Por Alan Pardo

La vida es un misterio tal que nadie puede comprenderlo, y cualquiera que pretenda comprenderlo es un ignorante. Si eres sabio, esta será tu primera comprensión: no puedes comprender la vida. Comprender es imposible. Sólo esto puede entenderse: esta comprensión es imposible.

El hombre que es completamente lógico, completamente cuerdo, siempre cuerdo, que no permite nada ilógico en su vida, es un loco. La razón debe equilibrarse con la locura; La lógica debe equilibrarse con lo ilógico.

¿Las razones de tu sufrimiento? Querer controlarlo todo, querer que las cosas sean como uno quiere, quedarse con lo que no puede ser, querer que el pasado sea diferente, querer que los demás sean como uno quiere, no querer aceptar. Tú mismo tal como eres en cada momento. En definitiva, vive en tu mente y piérdete en el presente.

Recuerda que el pensamiento mismo determina en qué te conviertes. Este es el misterio eterno. Si la mente habita en un ser supremo, habrá virtud y aprenderá a su manera a destruir las ilusiones del mundo. Por lo tanto, la destrucción es también otra forma de hacerlo de la creación, que no es ni bella ni sutil.

Se debe aceptar quien eres rechaza todo lo que te imponen. Acepta tu yo más profundo que has traído del más allá y entonces no sentirás que te falta nada. Una vez que aceptas incondicionalmente, de repente sientes un estallido de alegría. Comienza a regocijarte, tu vida se vuelve extática.

El gozo de la alegría y del placer termina donde comienza el reino de Dios, el ateísmo y la rebelión son la oportunidad de volver a la inocencia, donde el hombre no está en deuda con los dioses, donde la redención es una fantasía y donde el hombre está libre de toda culpa, donde todo es un nuevo comienzo , un nuevo sendero sin ataduras.

AMEP 11:11 (Alan Prado)