¡…Guerra de papel…! Morena, un partido chueco, fraudulento y falta de probidad

  •  Morena, un partido chueco, fraudulento y falta de probidad
  •  Ya prepara otro gran fraude, otro gran engaño y otra gran sangría de recursos públicos en materia educativa

Infinidad de agentes de poder tienen la piel tan fina que ante cualquier intento de leer la acidez de la prensa cuando se refiere a funcionarios públicos que aparentan ser decentes pero en la praxis es todo lo contrario, se quejan airadamente; incluso les da hasta urticaria que podría tener un desenlace de salud en cualquier hospital público o privado, con pronóstico reservado de vida o muerte.
En infinidad de ocasiones en esta columna se ha abordado el tema de la “deshonestidad valiente” de nuestro extraordinario “camarada” Andrés Manuel López Obrador, pero a sus operadores pareciera que también se contaminan de esa incómoda urticaria porque luego-luego protestan por la crisis que atraviesa la conducta del famosísimo Peje.
Quisieran tapar el sol con un dedo, cuan equivocados están, porque no entienden que la política es un gran negocio para quienes usufructúan este medio donde todos desean ser vividores del erario público para tener mayor poder.
El Peje ya lo ha comentado en infinidad de ocasiones, que no le fastidia la crítica fundamentada o no, pero sí le debería de preocupar que si algún día no existiera periodista crítico que le diga sus verdades, tendrá que mediar que lo haga con apremio.
No obstante de ello, sus operadores de comunicación social están perdidos porque en lugar de mediar con los medios críticos, pretenden atentar en contra de la libertad de expresión, ejerciendo amenazas que no prosperarán, so pena porque no son periodistas de carrera.
Ciertamente, como lo ordenaría el “camarada” Vicente Fox, expuso jurídicamente la validez de que México goce de una prensa libre pero responsable, que no hable por hablar, o difamar por dañar moralmente a esos urticarios que de una u otra forma, están preocupados por salir en la foto.
Sus propósitos son vanos porque para calzar los tacones del “camarada” tabasqueño, están muy lejos de ellos, no solo por lo controversial que pudiera parecer sus acciones impulsadas por el afán de tener mayor poder, sino contrario a la tesis de la lógica de honestidad.
Recientemente el periódico Excélsior público una referencia sobre este tema en lo particular. El fallecido periodista, catedrático y abogado Miguel Ángel Granados Chapa, alertaba que las universidades patito de López Obrador, solo corresponden en la construcción de células desestabilizadoras en materia social en contra del Gobierno federal en turno.
Y mire nada más mi estimado lector, el rotativo asegura que “Morena, es el partido más opaco en materia de transparencia”, y dentro de sus programas educativos, vivirá un fracaso más en la cimentación de “sus universidades”.
De las que ya parecen fallidas universidades de Morena en la Ciudad de México, muchos catedráticos a los que recurrió El Peje, fue ilustrado por maestros del Instituto Politécnico Nacional (IPN) quienes le construyeron el plan y estructura de estudios…
Pero el todo poderoso iluminado Mesías de Macuspana, entró en conflicto de intereses a grado de no pagarles los sueldos prometidos a ese gran equipo de sinodales , sino que trató de convencerlos que era por el beneficio de México… otro graso error del señor Peje porque cree que todos son de su condición política, económica y financiera fraudulenta…
Según Raquel Sosa, encargada del proyecto, sólo dos de las cinco universidades de Morena en la Ciudad de México, están en trámite de certificarse ante la Secretaría de Educación Pública (SEP). El resto no han iniciado el proceso de validación.
Además, la catedrática Sosa advirtió que sus instalaciones todavía no están listas pues hacen falta recursos. Y para rematar, la militante de Morena asegura que mientras su partido gobierna delegaciones, estados y cuente con diputados federales y locales, podrán seguir ofreciendo educación.
Y es que estas universidades estarían financiadas con el 50 por ciento de los sueldos de los servidores públicos de la agrupación. Por donde se vea, en Morena se prepara otro gran fraude, otro gran engaño y otra gran sangría de recursos públicos.
El grado de explotación es inadmisible porque la escuela del Peje es la de saquear los bolsillos de los propios trabajadores, como si se tratara de que éstos deben pagar “derecho de piso” para mantener los privilegios que el mismo poder de forma cómplice los amalgama.
Y es que si no existen salones de clases, no hay acreditaciones y no se han asignado recursos, entonces difícilmente existirán las universidades que prometió la Morena de Obrador.
Eso sí, cada mes, los inquisidores de Morena cobran a sus servidores públicos la mitad de su sueldo, arrojando una serie de interrogantes: ¿y las prerrogativas que asigna el INE? ¿Esas cómo las gastan? ¿A dónde van? ¿Por qué hace falta recaudar más dinero? ¿De qué vive realmente López Obrador? ¿Sigue siendo un saltador de caminos?
Por cierto, todo indica que nadie nunca sabrá cómo y en qué se gasta el dinero Morena. ¿Por qué? Porque, además, el periódico El Financiero publicó que Morena es el menos transparente de los nueves partidos políticos nacionales.
Y es que nadie en la dirigencia nacional del partido y sólo es 5.71 por ciento de los integrantes del grupo parlamentario, han presentado sus tres declaraciones: la patrimonial, la fiscal y la de conflicto de intereses.
“¡Tremenda lección de la valiente honestidad de la iglesia de López Obrador..!”, acusan sus maldicientes que no son unos cuantos, sino millones de electores que no están de acuerdo cómo es que López Obrador se ha salido con la suya de ir de engaño por engaño, como si se tratara de ejercitar su acción en la revisión del voto por voto…
Pero los temas académicos pejistecas no tienen ninguna comparación, con los planes de estudio que imparten calificados catedráticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuyo rector ha advertido que existe una dramática cifra de 4.4 millones de analfabetas que ensombrece la calidad de país que es México.
De tal suerte que El Peje marrullero, si bien en su época colegial fue un pésimo estudiante -conforme a la lectura que arroja su historial académico, con 18 materias reprobadas-, cómo es posible que un sujeto con esa “brillante carrera estudiantil”, ose ahora engañar a toda una nación que sufre, día a día, de los malos políticos que buscan llegar a la cúspide del poder presidencial.
Sus calumniadores que emanan del Partido de la Revolución Democrática (PRD), desde la tribuna de la Asamblea Legislativa demandaron investigar a las pejescuelas, porque carecen de predios, planes de estudio, permisos de las autoridades de la SEP, ni un equipo de catedráticos.
El diputado local del PRD, Mauricio Toledo, pidió a las autoridades de la Ciudad de México investiguen el “arranque” de las Universidades de Morena –ya conocidas como pejescuelas-, para evitar el uso electoral de la educación y un posible fraude al erario, además de que carecen de validez oficial.
Dentro de esta Guerra de Papel, el perredista aseguró que las Universidades de Morena no es un asunto serio, ya que hasta el momento no cuenta con predios, carece de planes y programas de estudio; no tienen permisos oficiales; no hay maestros contratados, falta inmobiliario para impartir clases, hay un posible desvío de recursos, además de que en ninguno de los cinco planteles solicitó ante la SEP, el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE).
“A la fecha no se ha iniciado proceso alguno para la aprobación de estas escuelas ante la SEP, cuando ésta dependencia tiene una relación de las instituciones y programas educativos con RVOE, en la cual no aparece ninguna de Morena”, reveló.
Exhortó a las Contralorías de la Ciudad de México y a la de la Asamblea Legislativa, así como a la Unidad Técnica Especializada de Fiscalización del IE-DF, y a la Secretaría de Educación Pública federal, para que indaguen en la apertura de las pejescuelas del grado medio superior, sin validez oficial de la SEP para hacer crecer a los famosos rabanitos: rojos por fuera y blancos por dentro, pero con tendencias desestabilizadoras.

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