Guillermo Robles Ramírez

En su paso por el norte del país

Por Guillermo Robles Ramírez

            ¿Sabe usted por qué el día de hoy no fue a trabajar? Seguramente si se encuentra en una edad productiva o nueva generación, a lo mucho su respuesta será porque es descanso obligatorio y ahí dice en la ley.

            Eso, en el mejor de los casos. Ya que habrá muchos que ni siquiera les importe sino exclusivamente el que ya tocaba el fin de semana larga para poderse divertir y extender el “pachangón”.

            Ahora bien, ni es el uno, ni es el otro, ya que hay gente que se llena la boca diciendo que viene en la ley, confunden la Carta Magna con otra disposición constitucional, es decir, hoy es considerado como feriado en nuestro país de acuerdo al decreto del Artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo, en donde el tercer lunes de marzo en conmemoración del 21 de marzo se celebra el Natalicio de Benito Juárez, ex presidente de México en su periodo de 1858 al 1872 y considerado para los historiadores el precursor de la consolidación de la nación como República.

Hay mucho que se puede decir de Benito Juárez sonando a retórica, pero para los coahuilenses no debe ser considerado como un día de descanso más,

Sino debemos considerarlo como un día tan importante, como se le da a un familiar cuando cumple años, aniversario de bodas, quince años o simplemente cuando se le recuerda con una misa dedicada a un ser querido cuando ya está muerto.

Sin ser exagerado de los valores cívicos no podemos negar que Coahuila de Zaragoza, es considerado como una entidad privilegiada por que fue precisamente aquí en donde dejó plasmado su huella en los ejidos, poblaciones y municipios que visitó en su recorrido hacia El Paso del Norte.

Nada más por iniciar, hay que recordar que el 7 de enero de 1864 llegó a la ciudad de Saltillo acompañado de su familia y de sus ministros a la residencia que se conoce como El Recinto de Juárez, donde permaneció hasta el día 2 de abril. Ahí recibió la visita de muchos de sus simpatizantes, en ese mismo lugar recibió de manos de la señora Petra del Bosque, una ayuda económica para la causa de la patria.

También fue en la capital de Coahuila, que durante su estancia expide el Decreto que separa a Coahuila de Zaragoza, de Nuevo León y publicado el 26 de febrero de 1864.

Pero Saltillo no fue el único municipio donde se hizo su presencia sino también en Viesca donde queda como recordatorio de esa visita histórica una placa en la casa donde se hospedó: “En esta casa se hospedó el 21 de agosto de 1864 el Licenciado Don Benito Juárez, Benemérito de las Américas en su ruta al Norte”.

Del municipio de Viesca en agosto de 1964, población de la que parte a las cinco de la mañana del 4 de septiembre 1864 para continuar su recorrido hacia el norte para arribar aproximadamente a las doce horas del día a “El Gatuño”, hoy Congregación Hidalgo, acompañado de sus Ministros Guillermo Prieto, Sebastián Lerdo de Tejada y José Ma. Iglesias, guiados por don Jesús González Herrera, lugar, donde hace entrega del Archivo de los Supremos Poderes a Juan de la Cruz Borrego, quien en unión de otros lugareños los custodió valerosamente hasta su entrega, por el mismo Juárez, en febrero de 1867.

Después su paso por Mapimí, Durango, donde el 8 de septiembre de 1864 firmó el Decreto mediante el cual el Rancho de Matamoros fue elevado al rango de villa, hoy Matamoros, Coahuila de Zaragoza, finalmente su estancia a la ciudad de Chihuahua, Chihuahua, donde el 24 de noviembre de 1866 expide el Decreto para que una pequeña población con el nombre de La Estancia, ubicada en la margen izquierda del Río Sabinas, pasa a ser la Villa de San Juan de Sabinas.

Su huella que dejó en su pasar en el Estado de Coahuila de Zaragoza, no fue lo único por lo que se le ha recordado, sino también en cada ciudad existen sus monumentos con motivo de su natalicio para rendirle honores y tampoco olvidemos que en cada poblado de nuestro país existe un mercado con su nombre “Benito Juárez” como representación del que así se le puede considerar y sin presunción como hijo del pueblo, distinción que se gana por sus hechos y entrega a nuestro país pero nunca como una frase utilizada para el populismo político.

Visionario y protector de los niños ya que con su pluma hizo posible que en México se garantizara los derechos de los menores de edad cuando fue Presidente de México, Benito Juárez García, con la Declaración de los Derechos del Niño. Proclamada por la Asamblea General en su resolución 1386 (XIV), de 20 de noviembre de 1959.

Como verán no es simplemente un día más sino es el puntero para que nuestros gobernadores, alcaldes y presidentes de la República en turno se pongan a reflexionar y dejar a un lado sus propios intereses de cómo acumular dinero con dinero de nuestros impuestos.

 Cierro esta columna con una de las muchas frases de Benito Juárez, “Como hijo del pueblo nunca podría olvidar que mi único fin debe ser siempre su mayor prosperidad” (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org