Desafío: Vandalismo Político
*Vandalismo Político
*Cifras Preocupantes
*Partidos Reprobados
Debemos analizar un nuevo modelo para la conducción del Estado: el vandalismo político, liberado de todo rasgo de humanismo y de justicia social. Lo tenemos a la vista cuando el Legislativo, por ejemplo, en su mayor parte se arroga la facultad de ponerle candados a la soberanía popular mediante métodos heterodoxos con miras a crear una inmensa confusión. ¿De dónde salen los radicales y anarquistas –nombrados así sin conocer la esencia de este movimiento revolucionario-, si nadie se atribuye, ningún partido o grupo mucho menos el gobierno, las acciones deplorables que siembran el caos urbano al final de las manifestaciones pacíficas de protesta?
Tenemos, para contrarrestar las falacias oficiales, la posibilidad de analizar algunas de las posturas de los jefes policiacos o castrenses que, de plano, parecen llevar adelante una suerte de guerra fría contra la gran comunidad nacional. Esto es, considerando que la libre manifestación de las ideas tiende a golpear el “prestigio” de las instituciones cuando es evidente que éstas, hasta el momento, no han sido útiles para detener el flujo de una justa, explicable, crispación general consecuencia, precisamente, por la torpeza en el accionar de los mandos y la continuidad de los actos de barbarie que tienen atemorizados a los mexicanos y, de paso, sorprendidos a los extranjeros que insisten en cuestionar cómo pueden darse escenas tan dantescas como la narrada en el caso de los jóvenes de Ayotzinapa por el procurador, Jesús Murillo Karam, con estudiada pose de doliente cansado.
Uno de ellos llegó a la ignominia luego de las marchas citadinas del primero de diciembre. Marco Tulio López Escamilla, coordinador regional de la zona centro de la Policía Federal, arguyó que los visitadores y miembros de las Comisiones de Derechos Humanos “protegieron” a los radicales formando un cordón humano para rescatarlos de la represión luego de algunos actos de pillaje perfectamente orquestados, esto es con idéntica mecánica a los suscitados el primero de diciembre de 2012, con motivo de la asunción presidencial de enrique peña nieto, cuando la exaltación de la izquierda creó el ámbito perfecto para que los bien adiestrados vándalos hicieran de las suyas para atribuirle los costos a quienes se negaban a aceptar los resultados comiciales por cuanto contaban con pruebas de distribuciones ilegales de monederos electrónicos y vales de despensas; cuando menos, las empresas que entraron al juego, Monex y Soriana, han sido fuertemente castigadas por el mercado y la clientela que no olvida.
Sin embargo, hay testimonios fotográficos y fílmicos; en cierta medida, las redes sociales están desplazando a los informativos y convirtiéndose en un dolor inmenso de cabeza para quienes pretenden ocultarse detrás de bambalinas, difundiendo imágenes que no dejan lugar a dudas aun cuando los descubiertos buscan salidas burdas para evadirse de los señalamientos como la cuestión de las fechas, esto es si las imágenes corresponden a los hechos atribuidos a los agentes policiacos y militares vestidos como civiles. No cuentan, claro, que los testimonios directos y oculares de quienes recogieron las escenas y de los transeúntes y curiosos que los vieron, sorprendidos, mientras conducían sus automóviles o caminaban por las calles cercanas al Zócalo o al Campo Militar “Álvaro Obregón” –antes llamado Número Uno-.
Esto es, pese a la reiterada negativa en reconocerlo –igual sucedió al descubrirse la masacre de Tlatlaya perpetrada por una soldadesca incontrolable-, lo obvio no puede ocultarse; y es claro que, como en 1971, los grupos de supuestos radicales, infiltrados a las manifestaciones, provienen de campos de entrenamiento oficiales en donde se adiestra a los escogidos entre las tropas y los destacamentos para provocar el caos y culpar por ello a quienes exigen manifestarse “sin violencia”.
Por eso las palabras del réprobo, indigno sujeto que coordina la zona central para la Policía Federal, confirman lo expresado líneas arribas: si se atreve a juzgar, con prepotencia inaudita, a los visitadores de las Comisiones de Derechos Humanos, sin temblarle la mano que señala a los reporteros en forma amenazante –obsérvese la fotografía de La Jornada del miércoles 3 de diciembre, página doce-, que evitaron la represión violenta de muchachos y adultos, al estilo de las anteriores sobre todo la del 20 de noviembre, suponiendo que tales eran los anarcos listos a destrozar ventanas y apedrear restaurantes y hoteles a su paso, al final de la columna de miembros de la sociedad a los que, claro, pretende atemorizarse para que no salgan de sus casas. Una posición fascista que ya tiene apellido: peña nieto.
Buen trabajo el de los modernos “halcones” porque con sus actuaciones grotescas encauzaron a los legisladores que forman gobierno, la derecha representada por el PRI y el PAN, perdido el equilibrador centro y con extremismo evidente, a rescatar del olvido la iniciativa para reformar los artículos 11 y 73 de la Carta Magna a favor del derecho a la movilidad de los ciudadanos, no de los manifestantes, alegándose que se trastorna la vida urbana con plantones y marchas… que la misma sociedad genera por la indignación ante los rastros de sangre y a multiplicación de las fosas clandestinas sin que se explique a quienes pertenecen los cadáveres hallados; bueno, han filtrado algunos informes gota a gota. Y los cuarenta y tres normalistas –de cincuenta y ocho desaparecidos originalmente-, siguen en el limbo de las indagatorias; lo más sencillo fue darlos por muertos aunque los familiares insisten en la presentación de los cuerpos para creerlo porque en la región es frecuente el secuestro de inmigrantes centroamericanos y de no pocos luchadores sociales para esclavizarlos en las minas o en los laboratorios de goma de opio. Esta es la triste esperanza de los padres de las víctimas, no sé si peor a la información sobre sus asesinatos, quemados vivos.
El vandalismo político se cierra cuando los legisladores siguen a pie juntillas las líneas de la residencia oficial de Los Pinos, las hacen suyas y son capaces de ir en contra de la soberanía popular, sin plebiscitos de por medio ni la menor consulta. ¿No se darán cuenta de los niveles alcanzados por la crispación general? Ya no se trata sólo de estudiantes, como en 1968 y 1971, sino del colectivo, esto es desde niños a adultos mayores hastiados de mentiras y manipulaciones. (Yo no sé si se atrevieron a precipitar la muerte de Roberto Gómez Bolaños porque resultó muy oportuna para fines de comunicación masiva y con la obcecada idea, desbordada diríamos, de compararlo con el genio que dio vida permanente a “Cantinflas”. Lo tenía que expresar).
Escuchen quienes se dicen representantes populares a quienes solicitan votos y una incondicional adhesión por cuanto duran los períodos legislativos y el de la presidencia; menos mal que la execrable idea para posibilitar una reelección presidencial ha sido atajada como lo fue igualmente el descabellado intento de fox por apoyar a la terrible martita, la de las muchas faldas, para que fuera su sucesora cambiándose sólo de lugar en el lecho romántico, e impoluto por causas de fuerza mayor, en la cabañita de la residencia oficial. ¡Cuánto hemos soportado los mexicanos!
Por cierto, hace unos días, la “senadora” Luisa María Calderón colgó el auricular a mitad de una entrevista con José Luis López Sosa, simplemente porque le incomodaron las preguntas sobre su deplorable hermano felipe, el del sexenio de la barbarie que se canalizó al régimen en curso. Tal es una demostración más de la prepotencia alcanzada por quienes creen formar ya parte de la aristocracia mexicana por haber pertenecido a una de las “primeras familias”, las aposentadas en Los Pinos para desgracia de la ciudadanía en estado de indefensión ante las corruptelas que van agigantándose. La “casa blanca” y sus secuelas son claras pruebas de ello; por desgracia. Ya ni con lejía podrá borrar las suciedades de sus manos el mandatario federal en ejercicio.
Por ello sigue el clamor pese a las amenazas fútiles. Recuerden: mientras más se reprima, mayor será el desprestigio, si algo le queda, del gobierno peñista y las voces universales no callarán con las vanas advertencias para sembrar terror. No claudiquemos.
Debate
Por si fuera poco cuanto ha venido sucediendo, además la economía nacional comienza a precipitarse a un nuevo abismo, acaso más profundo que los encontrados en 1982 y 1995 cuando la caída de la misma alcanzó niveles preocupantes, de cuatro y cinco por cierto. Imagínense si, al desaparecer del todo el narcotráfico –una utopía que cuesta miles de cadáveres cada mes-, descendiera hasta en un ¡sesenta por ciento! No necesitamos explicar lo que ello significaría.
El hecho es que, a partir de las matanzas conocidas –creemos, honestamente, que hay mucho más que se nos oculta-, el peso perdió su endeble estabilidad y comenzó a precipitarse, en caída libre, ante el dólar y el euro, divisas cada vez menos al alcance de los mexicanos. ¿Es razonable aceptar las optimistas declaraciones de Miguel Mancera sobre que las ráfagas pasarán y volverán a estabilizarse? Valen tanto como las miserables promesas de abaratar la gasolina luego de encarecerla. Una especie de reetiquetación muy al estilo del penoso “buen fin” y de las ofertas pasajeras de temporada en las que se acaba por desembolsar bastante más.
Pero lo peor no es lo anterior. La drástica caída en los precios del petróleo, situados ya en el linde de los sesenta dólares por barril aunque con augurios de que caerá hasta 40 dólares la llamada mezcla mexicana, no sólo frena las expectativas de desarrollo e impiden alcanzar los pronósticos de un presupuesto federal basado en un precio por encima de los ochenta dólares sino, para colmo, se traduce en una mayor depauperación colectiva y en el abandono calculado de los presuntos contratistas privados de PEMEX, algunos de los cuales se han hecho, literalmente, “ojo de hormiga”. Todas las tendencias han sido catastróficas, a la baja, incluyendo los magros premios internacionales adjudicados a Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda, por intentar favorecer a los capitales foráneos o a la comunidad judía en México, entre otras.
La Anécdota
Alega Andrés Manuel que no se puede perder la esperanza. Aporta palabras mientras sigue siendo cercado por algunos de los peores personajes de la historia reciente del país: bartlett, salazar mendiguchía, monreal, martí batres, rené bejarano y su mujer además de las herencias nepotistas de algunos de los peores caciques de los litorales de México.
¿Habrá olvidado el viejo refrán popular “dime con quién andas y te diré quién eres”? Me temo que sí porque, entre otras cosas, los líderes de este país son poco propicios a leer, como fox, calderón y peñita. Ni les interesa contar con una biblioteca pero, eso sí, es abundante su videoteca y su egocentrismo. Nadie como ellos para ser cultos aunque no sepan ninguno de los supuestos títulos que los formaron.
Y el mal no es exclusivo del gabinete presidencial, por desgracia.
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Web: www.trinchera.mx
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
EL VANDALISMO COMIENZA CON LA CLASE POLÍTICA CAPAZ DE SIMULAR QUE FORMA A LOS VIOLENTOS PARA ATEMORIZAR Y FRENAR A LA SOCIEDAD POR SU HARTAZGO ANTE LA AUSENCIA DE SOLUCIONES Y LA CADA VEZ MÁS GRAVE INSEGURIDAD. ¿QUÉ NOS ESTARÁN OCULTANDO? SI PASARON NOVENTA DÍAS PARA QUE SE RECONOCIERA LA MATANZA DE TLATLAYA, ¿CUÁNTO MÁS SALDRÁ A LA LUZ Y CUÁNTO SE QUEDARÁ EN LAS PENUMBRAS DEL RÉGIMEN FASCISTOIDE?
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