Dos años después, Julian Assange sigue en un limbo sin justicia

Quito, 17 jul (PL) La suerte del fundador de Wikileaks, Julian Assange, continúa en manos de la justicia sueca, pero desde Estocolmo no parecen dispuestos a dar pasos para solucionar el caso del periodista que lleva dos años de incertidumbre.
La reciente decisión tomada por la Corte del Distrito de Estocolmo de mantener la orden de detención contra el australiano lo condena a permanecer asilado en la embajada de Ecuador en Londres, donde ya lleva más de 24 meses en una situación casi de privación de libertad, sin haber sido nunca juzgado en un proceso formal.
Los abogados de Assange anunciaron que apelarán la decisión tomada por la justicia sueca, como parte de los intentos legales para poner fin a la situación.
Assange está acusado en Suecia de supuestos delitos sexuales y desde ese país piden su extradición, pero el australiano asegura que se trata de una estratagema para luego enviarlo a Estados Unidos, donde es perseguido a causa de las delicadas revelaciones realizadas por su organización.
WikiLeaks destapó en 2010 cientos de miles de cables diplomáticos confidenciales y documentos oficiales que ponen en evidencia irregularidades y violaciones cometidas por Washington en cuestiones como las guerras en Iraq y Afganistán.
Aunque Ecuador le concedió asilo, el Reino Unido le niega el salvoconducto para trasladarse al país suramericano, por lo que está obligado a permanecer encerrado en la legación diplomática e impedido de llevar una vida normal desde el punto de vista laboral y social.
Sobre esa cuestión, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, ha sostenido que se trata de una violación a sus derechos humanos, en tanto sufre numerosas privaciones pese a que nada se ha demostrado en su contra.
Otra irregularidad denunciada por Quito y Assange es la negativa de las autoridades suecas a tomar acciones con vistas a adelantar en el caso, pues por ejemplo, se rehúsan a interrogarlo en Londres mediante videoconferencia u otras vías.
Tal postura atenta contra las propias leyes de ese país en tanto ellas establecen la obligatoriedad de llevar a cabo los procesos legales correspondientes para asegurar a las personas el menor tiempo posible en situación de incertidumbre, así como que la privación de libertad no dure más de lo debido, ha explicado el diplomático.
En la audiencia realizada esta semana, la Fiscalía no solo señaló que no tiene motivos para cambiar la orden de detención, sino que una vez más rechazó entrevistar al informático pese a los constantes ofrecimientos realizados por la defensa.
Para justificar la negativa, arguyó que ante casos de delitos
sexuales se suele necesitar más de una vista con el acusado y tomarle muestras de ADN, además de alegar un eventual riesgo de fuga.
En consecuencia, la situación de Assange continúa estancada y ni suecos ni europeos parecen estar dispuestos a hacer algo para cambiarla, pese a que en manos de ellos está la solución al conflicto, según ha repetido el presidente ecuatoriano, Rafael Correa.
Mientras, el periodista que ha alcanzado celebridad internacional por revelar al mundo una cara no conocida de la política norteamericana seguirá encerrado en una embajada en Londres, alejado de su familia y con posibilidades de que continúe el deterioro de su salud, que ya ha sido afectada.
Por su parte, el gobierno ecuatoriano reiteró el compromiso de
continuar protegiendo a Assange y sus derechos humanos.
Dos años es mucho tiempo: es hora de dar una pronta solución al caso contra Julian Assange y garantizar el respeto a sus derechos humanos, señaló Patiño en su cuenta de la red social Twitter, para luego reafirmar la voluntad de cooperar con la justicia sueca.

Deja un comentario