Por Guillermo Robles Ramírez

Los propietarios de vehículos motrices nacionales y que en años anteriores han cumplido con la tenencia, renovación de placas y los demás requisitos recaudatorios que exigen las autoridades estatales, están que truenan ante la impunidad que se brinda a los dueños de autos y camionetas “chocolates”, “chuecas” o ilegales para quienes se ha dado una orden superior de no ser molestados porque no traen placas, tarjetas de circulación y hasta manejar sin licencia.

Y lo peor de todo es que para los dueños de esos vehículos ilegales; se les cumplió el sueño imposible, el “Regalo Prometido”; de poder legalizar sus vehículos desde que la 4t subió al poder y autorizó lo imposible, pero, aun así, muchos de ellos hacen decidía o simplemente no les interesa regularizarlo porque eso implica responsabilidad cada vez que participan en un accidente vial así como vehículos utilizados por el crimen organizado o bien para aquellos que cometen delitos menores que a sabiendas de que no podrán ser localizados se aprovechan de la situación.

En cambio, o incongruentemente a los nacionales y que por diversas circunstancias no han hecho la renovación o actualización de sus obligaciones fiscales estatales, se les persigue como si fuesen delincuentes, al menos es lo que lamentan quienes han sido despojados de su unidad al pasar por un retén vehicular, o bien cuando se les antoja a un agente de tránsito detenerlos en busca de un pequeño beneficio económico para que no sean detenidos.

Los dirigentes de las diversas organizaciones que agrupa a los dueños de coches extranjeros introducidos sin pagar impuestos por el derecho de pasarlos a México, alardean públicamente al ufanarse en los medios de comunicación o redes sociales informales, que se dio la orden para que a los conductores de vehículos en condiciones irregulares o ilegales, no se les moleste y que pueden circular sin placas.

Entre esas organizaciones que reciben impunidad de las autoridades están Onappafa, UDC, y otras más, que no se cansan de alardear que en los operativos de control vehicular que se planea realizar por parte de autoridades estatales, que estarán llevando en diferentes regiones de Coahuila, pasará igual que en un pasado y en otras administraciones de gobierno, es decir, que no se decomisarán vehículo alguno.

El argumento principal, al menos es el decir de los “dueños” de organismos como la UDC, Onappafa, etc., es que sus vehículos son para uso de trabajo de quienes los traen y que, según el criterio de esos mismos dirigentes, las entidades federativas y en este caso Coahuila, no tienen facultades para retenerlos y exigirles placas nacionales porque el ser ilegal les permite hacerlo, independientemente de que las autoridades de Hacienda no sufren ni se acongojan el que circulen en situaciones irregulares.

La región en donde los ánimos están más encendidos es en Torreón y el Centro, con sede en Monclova, al menos su decir y argumento de no traer placas actualizadas y otros documentos, es por razones económicas.

Algo que siempre se ha visto cada vez que las autoridades estatales intentan regularizar y homologar todos los vehículos a que estén regularizados por tratarse de un tema de seguridad. No falta el pretexto de los dueños de vehículos “chocolates”, que no tienen dinero que se les tiene que dar facilidad de pagos en todo tipo, es decir, desde parcialidades así como descuentos especiales, así como un permiso provisional mientras arreglan o están en el proceso de nacionalización vehicular.

Y la misma justificación de siempre de que son vehículos para trasladarse a su trabajo, que es el pretexto similar con que se da impunidad a los “chuecos o chocolates”, considerando injusta la decisión, recalcando que tienen todo el interés de pagar y solo piden facilidades o sea pagos a plazos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org