¡…GUERRA DE PAPEL…! Controversial
Controversial ha sido el tema que el propio doctor en derecho Édgar Elías Azar, Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, ha generado en referencia a su inminente ampliación en el cargo que ha ocupado desde hace ocho años, y que a lo largo de ese tiempo, ha tenido buenos resultados para el desarrollo y beneficio social lo que representa todo el aparato de justicia de la ciudad.
Ha despertado una gama y/o crisis de suspicacias políticas, ya que estudiosos en materia del Estado de Derecho, unos aplauden que permanezca en ese cargo el jurista guerrerense para que cristalice sus proyectos planteados desde un principio, como es la consolidación de la Ciudad de la Justicia; y otros lenguaces, de plano muestran su apatía guardando posturas crispantes que no conllevan a ningún sitio por demás aclaraciones de tesis y jurisprudencia quieran enarbolar.
Si bien se han escuchado voces discordantes en la relación a un reclamo histórico que el también político guerrerense ha actuado de forma injerencista en su pretendida reelección, los escrupulosos afirman controversialmente que en el Tribunal de la avenida Niños Héroes, debe haber continuidad en las reformas y mejoramientos desarrollados en los dos últimos cuatrienios en el órgano judicial de la ciudad más grande y sobre poblada del mundo.
Elías Azar aclara que el Tribunal no requiere a Edgar Elías Azar en este momento, sino a un presidente que tenga la fuerza y el entusiasmo para poder serlo. En entrevista, admitió que los pilares de la Presidencia del TSJDF, son el Pleno mismo de magistrados y el Consejo de la Judicatura, que también él preside.
Acepta que hay presiones y críticas injustificadas sobre su postulación, pero niega que haya un bloque de Magistrados en su contra, que pretenda desestabilizar la elección, prevista para noviembre; mientras el 12 de octubre se define el número de candidatos que buscarán este cargo. Defendió su candidatura al afirmar que “a mi juicio, es muy importante que no haya cambios, ¿por qué razón?, se preguntó para conjeturar:
“Porque si hay cambios, el que me vaya a suceder va a tener que traer una cadena, un proceso de aprendizaje, no quiere decir esto, y estoy muy lejos de pensarlo, que yo no sea sustituible, de eso no hay duda, pero se trata de un proyecto en el que yo he venido trabajando, ha venido trabajando todo el equipo en el Tribunal”.
Columnistas político-judiciales interpretan que “hacer justicia desde la justicia”, es un acierto que el doctor Elías vele por los intereses de la Ciudad de México, es decir, es “un acierto” -políticamente hablando-, la polémica reeleccionista de Édgar Elías Azar al frente del TSJDF.
En los hechos -y no es que se afirme o no, o que pudiera ser un “sentido de reclamo” por la nostalgia o que se revivan los anales de la historia concerniente al espíritu de la “no reelección”-, forma parte de un poder autónomo que sus inquilinos deben hacer respetar; que no debe haber injerencia alguna de ningún otro poder, como es el legislativo.
Tanto estos dos poderes deben guardar el respeto constitucional, y no generar polémicas innecesarias de lo que pudiera estar pasando en la casa de alguno de ellos, para evitar el chismerío del vecindario.
El doctor Elías, afirman, ha realizado un muy buen trabajo en el Tribunal y cuenta con el respaldo, respeto y admiración de la enorme mayoría de los magistrados. De ello no existe duda, y se considera igualmente que sería un sinsentido impulsar un cambio precisamente cuando se está en la etapa final de aplicación de la justicia oral.
Pero los arrebatos de los atrabancados también sobresalen a la luz pública, pues tan solo de conocer de quien provenga reclamos fatuos, es un reflejo que no están de acuerdo en todo. Son retrógradas de la sociedad. La antítesis del desarrollo. Esos tormentosos iluminados actúan de forma autónoma, que se dicen ser representantes de su Mesías, que si no obedecen conforme a sus conflictos de intereses, quienes los circundan lo ven todo mal, se vuelven incómodos.
Lo anterior, referente a las expresiones arrebatadas de César Cravioto, coordinador del Grupo Parlamentario de MORENA en la VII Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), de quien se acusa que desconoce realmente la reforma a la Ley Orgánica del Poder Judicial en el Distrito Federal, porque no es abogado. Actúa de forma autómata, tiene que ser un ciego y obediente de lo que diga su Mesías llamado Andrés Manuel López Obrador, al oponerse de la reelección del magistrado presidente, Edgar Elías Azar.
Si bien es cierto que las reformas las aprobó la VI Legislatura y nadie las impugnó, es de recordarse que el presidente del TSJDF cuenta con el apoyo de 61 de los 80 magistrados y es quien mejor conoce la transición judicial en la Ciudad de México.
En la quimera, el vicecoordinador de los diputados perredistas insertados en el refugio legislativo de Donceles, Raúl Flores lamentó que MORENA se meta en la vida interna del TSJDF.
La Calificó la intromisión como “una actitud reprobable” porque los diputados no tienen por qué meterse y mucho menos caer en el exceso de calificar al presidente del TSJDF, Edgar Elías Azar. Insistió en que decidir si se reelige o no el actual Ministro Presidente le toca definirlo internamente al Tribunal.
Y no es para menos. Es urgente que Cravioto reabra sus textos académicos en relación al Código del Respeto Irrestricto hacia para las instituciones republicanas, porque eso de andar abriendo el “pico” nada más porque se siente “perico verde” y representante del agitador número uno de México (Andrés Manuel López Obrador), cree él que todo es fácil para solucionar serios conflictos.
Evocando al escritor colombiano Gabriel García Márquez, con su novela “El coronel no tiene quien le escriba”, Cravioto no solo necesita re-cursar de forma urgente la materia de civismo, sino que se establece una barrera inmunológica, es decir, al César no tiene quien le explique los dones de la historia contemporánea.
Urge que su equipo logístico le contrate los servicios de un catedrático para que le explique qué significa esa frase y sus definiciones. Pero Cravioto como es de MORENA, será mucho muy difícil que aterrice en la congruencia de sus dichos y hechos.
Mucha gente de la sociedad ha emitido un juicio popular, para que alguien le explique al diputado César Cravioto que no es cuestión “ni de cuates ni cuotas ni de reelección” en el Poder Judicial, sino de continuidad en un proyecto en el que el mismo Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, apuesta para que la ley sea aplicada.
Ya lo dijo el titular del TSJDF, Edgar Elías Azar, estar dispuesto a dejar el cargo, pero quedan muchas cosas por hacer y podrían retrasarse en el nuevo sistema penal acusatorio.
Una muestra de respeto republicano es la postura del Jefe del Ejecutivo local. Se negó a externar críticas o fundamentaciones jurídicas innecesarias que pudieran violentar la división de poderes entre el Ejecutivo y el Judicial, referente a la reelección de Edgar Elías Azar al frente del TSJDF. Pese a ello, solo atinó en señalar que no se metería en ese asunto.
Pero los morenistas son émulos y siervos del primer político recalcitrante en contra del sistema gubernamental, Andrés Manuel López Obrador.
El trasfondo tiene un tinte político.
Cravioto, si bien remarca su demanda para que el doctor Elías se aleje de la idea de alcanzar su pretendida reelección al muy estilo Porfirio Díaz, amenazó con que el Grupo Parlamentario del Partido MORENA en la VII ALDF, presente una iniciativa para reformar el Artículo 33 de la Ley Orgánica del TSJDF. Pero es una intentona que no tendrá éxito porque la mayoría de las minorías se opondrá a la supuesta mayoría relativa que posee MORENA.
También es cierto que el doctor Édgar Elías Azar lleva todas las de ganar, porque independientemente que los morenos insistan -con dedo flamígero- no estar de acuerdo con su ampliación al frente de la casa blanca de la justicia de la ciudad de México, su proyecto es idóneo para que la ciudad tenga un aparato de justicia mejor desarrollado.
En fecha reciente, frente a la Comisión de Presupuesto de la ALDF, Elías Azar requirió de la sensibilidad del Poder Legislativo para que en las deliberaciones parlamentarias de la Ley de Presupuesto y la Ley de Egresos para el Ejercicio Fiscal-2016, se le aumente un presupuesto, que hoy se eleva a 11 mil 751 millones de pesos, hecho tan urgente como tener agua potable y vigilancia, pero no quitará el dedo del reglón porque ese incremento urge.
Los paleros también salen a relucir, y el columnista Miguel Ángel Velázquez, en su columna Ciudad Perdida, que aparece cotidianamente en el periódico LA JORNADA, mostró su músculo para apoyar al “compadre” López Obrador de Doña Carmen…, para que su Mafia en el Poder que ocupa espacios en la ALDF, cuente con el apoyo de la “prensa nacional”.
Dice: “LA NECEDAD DE AZAR.- Afirmó que el presidente del TSJDF, Edgar Elías Azar, se empeña en demostrar que ‘lo suyo, lo suyo, lo suyo’, es torcer la ley para seguir en el cargo otros 4 años, pese a la oposición de algunos magistrados”.
Describe que ya se reeligió hace 4 años, por lo que le toca hacerse a un lado y dejar que alguien más llegue al Tribunal.
Para tener una idea de cómo se las gasta Edgar Elías –dice el columnista-, basta recordar que el TSJDF se negó a aceptar una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para la reparación del daño a la ex pareja sentimental del Ministro en Retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), David Góngora Pimentel, por la pensión de sus hijos. Y pretende hacer parecer como una nueva elección cuando claramente se trata de una reelección.
Las controversias no cesarán. Elías Azar será objeto de la crítica innecesaria y sin valor. Su actuación al frente del TSJDF ha sido encomiable porque poco a poco, ha ido transformando el Aparato Impartidor de Justicia, que a estas alturas del nuevo milenio, la Ciudad de México tiene que estar actualizado conforme a la modernidad.