarse su origen.

Así que, el día de hoy cuando celebre la rosca de Reyes, no sean tramposos en esconderlo en el cachete y mucho menos intente tragarse al “monito”, entero porque lo más difícil será la salida y muy dolorosa, o al menos eso es lo que me han platicado sin tanto detalle.  (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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