Fue un día de luto

Por Guillermo Robles Ramírez

El pasado 22 de abril en marco de la celebración por el Día Mundial de la Tierra, de los 38 alcaldes de Coahuila, el único que sí le preocupó fue el Edil, José María Fraustro Siller, al firmar el convenio entre la Secretaría del Medio Ambiente de Coahuila, y la asociación civil Profauna para la conservación de la Sierra Zapalinamé.

Algo que realmente es digno de aplaudirse, porque solamente nos preocupa el medio ambiente, pero no se hace nada al respecto, además de las retóricas, sino con acciones, como lo hizo el alcalde José María Fraustro Siller; mientras que el resto de sus homólogos no tomaron medida alguna, como sucedió con Ramiro Durán, en la cabecera municipal de Arteaga, que es donde se encuentra la mayor parte de la zona boscosa de Coahuila, y área turística. Lo mismo sucedió con el resto del país, en donde mandatarios estatales y municipales, no le dieron esa importancia, quedando fuera de la agenda política la concientización sobre la contaminación y su importancia de la conservación de la biodiversidad. Al menos en medios de comunicación nacional así como estales de importancia, nada brilló, al menos que haya sido en las cuentas personales de sus redes sociales en donde los políticos piensan que logran un impacto de informar, siendo eso una total falsedad y una gran credibilidad dentro de la fantasía e imaginación de quienes comunican de esa manera.

La única concientización que se vio en el Internet, y medios impresos, fueron hechas por los mismos periódicos, o medios de comunicación, ya sea por un artículo, reportaje, e incluso columnistas editoriales. También varias organizaciones no gubernamentales, pero con respecto al sector político, fue casi nula.

Y no se diga del gobierno de la Transformación que transforma todo en puros caprichos, como el proyecto inconcluso del Tren Maya, que su manera de festejar o dejar claro su postura por el Día Mundial de la Tierra, es la tala de más de 7 millones de árboles entre 2019 y 2023, al menos eso aceptado a una solicitud de información. Aunque para quienes son un poco desconfiados a esa cifra oficial, los que viven por el tramo de esa mega obra de la 4T, en Cancún, aseguran que la cifra se queda corta y además no se contempla lo que señalan organizaciones medioambientales, la contaminación por diésel de agua limpia en Quintana Roo, derrumbe de cuevas, cenotes, la deforestación de vida vegetal y animal.

Mientras que 54 años atrás, es decir, en 1970, hubo un movimiento ambientalista en donde más de 20 millones de estadounidenses se manifestaron en la calle en busca de un mejor medio ambiente. La modernidad y la decisión política se han encargado de ir esfumando cada vez más esa lucha.

¿Hemos hecho algo para cuidar nuestro medio ambiente o, simples campañas?

Se nos olvida que todos somos parte integral de un ecosistema llamado Tierra, es decir; el aire, el agua, la tierra, los animales y las actividades de los seres humanos están contribuyendo a un tremendo estrés en el sistema de la Tierra por seguir desarrollando nuevas maneras de vivir mejor con una tecnología de punta.

Pero el ser humano se comporta como una plaga para la Madre Tierra, acabándonos los recursos naturales para poder alimentarnos; viéndonos a la necesidad de someter los alimentos a la ingeniería genética, al igual que el animal comestible inyectándoles esteroides, además de más químicos, porque la cantidad de gente en el mundo sobrepasa la productividad del sustento comestible.

Cada día somos más, y por ende se requiere más espacio para vivir, restándole extensión a la naturaleza. No hay necesidad de ser un científico para saberlo; el simple hecho de observar el mundo que nos rodea, sabemos que está cambiando.

El calentamiento global, la fusión de los icebergs, los mares y el aumento de inundaciones repentinas en ciudades donde nunca caía una gota de agua, huracanes, sequías, maremotos, olas de calor y otros desastres naturales son cada vez más comunes y lo que es peor muchos fenómenos naturales en lugares inimaginables. La Madre Naturaleza nos está reclamando; con cada uno de los impactos climatológicos.

Nosotros estamos acabando con el planeta azul, ya sea por accidentes nucleares o derrames de petróleo sobre el océano, y aquellas empresas o países irresponsables que pelean para ser una potencia mundial. Pero en su lucha, tarde o temprano, la Tierra nos cobra la factura.

En cada país existen eventualidades que lamentar, en cada localidad pasa lo mismo, pero no se hace nada al respecto, sino hasta que no sucedan las cosas sin saber cómo actuar.

Para Coahuila, el Día Mundial de la Tierra y el Día Mundial del Medio Ambiente son días de luto por cada tragedia sucedida en nuestra entidad, como son los incendios en nuestros bosques de las sierras de Coahuila.

Provocadas o no, siendo lamentablemente la primera la causa principal; simplemente la Tierra no perdona y sabemos que para su recuperación tardaremos años para que nuestras zonas boscosas puedan sanar.

Un tema que, a muchos alcaldes, gobernadores, presidentes de la República mexicana, e incluso ni siquiera ahora a los actuales candidatos para Presidente de México, está dentro de sus discursos y mucho menos para la agenda política. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva) www.intersip.org

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