El ser humano: Hombre cautivo o libre

Los hábitos, son un conjunto de respuestas mecánicas, reforzadas ya sea por estímulos internos o externos.

El conjunto de hábitos de una persona, define la condición de un ente que ha logrado ser domesticado.

Lo señalado, podría considerarse una percepción extrema de la cotidianidad del ser humano, sin embargo, solo es el reflejo de una sociedad que vive bajo la dictadura de las costumbres gregarias.

Me explicó:

La condición natural del ser humano es la libertad, sin embargo, su seguridad y sobrevivencia obligan al ser humano a vivir en sociedad y a adoptar el conjunto de costumbres, hábitos y creencias que los van convirtiendo en la medida en que se desarrolla, en un ente atávico.

Y aunque el conjunto de costumbres, hábitos o creencias podría creerse, son una decisión personal, lo cierto es que las exigencias sociales, terminan por minar la voluntad de cualquier persona, obligándola a adoptar el modo de ser del grupo social al que pertenece.

Esto no es ignorado por las corporaciones políticas o económicas quienes, en su beneficio, crean a su antojo, hábitos que el conjunto social termina por aceptar y convertirlos en prácticas cuasi necesarias.

El ser humano, proclive a las prácticas gregarias se convierte en virtud de esta condición, en un objeto moldeable. Los ejemplos en este sentido, son múltiples.

 El calendario se encuentra saturado de celebraciones ficticias. El interés político, en amasiato con el económico se ha encargado de crear en el imaginario social, la creencia de que es necesario celebrar a la amistad, a la madre, a los niños, a los abuelos, etc, en una fecha específica.

Las celebraciones llegan a tener tanto arraigo que no es difícil observar reacciones de frustración social, cuando no se tienen los recursos suficientes para responder, en virtud de una práctica que exige consumir productos y cumplir con las falsas “exigencias sociales.”

Y es que, una vez que se ha insertado y adoptado como una práctica social, resulta difícil para cualquier miembro del grupo, sustraerse o negarse a su práctica, ya que la sanción social, presente en severas críticas, obliga al renuente o rebelde a ajustarse a las “normas sociales”

La dinámica impuesta por cada una de las celebraciones, impiden vislumbrar lo absurdo de cada una de ellas, pues en sentido estricto, se programa para que cada uno de los miembros de la sociedad ajusten sus afectos en virtud de un calendario.

No es complicado desentrañar los afanes de los poderes, que bajo la mascarada de un supuesto romanticismo, ha ido estructurando el perfil de un hombre vendado que se deja guiar por la mano de un corporativo hacia su propia destrucción ya que este tipo de prácticas y reacciones lo convierten en un ínfimo ser unidimensional.

Lejanos quedan los propósitos universales de un hombre libre, ya que en cada una de las circunstancias donde se desarrolla, se encuentra unido a un conjunto de condiciones que lo sujetan.

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Justicia plena para el maestro José Manuel Fernando Moreno Vera, catedrático de la Universidad Politécnica de Pachuca, quien es víctima del autoritarismo del rector Marco Antonio Flores González.