¿Hasta cuándo?

Por Guillermo Robles Ramírez

Las deficiencias del transporte público en Coahuila es un mal canceroso que comparten los 38 municipios, y que poco ayuda a la población, pero a la falta de otras opciones se ve obligado a tener que pagar un pésimo servicio público arriesgándose la vida de los usuarios.

Si conceptuamos el nombre de “servicio público” entonces por qué lo manejan particulares y no el Estado o el mismo municipio

Por años sin importar qué ciudad se viene escuchando por parte de los transportistas, concesionarios o sus sindicatos, promesas y compromisos acerca de mejorar su calidad y solución definitiva de todas las deficiencias en cuanto a sus servicios.

La mentada solución nunca llega y, por el contrario, el problema de transporte urbano o público se ve cada vez más lejos convirtiéndose en algo más complejo llegando al extremo en el cual ya no es posible su solución integral y definitiva, porque nada más con sus promesas de cambiar sus chatarras por unidades nuevas, reparaciones, repintarlas, etc.; dejando a la población a tener que vivir con las condiciones actuales de riesgo por malas condiciones de unidades, provocadores de caos vial, la violencia y la contaminación siendo el resultado opuesto donde la integridad de los usuarios peligran como lo que sucedió ayer donde la cobardía de un chofer saltillense prefirió saltar del camión para que éste se impactara en una vivienda llevándose la vida de una joven y cuarenta hospitalizados.

Siempre se ha buscado una solución superficial ante el transporte público para evitar el cumplimiento de las amenazas de estos, cometiendo delitos clasificados en la ley ante la obstrucción de calles y avenidas principales, si no les cumplen el incremento del transporte, misma amenaza hecha por los concesionarios en los municipios coahuilenses.

Para los concesionarios del transporte público su única regla es la del capitalismo, es decir, nada más buscan el lucro empresarial y sindical. Solo es ganar y ganar, pero no invertir en cursos para sensibilizar a los choferes, implementar una logística de los inspectores de transporte, así como la carencia de verificar mensualmente las condiciones de las unidades de transportes, y sobre todo la urgencia de tener el servicio de una empresa privada de Recursos Humanos para la selección de los conductores, así como la revisión de los antecedentes penales.

Para poder lograr una modernización en los servicios es necesario agarrar al toro por los cuernos, dándole solución congruente y no tener miedo a las amenazas de estos abusones del transporte público. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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