Por Guillermo Robles Ramírez

Cada día son mayores los embates que pandilleros y otro tipo de maleantes propinan a nuestras escuelas públicas de la Entidad. Cuando no pintarrajean sus fachadas, destruyen las cercas perimetrales o bien se llevan cuanto pueden del interior de los salones, desde material didáctico, hasta pizarrones y cuanto pueden cargar, aunque antes para cometer sus fechorías, destruyen puertas y ventanas.

En ocasiones y probablemente por el estado de drogadicción en combinación de bebidas alcohólicas, andan estos sujetos, destruyen pupitres y otros muebles del interior de los salones.

Una situación que lo vivimos con la reactivación de la educación pública después de la pandemia, los destrozos y saqueos de instituciones educativas estatales y federales, fueron denunciadas públicamente ante los medios de comunicación.

Pero no se trata solamente de la pasada reactivación económica, sino que es algo muy recurrente cada vez que termina un ciclo escolar y la ausencia de maestros, intendencia, y obviamente estudiantes se alejan de las escuelas para prepararse al retorno de clases. Algo que por cierto está en veremos y hay que esperar la decisión de los diferentes comités de Covid-19, digan ante la quinta ola que está pegando al país.

Estos malhechores han demostrado ser insaciables y los grupos de padres de familia que se han formado para colaborar en la seguridad y protección de las escuelas de sus hijos, no han sido suficientes para combatir a estos sinvergüenzas.

La Secretaría Estatal de Seguridad Pública, y la Secretaria de Seguridad Pública municipal, han intentado con diferentes métodos de vigilancia y programas de seguridad escolar. Incluso ha hecho parte a la misma sociedad en su participación como ha sido la formación con padres de familia de cada escuela de cuerpos de vigilancia y si bien es cierto que se han integrado varios de éstos, no han sido suficientes y consecuentemente es necesario reforzar esta colaboración de los padres de familia.

Si bien es cierto que no ha dado los resultados que se esperan, también lo es que las autoridades gubernamentales no cuentan con recursos humanos ni económicos para asignar un elemento en específico o más policías en cada escuela para hacer una vigilancia permanente, porque la ciudadanía también tiene otras necesidades en el ámbito de seguridad.

Pero las autoridades estatales y locales, han sido motivo de olvido por parte del Gobierno Federal, ya que tampoco envía dinero o muchas unidades para que custodien aquellas instituciones educativas federales, y aquel nuevo grupo que nació bajo el nombre de la Guardia Nacional, ni siquiera se les envía dinero para la gasolina de sus unidades, motivo por el cual no se les ve vigilando las carreteras federales.

Así que el gobierno estatal y municipal tienen que erogar dinero de sus propias arcas para patrullar las escuelas que les pertenece al gobierno del Peje, representando esto un gasto imposible para cualquier gobierno.

Por tanto, es obligada la participación y cooperación de los propios papás que a final de cuentas están viendo por lo que generalmente llamamos el segundo hogar de nuestros hijos.

Son muchos los recursos económicos que en sí destina nuestro gobierno estatal en mantener en buen estado las escuelas e igual para dotarlas de lo indispensable, por lo que duele que haya grupos de vándalos que se dediquen a causar perjuicios en escuelas que en ocasiones han sido donde ellos mismos estudiaron o pasaron algún tiempo.

Pero además, la ciudadanía no toma en cuenta el dinero que destina el gobierno estatal para reparar aquellas instituciones educativas que han sido no solo saqueadas sino destrozadas, quedando inoperable para que puedan estudiar nuestros hijos.

Las escuelas es patrimonio de todos y, por tanto, debemos de cuidarlas todos y en el caso específico de los embates de los pandilleros y malvivientes de muchos sectores de las distintas ciudades coahuilenses, obliga, se refuercen y multipliquen los comités de vigilancia escolar. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México).  www.intersip.org