Guerra de papel: El gringo loco qué mejor representante del Diablo
· Trump, considerado el principal loco que salió del closet de la chistera gringa
· En México, por ejemplo, tenemos a un espécimen que ahora le han dado por llamarle el Trump López, que sólo Andrés Manuel está al asecho para criticar lo que hace mal el Señor Presidente de la República, Enrique Peña Nieto
En un galimatías de palabas y tácitas acciones, el presidente de México Enrique Peña Nieto va que vuela para ganar el Certamen de los Peores Errores de su Administración, en ocasión que el republicano Donald Trump estuvo unas horas en territorio mexicano a invitación del Gobierno federal, para supuestamente “enriquecer” y “acercar” las relaciones entre México y Estados Unidos.
Con el sistemático taque verbal que ha empleado el empresario y ahora candidato presidencial norteamericano, se corrobora esa interrogante: ¿por qué los gringos están locos?
Se debe a la complejidad que poseen mentalmente, es decir, son psicópatas, peligrosamente bélicos. Por los siglos, han generado guerras y conflictos agresivos, toda vez que los gringos locos llevan ese comportamiento en los genes por generaciones ¡Pobres! Místicamente, se considera que hasta el mismo Lucifer les tiene miedo.
En todas partes hay locos y locas, pero está más que comprobado que los norteamericanos sobresalen en el tema; son precursores de las guerras, la violencia, las drogas, los chantajes sociopolíticos que no miden ninguna consecuencia o cualidad de respeto hacia sus semejantes.
Peña debió ser más inquisidor pero pareciera que le temblaron las corvas; casi se pone a llorar… Se inclinó en utilizar las estrategias del mundo diplomático enmarcado en la Doctrina Estrada; tenía enfrente al loco que quiere gobernar al país más poderoso del mundo, tratando de ganar adeptos siendo hasta el corrientito de la fiesta—, el bufón del circo mundial.
Lacónicamente –dicen los entendidos- no tienen cerebro, a las sociedades del mundo les choca tener de cerca a los gringos locos, porque éstos al creerse tener mucho dinero, pueden cometer sus sistemáticas violaciones a los derechos humanos, los arrebatos muy propias de sus idioteces abusando de esta aldea que llaman planeta, y donde lamentablemente tiene la exclusividad de “poseer todas las virtudes, ningún defecto”.
Cristianamente, se considera al gringo loco como “el mejor representante del Diablo”. Gringos babosos, ridículos e invasores –se escucha el grito de sentencia de la sociedad-, porque siempre traen una carga de mala intención, el diablo metido en su alma.
Entienden, igualmente, que, porque viven en un mundo donde el blanco es el que nunca sufre y nunca le va a pasar nada, lo extraordinariamente es que se hacen un mal reflejo de ellos mismos; realmente ellos están más locos que una cabra…, o cualquier loco declarado siquiátricamente enfermo, sin ofender a los que realmente están declarados como dementes.
Para las sociedades del mundo, los gringos no tienen cultura, son solo consumistas cabezas huecas que lo único que les pasa es que viven con el miedo de que alguien los defenestre o los ataque físicamente como aquel 11 de septiembre; solo piensan en denigrar a los demás para que no se les vea la debilidad.
Una población estúpida por tanto consumo de drogas; que no sabe lo que quiere; todo les es fácil si les va en gana; como resultado, hacen cosas sin sentido, están profundamente resentidos. No son personas que gusten, sino que han involucionado como seres humanos; su vida como calidad no vale nada.
Pese a ello, existen ciertas esferas sociales que dicen lo contrario, si bien fustigan a quienes califican, acometen con instar a conocerlos primero antes de juzgar, aunque el gran favor que les hace Trump, es ese el de considerarlo el principal loco que salió del closet de la chistera gringa.
No obstante de ello, se reconoce que Estados Unidos tiene todos los adelantos tecnológicos; que su primer mundo cuenta con las mejores universidades, una vida de glamour de película… so pena que eternamente la comunidad mundial está celosa de un país como ese. No toda la gente es mala, y sería una pena que se califique de esa manera a los gringos locos. Pero hay de locos a locos.
En México, por ejemplo, existe un espécimen que ahora le han dado por llamarle el Trump López, que sólo Andrés Manuel está al asecho para criticar lo que hace mal el Señor Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Pero en la farándula de este circo político mexicano, los animales políticos utilizan la coyuntura para hacerse notar o hacer leña del árbol caído.
Entre los que se consideran en Estados Unidos “republicanos” y otros “demócratas”, están cortados por el mismo filo de la tijera que los define como gringos locos versus mexicanos locos. Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador, dos sujetos que revolucionarían a sus pueblos por la chistera de la locura, en caso de trepar al máximo poder de cada una de sus naciones.
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