El Sendero de los Iluminados: ¿Que es lo que te preocupa?

Por Alan Prado

Sin duda, en la actualidad se encuentran numerosos cuerpos inertes que flotan en la melodía de la vida, mientras que otras personas llegan como viajeros de diversas partes del país a lugares denominados sagrados, donde se congregan para experimentar una purificación. 

Me da la impresión de que imploran más por la muerte que por la vida, debido a que en el país que me dio la vida, la existencia es sumamente dura, con la pobreza dominando sus vidas; parece que solo venimos al mundo para padecer y lamentarnos por el hecho de que las personas viven en condiciones desdichadas. 

Esta parece ser la causa de la tristeza que afecta a la mayoría. 

 ¿Quién desearía llevar una vida llena de sufrimiento? 

Se encuentran en un error, puesto que donde hay tristeza, también puede hallarse alegría. Al florecer una hermosa planta, sabemos que eventualmente morirá, y en este mundo, la existencia sigue de manera constante, siempre en movimiento, nunca permaneciendo igual; así, todo se transforma, al igual que la vida humana. 

No obstante, mientras se tenga conciencia de que la muerte nos aguarda, nuestra existencia estará marcada por el llanto y la tristeza. 

Incluso al intentar a lo largo de nuestra vida superar el sufrimiento y buscar el amor y la felicidad, al final, nada de eso perdurará más allá de la muerte. 

 Si no lo comprenden. ¿Por qué, a pesar de ello, llegamos a nacer? ¿No podemos desafiarnos ante algo tan completo y eterno como la muerte? 

 ¿Acaso lo han olvidado? 

La muerte no representa el final absoluto; no es más que otra fase de transformación. Nunca lo olviden; la muerte no marca el cierre de nuestra existencia. 

Aquellos que han accedido a esta vida y han sido reconocidos como grandes maestros han conseguido trascender la muerte. 

Si tú también logras entender esto, te elevarás por encima de tu naturaleza humana y te convertirás en uno de los seres más cercanos a la sabiduría. Las flores surgen y luego marchitan. Las estrellas destellan, pero eventualmente se apaguen. La tierra, el sol, nuestra galaxia, e incluso algo tan vasto como el universo, finalmente dejarán de existir. 

En comparación, la vida humana es simplemente un breve suspiro. En su corto tiempo en este mundo, un ser humano nace, ríe, llora, pelea, sufre, se alegra, se lamenta, encuentra el amor o experimenta el odio mortal. Todo ello quedará como un simple recuerdo.

Luego, todos caemos en el sueño eterno que se denomina muerte. 

¡Dejen que el viento los lleve! 

 ¡Sean libres! 

¡Practiquen la generosidad! 

Alan Prado (AMEP 11:11).

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