*Suicidios de Amor
*La Presa en Sonora
*La Nueva Cofradía

Vamos a imaginarnos un escenario utópico: que las esposas de quienes han sido presidentes en México se decidieran a hablar como lo ha hecho la ex mujer del presidente francés, Valérie Trierweiler, contando al mundo las supuestas hipocresías de su marido, Francois Hollande; lo peor es que subrayó el desdén del socialista por los pobres a quienes llama “desdentados” en línea contraria a sus pomposos discursos oficiales sobre la igualdad y los proyectos sociales. Resulta, por lo visto, que la demagogia de la izquierda no es exclusiva de un país, ni de un continente. Se desarrolla tan rápido como el imparable virus del ébola, una especie de flagelo de la miseria contra la abundancia y los desequilibrios financieros extremos; viene del África y se expandirá por el tercer mundo –al cual pertenecemos-, mientras las potencias toman sus providencias.
Imaginemos, por un momento, que Cecila Occelli González, primera dama durante el periodo de la barbarie salinista, confirmara que fue golpeada por su marido cuando supo que había llegado al Hospital Inglés, de Constituyentes, dispuesta a agredir a una célebre artista, la muy bella Adela Noriega, quien estaba por entregarle un hijo al ex mandatario. El duelo entre los elementos del Estado Mayor fue terrible y pudo terminar en una matazón íntima entre los custodios del mandatario que servían a la paciente y los de la señora. Ya en casa, carlos salinas no se contuvo por el atrevimiento de Cecilia y ella debió permanecer varias semanas fuera de las candilejas; después, se incorporó como ejecutiva de Sanborn´s aunque Carlos Slim Helú niegue que es su socia.
Igualmente, Nilda Patricia Velasco, mujer de ernesto zedillo, podría revelar los escarceos de su marido con Julia Carabias, a quien designó secretaria de Medio Ambiente, Pesca y Recursos Hidráulicos –sin resultados bonancibles-, pese a su condición de esposa, nada menos, de José Woldenbergh, en funciones entonces de consejero presidente del IFE y uno de quienes fraguaron la primera alternancia asegurando que, al perder el PRI, se había alcanzado la democracia y sin detenerse a analizar las impugnaciones, si bien tibias pero significativas, sobre las actuaciones de los representantes del PAN y del propio vicente fox, el ganador quien traicionó sus postulados de cambio y acabó siendo el mayor de los panegiristas del continuismo, la antítesis.
¿Se atrevería Paloma Cordero de De la Madrid a mencionar los turbios pasajes de su difunto compañero de alcoba, a la que tanto faltó por otras apetencias? Si no quiere tocar la figura del muerto, podría contarnos cómo fue su reacción cuando sentó a la mesa de Los Pinos, por primera vez, al novio de su hijo Miguel, pese a su imagen de devota y conservadora ama de casa. No sería difícil encontrar, por tanto, los orígenes de la célebre cofradía de la mano caída, tan popular y redituable, que se ha extendido sin remedio al presente mexicano.
(Y que vuelva a constar: el anterior no pretende ser un comentario homofóbico, aunque algunos me estereotipen como tal, sino el relato de cómo se abusaba –y se abusa- de esta condición –igual que las mujeres sometidas al requisito del lecho para ascender entre las jerarquías y ocupar elevados sitios en alguno de los tres poderes de la Unión-, para asegurar complicidades del más alto nivel. Por eso ahora, algunos funcionarios, incluso varios gobernadores, son tan descarados).
Ya entrados en los gobiernos panistas hay tanto por contar que no alcanzaría en una sola columna. Si martita sahagún jiménez, la de las muchas faldas aunque escribamos su nombre con minúsculas por cuanto cercenó el liderazgo foxista y lo convirtió en su propio rehén, tuviera hojas, papel y talento, claro, podría narrarnos no sólo su propio calvario personal al contar con un marido privado de sus funciones eréctiles como corrobora un informe médico publicado en mi obra “Marta”, en 2003, sino igualmente debería explicar cómo es que acabaron en una pileta de agua, por no saber nadar se dijo, el principal de sus ujieres del Estado Mayor y otro de los elementos a su servicio. Sus nombres, en esta etapa de transparencia inmaculada, son guardados celosamente por los mandos militares, sobre todo porque el suceso ocurrió, precisamente, en 2004 y en el rancho de los fox en San Cristóbal, Guanajuato. Dos crímenes, hay evidencias de que lo fueron, sesgados para evitar cualquier incomodidad personal a la señora intocable, pilar en el fracaso del cambio propuesto por su marido y traicionado por la depresión aguda de éste, el Prózac y las ataduras que su mujer le impuso para mantenerse a su lado hasta ahora, contra todo pronóstico debemos reconocerlo.
Igualmente, martita, debería hablarnos de la verdad sobre su primer matrimonio, con el doctor Manuel Bribiesca Godoy, quien vive en Celaya pese a la asfixia financiera con la cual pretendieron extinguirlo sin lograrlo –no metería las manos al fuego por él, aclaro-. Él me confesó, a pregunta expresa, que “sólo una vez”, la señora que habitaría Los Pinos, “se le fue por la escalera” en clara alusión a la violencia de género como cúspide de los tormentos de los dos. “Era un patán”, exclamó un día martita sin acordarse de que hubo un tiempo en el cual era público el platónico amor con Fox mientras la esposa de éste, Lilián de la Concha, acomodaba sus piezas con varios cercanos amigos incluyendo su guardaespaldas.
Y ya más cerca, la señora Margarita Zavala Gómez del Campo, consorte de calderón, tendría espacios cautivos, por el interés caro, si optara por deslindarse del ex presidente, como muchas veces ha pensado si bien su elevada religiosidad la ata, y contar cuantas veces fue agredida por el alcohólico mandatario a quien pidió –y le oyeron- dejar de beber el día del sepelio d su “delfín” y algo más, Juan Camilo Mouriño Terrazo, gallego nacido en Madrid y afincado en Campeche. Y por unas semanas fue evidente que “jelipe” pedía en pública sólo refrescos de cola; pero muy poco duró el esfuerzo so pretexto de la tensión que le agobiaba pese a contar con un búnker, construido por órdenes suyas, en Los Pinos.
No me digan que la historia es intrascendente. No lo es porque refleja la personalidad y el perfil de quien dijo haber gobernada nuestro país, usurpando el poder, desde diciembre de 2006 a noviembre de 2012, hace menos de dos años. El señalamiento es oportuno ahora que calderón, ganándose carretadas de dólares por hablar de cuestiones ya sabidas –la pobreza en el mundo, el mismo tema escogido por su admirado predecesor, ernesto zedillo, el “gran simulador” para desplumar a universitarios y hombres de negocios de varias ciudades estadounidenses; ya quisiera verlos presentarse en foros mexicanos abiertos y no como el escogido para la presentación del inútil mamotreto de autoelogios calderonista-, y organizar periplos desde Harvard presumiendo de cuanto no hizo. ¿Por qué no nos ilustra, señora Margarita, para que pueda ganar usted la credibilidad necesaria con miras a ser nominada como candidata al Senado sin tener sobre los hombros todas las piedras reunidas por la gestión de su ingente cónyuge? Lo apreciaríamos, de verdad.
Ni qué decir sobre el mayor best-seller potencial: las revelaciones de Angélica Rivera Hurtado, primera dama del México actual y considerada una de las más guapas del mundo –hay diversidad de opiniones al respecto, no la mía-, sobre lo que el propio peña nieto confió a este columnista acerca de las interrelaciones con su primera esposa, Mónica Pretelini:
–Por naturaleza –me dijo, en 2010, el entonces gobernador mexiquense-, soy infiel. No lo niego: me gustan mucho las mujeres y he tenido dos hijos fuera de matrimonio; uno murió de cáncer –una enfermedad que revoletea por la residencia oficial-, y el otro vive con su madre. Esto conflictuaba nuestra relación de pareja.
Y mucho tememos que la señora Rivera, con sus desplantes al posar, seductora, en revistas de moda y mostrarse sensual en cada acto en el que acompaña a su esposo, no ha estado exenta de vivir una situación similar aunque lo de ella tiene otro cariz… del cual hablaré en mi próximo libro, próximo a ingresar a prensas.
Debate
Entre los gobernadores de mayor calado en México y siguiendo la secuela con la que pretendemos abarcar a todos los demás, tiene un sitio especial el mandatario de Sonora, Guillermo Padrés Elías, quien ganó en las elecciones por la gubernatura aprovechando, políticamente, la tragedia brutal de los bebés quemados en la clínica ABC de Hermosillo, por cierto concesionada, entre otros, a una prima de Margarita Zavala: María Matilde Gómez del Campo. Claro, la señora en cuestión, fue absuelta tras el brutal suceso, con pérdida de cuarenta y nueve vidas de pequeños quienes no tuvieron la menor oportunidad de salvarse de las llamas, ocurrido el 5 de junio de 2009, un mes antes de las elecciones por la gubernatura.
Por allí anda, sin la menor preocupación, el ex mandatario Eduardo Bours Castelo, priísta, quien en su afán de ponerse a salvo mandó quemar papelería comprometedora en el solar adjunto al almacén que servía como guardería, extendiéndose el fuego criminal hacia sus víctimas. Da escalofrío pasar por allí; yo lo hice y me estremecí al observar los rostros de los niños muertos que parecían pedir justicia. Y ni que decir del nefasto panista, Juan Horcasitas Molinar, responsable del IMSS que concesionó a los parientes del presidente en funciones las instalaciones que podrían, más bien, haber servido como bodega en cuyo caso, tendríamos vivos a medio centenar de chiquillos correteando por parques, jardines y colegios. ¡Asesinos!
Pues bien, el tal “gobernador” Padrés, panista naturalmente, no sólo negoció con Bours el respaldo a éste a cambio de una alternancia favorable para los dos, se ha mandado construir en su rancho, nada menos, una presa… que retiene el agua a varios poblados aledaños que requieren del líquido para la agricultura. Pero, para él, ¿qué son los pobres? Lo mismo que para el francés Francois Hollande, el socialista que les llama “desdentados” a pesar que dice defenderlos. Las ignominias no son exclusivas de México pero esto no nos hace bien alguno como pretenden quienes, cuando vamos a la baja, coinciden en que hay quienes están peor para pretender redimir a las malas administraciones gubernamentales.
Padrés es un cínico, un mal mexicano, un infecto gobernador. Basta conocer la construcción de su presa particular para entender hasta donde llega el nepotismo y la ruindad entre la clase panista que pretende retornar a los primeros sitios con una militancia de doscientos setenta mil mexicanos; los demás, cerca de un millón, se fueron apenas cesaron sus nexos económicos con los gobiernos de esta filiación. No son sólo francachelas, “moches”, sobornos, invitaciones a la farra con sexo-servidoras; es un conjunto de oprobios contra quienes creyeron que el PAN tenía alguna autoridad moral.
La Anécdota
Preguntan e insisten los amables lectores acerca de si ha sobrevivido la célebre “cofradía de la mano caída”. No sólo eso: va en aumento porque algunos de sus fundadores, entre ellos emilio gamboa patrón quien fue privadísimo secretario del extinto miguel de la madrid, permanecen asidos a la impunidad y con fuero constitucional para colmo.
Hemos detectado a cuatro gobernadores, a varios secretarios de Estado e incluso a algunos de quienes integran la cúpula del poder. Tengo en mi poder testimonios y documentos que lo corroboran, incluso de algún preso que no cesa de insistir, desde su refugio en los Estados Unidos, haber sido violado en la cárcel por el pecado de haber sido relegado del lecho de un poderoso mandatario. Les va un nombre, Agustín Humberto Estrada Negrete quien ya ha declarado, cuanto dice haber sufrido, a los cotidianos de Los Ángeles. Las turbiedades no tienen límites.
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Web: En construcción.
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
LA VERDADERA HISTORIA DEL PODER EN MÉXICO NO LA VAN A ESCRIBIR LOS MERCENARIOS QUIENES TIENEN PUESTA LA CAMISETA DE ALGUNOS DE LOS PRINCIPALES DIRIGENTES DE MÉXICO, SEAN DE UNO U OTRO PARTIDOS. USTEDES, AMABLES LECTORES, LA VAN IR DESCUBRIENDO, POCO A POCO, PERO NO ES SUFICIENTE: DEBEMOS APURARNOS ANTES DE QUE SE MUERAN LOS PROTAGONISTAS O ALEGUEN SU EDAD AVANZADA PARA SALVARSE DE LA CÁRCEL.