El Sendero de los Iluminados: Yo soy mi redentor

Por Alan Prado

La libertad y el orden constituyen la base de la educación fundamental de una ideología sin ataduras, que nos conducen hacia la maduración del concepto armónico dentro de la esencia misma de la palabra, que ilumina las oscuridades más profundas de nuestra mente, brillando en un ascenso de lo que simbolizan los conocimientos básicos de la médula universal del razonamiento único, donde no existen más respuestas y preguntas, porque al lograr atravesar los abismos de la discrepancia, se entiende la unidad y el todo, en la aceptación de nuestro ser, en todo y en nada, cuando aceptamos que formamos parte del todo se desvanecen nuestros temores y sufrimientos permitiendo la conciencia para expresar únicamente la belleza del pensamiento legítimo.

El pensamiento legítimo y libertador , aquel de un verdadero idealista con gran virtud y moral inquebrantable.

No hay crecimiento sin heridas. No hay evolución sin dolor. No hay ascenso sin una noche oscura del alma. Sea cual sea el estado al que queramos llegar, sea cual sea el reino al que queramos entrar, el camino estará salpicado de zarzas. Pero lo que viene después, a quienes se les ha concedido la gracia de hacer propia esta experiencia, no se puede expresar con palabras.»

«No hay un Cielo donde la gloria resplandezca ni un Infierno donde los pecadores se abrasen, ¡Es aquí en la Tierra donde conocemos nuestros tormentos ! ¡Es aquí en la Tierra donde sentimos nuestros goces! ¡Es aquí en la Tierra donde están nuestras oportunidades! ¡Elige este día, esta hora, pues no existe redentor alguno!.Di en tu corazón: «Yo soy mi propio redentor».

Alan Prado  

(AMEP 11:11).

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