Hay buenos y malos: alcaldes
Siempre se ha dicho por ahí que son malas las comparaciones y aunque nunca lo he entendido al cien, me hace pensar que es una cuestión de criterios o para no herir la sensibilidad de la persona a quien se hace referencia.
Al menos así lo es cuando se trata de comparar a gente, ya que cuando se es de carros, objetos, propiedades, etc., todo aquello que sea tangible, e incluso la prestación de algún servicio, solo ahí no existen ningún, pero, al momento de llegar a las comparaciones.
A manera personal soy de las personas que sí me gusta comparar porque de alguna manera es un modo de medir expectativas, valorar, y tener un punto crítico en base a una referencia.
Me atrevería a decir que de alguna manera todos hemos caído en el punto de comparar cualquier cosa e incluso a la gente, sin darnos cuenta de ello. Cuántas veces no ha escuchado por ahí pláticas en donde comparan a un alumno o hijo más estudioso que otro, o bien, cuando se dice que uno es más inteligente que otro.
Así mismo sucede todo en la vida y en cada sector de la población, al igual que todo tipo de rubros como son productos, servicios comerciales y hasta gobiernos municipales o estatales.
En algo un poco más complejo pero muy cierto, se encuentran nuestras instituciones gubernamentales, así como el personal que laboran ahí.
Algo más en concreto y palpable se encuentra en la cabecera municipal de Saltillo, capital de Coahuila de Zaragoza.
Durante la administración pasada, es decir, cuando el panista Isidro López Villarreal, era alcalde de Saltillo, que también era conocido como simplemente “Chilo”, se descuidó lo que es Seguridad Pública.
El problema cuando se descuida alguna Dirección y más el mencionado anterior que sin restarle importancia a los demás, pero seguramente es uno de los más evaluados no solo por la sociedad, sino también tiene un impacto en su entorno como es el comercio, porque implica el tema de seguridad local.
Así que cuando estaba “Chilo”, prácticamente no había quién dirigiera la Dirección de Seguridad Pública, en la que en teoría se supone es el primer mando de los elementos de seguridad local.
Durante la administración de “Chilo”, el tema de seguridad siempre estuvo por los suelos. Solo para recordar uno de los últimos hechos fuera de control durante esa administración pasada, fue cuando cuatro municipales de Saltillo, fueron investigados por la muerte de un docente quien fue detenido aparentemente por un escándalo perdiendo la vida debido a un estrangulamiento por parte de elementos de la Policía de Saltillo.
Soy un convincente que, como todo negocio, al igual que las dependencias de gobierno, cuando ninguna de éstas está supervisada por la cabeza más alta, es decir, el “jefe”, los subordinados no harán bien su trabajo, lo mismo sucede en un hogar cuando se pierde el mando ya sea de la mamá o papá e incluso de ambos, seguramente pasan desgracias.
En esta nueva administración en donde el alcalde Manolo Jiménez Salinas, metió cintura, ha estado presente en todo momento en las acciones del Departamento de Seguridad Pública, y trabajando con los mismos elementos policiacos y nuevas generaciones que se están recibiendo, le ha invertido no solo en capacitación a los cuerpos policiacos, sino también en equipo y tecnología, pero sobre todo con un trato a la sociedad más humano y serviciales a los saltillenses.
Desde la ayuda no solicitada en donde muchos agentes de seguridad pública asisten a automovilistas varados por algún desperfecto mecánico, así como aquellos que se han quedado sin gasolina han sido auxiliados por policías saltillenses cuando ni siquiera corresponden a sus obligaciones. Ese es el sentido humano.
Al día de hoy el trabajo en conjunto con su Comandante Supremo del Departamento de Seguridad Pública de Saltillo, es decir, el alcalde, en conjunto con Estado y Federación; han dado sus frutos en donde el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, ha calificado a la Policía Preventiva Municipal de Saltillo como la más efectiva y confiable de México; basado en la Encuesta Nacional de Seguridad Pública urbana en el tercer trimestre del año 2018.
Al igual que como en casa en donde no hay malos hijos, sino malos padres, lo mismo sucede en los Ayuntamientos, porque no hay malas Presidencia Municipales, sino malos alcaldes. Y como prueba está el comparativo de la administración pasada a la actual. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org
Deja un comentario