
El Sendero de los Iluminados: La desnaturalización del ser humano
Por Alan Prado
«En la actualidad, los impostores de la compasión, los religiosos, las deidades y otras entidades construidas por el hombre han sustituido a los embaucadores, sanadores, hechiceros y magos engañosos, quienes, desde nuestra perspectiva como herederos de la verdad, son meramente quienes pervierten esta última, calumniadores que anhelan venganza contra la existencia.
Este mundo se ha convertido en el refugio de los subordinados de una clase que ha logrado tomar decisiones en todos los ámbitos.
Los herederos de la luz nos encontramos en la cumbre, excluidos de cualquier tipo de categorización y doctrina, elevados en pensamientos que son dignos; además, estamos inmersos en un contexto de distinción, hoy asumimos la responsabilidad de ser portadores de vida y verdad, constituyéndonos en la fuerza más poderosa y persistiremos en moldear el mundo conforme a nuestra imagen.
Rechazamos al pesimista, al conformista, aquellos que se adhieren a cátedras sobrenaturales que consideran divinas, a los criminales y a los viciados, así como a toda esa esfera que concibe a una entidad mágica y divina como redentora.
Nosotros, como una fuerte legión, nos enorgullecemos de no sostener falsedades, de ser directos, irónicos y cínicos frente a cualquier sensación de culpa, aunque con frecuencia caigamos en los vicios de esta sociedad.
El problema radica en que la mente que nunca logra alcanzar un estado de claridad. El cerebro se asemeja a una cabaña rural poblada por entidades demoníacas. Estos seres que te visitan con frecuencia, y su número ha ido aumentando con el tiempo. Elaboran delicias a partir de la esencia de los sufrimientos. Se nutren de tu ansiedad, conscientes de que la necesitas para avanzar.
Todo depende de la cantidad. Un exceso de ansiedad provoca que el cuerpo colapse. Una carencia te deja en un estado de parálisis. Sin embargo, el demonio más implacable eres tu mismo.
Alan Prado (AMEP 11:11).
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