Por Alan Prado

El problema de identidad, es una buena manera de explicar por qué no hay materia viva y no-viva, sólo materia.

«En el museo marítimo han conseguido salvar el barco original en el que se cree que navegaba el gran guerrero Teseo. Sin embargo, el barco está en mal estado y hay que repararlo y sustituir gran parte de sus piezas. La pregunta es ¿seguiria este siendo el Barco de Teseo? Después de que fueron reemplazadas y reparadas casi en su totalidad «La respuesta seria: no es el barco original, pero si la estructura original, y con la misma funcionalidad.

A la llamada materia viva le pasa lo mismo: es una estructura configurada por partes en ultima instancia intercambiables por otras similares ( y asi lo hacemos, con celulas dividiendose y creciendo para volver a dividirse, en una cadena constante de «sustituciones»): Esas partes que se cambiaron son en realidad la materia que añadimos desde el entorno, y el hecho de que entren a formar parte de una estructura no hace que cambien en nada por si mismas. Asi, una persona renueva la practica totalidad de sus celulas y sin embargo nadie tiene problemas en aceptar que es la misma persona, porque tiene su apariencia, habla como ella, se mueve como ella.

El problema surge cuando los grupos de diversas comunidades identificadas como LGBTTTIQ+, que han surgido en la actualidad en términos reales, exiguen ser reconocidas como individuos completamente diferentes y distintos a su género sexual o incluso humano, surgiendo con esto controversias y conflictos en la sociedad y en las ciudades que gozan de leyes estructuradas, con esto surge el problema de identificación de las personas, esta paradoja nos puede dar respuestas a este tema que es importante que se resuelva solo como el respeto a sus creencias o identificación definida por las personas, más no en una exigencia y obligación de éstos grupos para que ese problema de identificación sea normalizado y se tenga que aceptar la percepción de estos individuos de grupos en toda la sociedad, con esto agrego que invariablemente estos individuos se sometan a diversas operaciones y cambios estéticos o externos, invariablemente la persona seguirá siendo la misma, pongo algunos ejemplos: el finado artista de renombre «Michael Jackson», que a lo largo de su vida se sometió a varias intervenciones quirúrgicas , cambiando incluso el color de su piel y después de todos esos cambios estéticos ,la sociedad lo siguió identificando como «Michael Jackson», o puedo poner un vehículo al que le cambio de color , en realidad seguirá siendo el mismo vehículo, con la misma funcionalidad y características como se adquirió y que describe la factura, así como estos puedo mencionar más.

Si el individuo se identifica con alguna otra identidad que no fue la natural de su nacimiento, se puede respetar incluso hasta tolerar hasta cierto punto permitible que sea congruente, más no ser impuesto y que quieran que sea visto como un suceso natural, ya que poniendo los ejemplos anteriores, el intérprete de «Triller» fue hasta su muerte identificada como Michael Jackson, así mismo si yo quiero ofertar el vehículo al que le cambie su color y realice algunos cambios, el vehículo seguirá siendo el mismo de origen y que describe la factura y valdrá solo lo calculado en base a su versión.

Es pues esa estructura ( y las funciones que le permite) la que define a un individuo concreto, aunque este en un constante proceso de cambios a nivel material. Vivo o muerto no es mas que una manera de definir la asociacion de la materia, dependiendo de su estructuracion y la funcionalidad que tiene. Si no se tienen en cuenta estos parámetros, no existen los «vivos» ni los «muertos».

Alan Prado ( AMEP 11:11).