Por Guillermo Robles Ramírez

            En esta semana se llevó acabo el Día Mundial contra el Cáncer, celebrado cada año el día 4 de febrero promovido por la Organización Mundial de la Salud, Unión Internacional Contra el Cáncer y el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer.

            Al igual que el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, el 19 de octubre y el Día Mundial del cáncer de Próstata el 11 de junio, el objetivo del primero mencionado en el párrafo anterior se trata de hacer conciencia a la prevención y poder tener un mayor control de esta enfermedad que puede pasar en cualquier organismo del cuerpo humano e incluso, sangre y piel.

            Por su definición el cáncer es una “enfermedad que se caracteriza por la transformación de las células, que proliferan de manera anormal e incontrolada”, de acuerdo a la Real Academia Española. Exceptuando en el caso de la leucemia que se trata del cáncer en la sangre.

            Se tiene estimado que a nivel mundial el cáncer provoca anualmente 9,6 millones de muertes de los 14 millones de casos nuevos por esta enfermedad se diagnostica a nivel mundial, es decir, en una escala menor se traduce que uno de cada dos varones y una de cada tres mujeres tienen cáncer.

            Entre los diez más comunes está el cáncer de colon, próstata, pulmón, mama, vejiga, estómago, riñón, páncreas, Linfoma No Hodgkin, y leucemia. Evidentemente existen más y tampoco el orden de los ya mencionados no significa una numeración en importancia ya que cualquier tipo de cáncer será siempre el peor para quien lo padece.

            México se encuentra atravesando una crisis de desabasto de medicamento para poder tratar esta enfermedad en sus instituciones de salud pública, en donde el gobierno federal justifica dicho desabasto como resultado de la corrupción en la administración pasada, así como el monopolio cuando este mismo no existe puesto por su propia naturaleza de la palabra significa que solo una empresa tiene el absoluto mercado, cosa que no sucede ya que en anteriores administraciones eran cinco empresas quienes cubrían la demanda del 80 por ciento del mercado.

            Mientras que muchos pacientes de todas las edades se encuentran en la lucha del cáncer, y el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador; prefiere luchar contra la corrupción en lugar de hacer funcionar la 4T así como lo hiso con la Lotería Nacional para la Asistencia Pública, que con tan solo chasquear los dedos como si fuese,  el genio de la lámpara de Aladino, en dos tres días, se cambió la Ley Orgánica para que este organismo de asistencia pública pudiera rifar el avión presidencial, es decir, premiar en especie en lugar de dinero. Ahí queda demostrado que teniendo tan solo la voluntad se puede hacer las cosas.

            En nuestro país fue un día de luto el Día Mundial contra el Cáncer, el pasado 4 de febrero ante la falta de sensibilidad para los mexicanos que padecen alguna enfermedad de cáncer puesto que el problema que tal pareciera más inducido que un desabasto real por parte del gobierno federal para “dizque” combatir la corrupción en lugar de combatir el cáncer con hechos, ya que la autoridades ya advirtieron que no se trataba de una situación que se pudiera resolver de manera inmediata sino que es algo que tardará por tratarse de una corrupción y monopolio que viene arrastrándose años atrás. Y esa es la prioridad para la 4T, que es sinónimo de la voluntad de AMLO. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org