HORARIO DE VERANO

Perder los sueños, es perder el alma, es impedir que nuestro espíritu vague libremente y sin control, sin restricciones. Desde ayer, lamentablemente, perdimos un tiempo valioso para soñar.

Lo más doloroso, es que lo perdimos precisamente en el momento en que los sueños son más reconfortantes, en la hora en que la brújula pierde el norte y apunta al cielo.

Desde ayer, nuestro despertar es más pesado. El cuerpo está descompuesto y desorientado, no encuentra aún los motivos fisiológicos para levantarse. Todos sus rituales “mañaneros” están fuera de forma, aletargados, soñolientos.

A esa hora, el riesgo es grande y la confusión también. Las personas, medio dormidas, pueden cepillarse las axilas o peinarse los dientes. El cuerpo aún no entiende la orden gubernamental de levantarse más temprano.

La ira lo despierta. Por fin comprende que ayer domingo entró el horario de verano, con el consabido adelanto de una hora a los relojes. Llevamos más de doce años sufriéndolo. Se aplica en México desde 1996. Inicia el primer domingo de abril y concluye el último domingo de octubre.

Los políticos se defienden echándole la culpa a Benjamín Franklin. Dicen que no tanto por científico sino por viejito, acostumbraba a levantarse temprano y observó que durante el verano el sol salía más temprano, por lo que pensó que se podría ahorrar mucho aceite por la noche si la gente se levantara antes a hacer sus labores.

En México creyeron lo mismo, sólo que quienes lo pensaron no se levantan temprano ni son científicos, son políticos. Son cabezas que maquilan muchas decisiones, la mayoría sin el conocimiento y el razonamiento debido, para saber si causan más maleficios que beneficios.

Chiapas, que por su ubicación geográfica, el horario de verano no le sirve de nada, en virtud de lo que se ahorra de energía en el atardecer, los hogares lo gastan en el amanecer, porque la oscuridad aún perdura hasta las 7 de la mañana.

Además, todo el ahorro de energía del horario de verano, que debería repercutir favorablemente en la economía familiar, ya valieron “grillo” por las alzas que las tarifas de la energía eléctrica recibieron anticipadamente. El ahorro ya hizo “corto circuito”.

En el año pasado, las tarifas las tarifas eléctricas del servicio doméstico subieron un 6%. La industrial llegó al 13%. Las autoridades dicen que el alza de las tarifas fue por la elevación de los precios de los combustibles.

Por ello, todavía después de tantos años, prosigue la discusión sobre la utilidad del horario de verano en el ahorro energético de electricidad, que es una medida que se aplica en algunos países del mundo. No en todos.

Por un lado, la Comisión de Energía de California, hace algunos años demostró que el beneficio económico no era, al menos, para los usuarios finales de la electricidad.

Por otro lado, la Secretaría de Energía de México dice, asegura y perjura, que los ahorros sí han sido palpables, puesto que permite aprovechar la luz del sol.

Por su parte, el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) manifiesta que México ahorró, durante el 2013, más de mil 635 millones de pesos con el horario de verano y que además se evitó la emisión de 595 mil toneladas de bióxido de carbono, así como la quema de 771 mil barriles de petróleo crudo.

Como no somos creyentes de la liturgia política, es necesario confrontar dichos y afirmaciones con otros datos adicionales, como por ejemplo, con las estadísticas de producción.

Datos publicados recientemente indican que en abril mayo, junio, julio y agosto es cuando más energía se genera en México. En septiembre y octubre, las presas hidroeléctricas de Chiapas están hasta el tope, produciendo energía a todo lo que dan.

Mi razonamiento de economista me dice que con ello hay más generación de energía eléctrica y, por lo tanto, debería ser más barata durante el horario de verano.

Pero no es así, el “enchufe” de la Comisión Federal de Electricidad es constante durante todos los meses del año, salvo en las fechas que aplica algunas “acometidas” al cliente, para que no se acostumbre al precio.

Dicen que las tarifas de energía eléctrica bajarán con la Reforma Energética. Es un hueso muy duro de roer y más duro de creer. En este año, ni dentro de varios más, no se verán los resultados de dicha reforma. Ha dicho el gobierno que después del 2018, si bien nos va, visualizaremos algún beneficio.

Ante ello, sinceramente, mejor le aconsejo que utilice el horario de verano de forma más provechosa, con ingenio. Por ejemplo, puede usted jugar con su pareja a “la gallinita ciega”. No es necesario taparse los ojos. Todo está negro. Como el humor mañanero de estos primeros días.

 

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