Por Arturo Ríos Ruiz

* Todo un grito de inconformidad

* Resonó aquí y allende fronteras

«Narcopresidente» «NarcoPresidente», fue el grito que imperó en el Zócalo, el que hizo resonar en el interior por las ventanas de palacio que debió cimbrar a quienes se encontraban ahí.

Hubo alusiones a Martí Batres: “Cuéntale bien Martí”; porque en otras ocasiones de inconformidad ha declarado falsedades, como la cantidad de asistentes con cifras de desdén en un intento maloso para disminuir el efecto en general. A pesar de las tomas reporteriles que exhibían la realidad.

De acuerdo a observadores, desde una hora antes, la plancha central de la ciudad, desde una hora lucía atascada y Paseo de la Reforma, atiborrada desde el Ángel de la Independencia, hasta la plaza mayor. Comentaristas estimaron que fue la mayor protesta ciudadana de la década en el país.

Respecto a la marcha dominical, Lorenzo Córdova Vianello, exconsejero presidente del INE, denunció al Presidente, de querer destruir la escalera que lo encumbró a la Presidencia, y de encabezar un «proyecto de regresión autoritaria». Además, acabar con las instituciones constitucionales del país.

«Hoy todo eso está bajo amenaza, pasamos más de 40 años construyendo una escalera democrática, y hoy, desde el poder, quién llegó a ese primer piso por libre voluntad de la ciudadanía, pretende destruir esa escalinata para que nadie más pueda transitarla», declaró.

El Zócalo Capitalino fue arrebatado a quien se adueñó de él desde 2018 en el que resonó el grito de aversión en recuerdo de los últimos días en que se acuñó el mote que le incomoda. El de “Narcopresidente”, que con pruebas se han difundido sus narco-compromisos desde 2006.

Córdova Vianello recordó que hace apenas cuatro décadas, en México no había elecciones libres y democráticas; «eran tiempos de un pensamiento único y se ejerció autoritario del poder. Había un partido hegemónico y absorbente». Lo que fue el PRI.

Las pruebas: iniciativas, se busca desaparecer a los órganos autónomos para que las tareas vuelvan al Ejecutivo tal y como sucedía hace 30 años cuando estaba a cargo de una Presidencia autoritaria»: Las que el presidente ha impuesto desde que llegó y que paulatinamente corrobora hacia la imposición.

Lorenzo Córdova, dijo que «no se puede pedir democracia siendo oposición y destruirla sistemáticamente siendo gobierno», y advirtió que lo que hoy está en riesgo son las condiciones para votar en libertad, y las instituciones autónomas. Lo que no se permitirá. sentenció

Ése fue el temor del mensaje de Lorenzo, que abarcó rubros de los perjuicios ocasionados «Les decimos sin titubeos, la ley sí es la ley», concluyó.

La marcha en la capital, tuvo réplica en otras 26 ciudades del país, lo que incrementa la demostración de la protesta del rechazo con la actuación del gobierno federal, plagado de abusos y corrupción, desde la familia del mandamás, al igual que aquellos trabajan con él.

Queda pendiente la decisión de la sociedad, la Clase media, tiene en sus manos la posibilidad de cambiar la pretensión de socavar el país; su voto electoral, tendría el poder de frenar el atraso al que se le pretende llevar.

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