Por Luis Alberto González

El metro de la ciudad de México ha sido tema de gran interés entre los mexicanos, no sólo en la capital de la república, sino para todas las personas pensantes quienes han visto como se ha politizado el tema por la visible y notable falta de mantenimiento a un metro viejo que tiene más de 50 años y que tratan de ocultar ahora diciendo que: “hay muchos recursos”, “que sí se hace el mantenimiento”, pero sobre todo lanzando acusaciones sin poderlas comprobar.

Prueba de ello es la detención de Viviana a quien acusaron de haber arrojado unas aspas de lavadora a las vías férreas, pero días después salió libre porque demostró que se le cayeron y como ama de casa, nunca realizó un sabotaje al metro.

Ante la baja en la popularidad de la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, hoy intentan hablar de sabotaje, de intentos de desestabilizar al metro, pero en su afán de limpiarle la cara a “la corcholata” consentida de Palacio Nacional y la fiscalía está fabricando culpables.

Como en el caso del conductor de la línea 3 del metro acusado de homicidio y lesiones de más de 100 personas en el choque de dos vagones el pasado 7 de enero, pero ya lo vincularon a proceso.

A Carlos Alfredo a quien señalan como responsable de lo que las autoridades llamaron en su momento un incidente, que no accidente, hoy le quieren aplicar todo el peso de la Ley, porque el metro desatendido por la Sheinbaum pide al trabajador 260 millones de pesos para la reparación del daño, además de pagar 120 mil pesos por cada uno de los lesionados.

Pero les pregunto, ¿saben cuánto pago la jefa de gobierno a los lesionados por el desplome de la línea 12 del metro el 3 de mayo de 2021?

Pero a las todas las víctimas de la línea 12 que salieron lesionados en total les pagaron 650 mil. Es decir que, al conductor, que por cierto ya lleva dos operaciones de cadera, le exigen pague a los más de 100 lesionados 120 millones de pesos y la Sheinbaum solo los indemnizó con 650 mil pesos.

¿Verdad que no miden con la misma vara?

Pero peor aún, a 1 año 8 meses, no hay culpables, no se ha aplicado la justicia, y se ha protegido desde quien construyó la línea dorada que fue Marcelo Ebrard o a quienes no dieron mantenimiento a la línea 12 del metro durante años.

Pero el tema del metro no para ahí, ahora el Director del Sistema de Transporte Colectivo Metro Guillermo Calderón denuncia que el crimen organizado está robando el cableado y que durante 2022 fueron sustraídos más de 4 kilómetros de cable. ¿Y porque no han actuado si lo sabían?

Y luego dijo: “Es un robo de grupo organizado que sabe cómo hacer la sustracción de grandes volúmenes y sabe cómo comercializarlos”.

Pero además dio cifras como estas: En diciembre de 2022 hubo seis robos, en los que se extrajeron 353 metros de cable y en enero fueron robados 739 metros.

Asimismo, comento que antes de la entrada de la guardia nacional a vigilar el metro hubo 4 robos de cable donde se robaron 530 metros y ya estando la Guardia Nacional hubo 3 hurtos con un total de 209 metros de cable.

Lo cual demuestra que los robos siguen aún con la vigilancia de más de 6 mil elementos de la Guardia Nacional y 6 mil de la policía bancaria e industrial.

No cabe duda que buscan mil y un pretextos para defender a su jefa y tratar de “taparle el ojo al macho” con esa falta de mantenimiento y vigilancia al metro de la ciudad de México.

Y la pregunta obligada es si saben que existe el robo desde hace muchos tiempo y conocen en que tramos se realiza el mismo, ¿Por qué no han puesto vigilancia desde hace meses o años de día y de noche en esos tramos del metro?.

¿Entonces es robo, sabotaje, negligencia criminal de las autoridades o todo junto?

Dudas y preguntas son muchas, pero las autoridades quieren justificarse creyendo que la sociedad no es pensante, que no se dan cuenta, pero lo peor es que inventan culpables y aplican el dicho mexicano: “Aplíquese la ley, pero en los bueyes de mi compadre”.

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