Desafío: Iguala y su Escudo
Todos exigen justicia. En 1968, el movimiento estudiantil que fue guiado hasta la emboscada de Tlaltelolco contaba con la participación, sobre todo, de los jóvenes universitarios de la UNAM y de los alumnos del Politécnico, siempre atentos a las luchas sociales. Ellos fueron quienes exigieron justicia y no pudieron alcanzar la “mano tendida” que sirvió como eufemismo en los labios de gustavo díaz Ordaz quien jamás tuvo la intención de recibirlos ni de dialogar.
La diferencia con cuanto sucede hoy –entérese señor peña porque, de acuerdo a su edad apenas tenía dos años cuando ocurrieron los bárbaros acontecimientos de la Plaza de las Tres Culturas y, si se enteró de ellos, fue de rebote a través de sus familiares cuyas versiones seguramente no fueron las que reflejaron la realidad sino las oficiales-, es que la crispación no se reduce a un pequeño núcleo de la población sin la encontramos, sí, en estudiantes de escuelas privadas y públicas, incluso los niños de primaria hablan de su horror, profesionistas que arrancan sus carreras, adultos y mayores, bueno hasta los ancianos para quienes resulta frustrante, ominoso, atestiguar a donde fueron a parar sus esfuerzos por el desarrollo de nuestro país por causa de los ladrones, mafiosos y asesinos que tomaron el poder desde hace ya más de medio siglo.
Nadie se conforma y, por desgracia, se avizora una salida similar: la de una emboscada de inciertos resultados con “toda la fuerza del Estado” –debería decirse del gobierno para no confundir los términos-, como ya previó el propio mandatario en funciones. Ha sido penoso, angustiante, observar a los sardos vestidos de civiles, listos a provocar actos vandálicos para culpar a la sociedad civil en su conjunto o a los medios de comunicación y los críticos, rodeando las áreas por donde pasan las manifestaciones de protesta y simular que son radicales o anarquistas guiados por los recurrentes “intereses oscuros”, por supuesto con aires de expansión desde fuera hacia el territorio nacional; ¡y se olvida que ha sido el gobierno peñista el propiciador de esta negra etapa a través de sus reformas entreguistas!
Mienten, claro, cuando se alega que, por ejemplo, quienes tenemos tribunas públicas somos responsables de la mala imagen del país. Esto es como si algún periodista hubiese sido el primer portador de la influenza porcina desatada en abril de 2009 o fuese parte del pelotón de fusilería que acribilló a los veintidós civiles en Tlatlaya o incluso de la infeliz policía de Iguala, aliada con los sicarios llamados “Guerreros Unidos” para acallar las voces jóvenes, una especie de pecado el cual todos hemos cometido: el imperativo de desfogar las ansias para construir el futuro aunque se secuestren algunos camiones para festejar a los Pumas o viajar desde Ayotzinapa para intentar sumarse a las manifestaciones por el 2 de octubre y, de paso, boicotear el petulante informe de maría de los ángeles pineda villa –o beltrán leyva, como explico en “El Ama También Enferma”-, quien ordenó la represión e instruyó a su esposo, José luis abarca velázquez, para consumarla como el gran inquisidor de la región.
Esto es, al estilo de Fray Tomás de Torquemada quien ordenaba quemar vivos a cuantos consideraba “herejes” aunque muchos de los sacrificados no lo fueran. Un rasgo similar al que presentaba el miserable manuel bartlett díaz, convertido hoy en testaferro de una izquierda desmemoriada -¿cómo confiar en ella con estos personajes en la primera línea?-, a quien bauticé, precisamente, como Torquemada en plena gloria del ya extinto miguel de la madrid. Si existe el infierno está esperando al odioso personaje gracias al cual se llegó a la cúspide de la antidemocracia, en 1988, que ahora condena luego de ver una parodia fílmica en la cual omiten a quien fue el centro neurálgico de las cavernas hegemónicas.
Me preguntan, con razón, sobre el móvil que llevó al desenfreno de las policías y los sicarios en la terrible noche del 26 de septiembre. Debemos comenzar explicando que la región de Iguala es en donde se produce la mayor cantidad de goma de opio enviada en autobuses de pasajeros hasta el norte y la frontera con los hipócritas aduaneros estadounidenses y la CIA –que se lleva una enorme tajada- perfectamente enterados. Por eso, claro, los disparos contra el autobús de los futbolistas de tercera división, “Los Avispones”, refriega en la que resultaron muertos seis inocentes, incluyendo una señora que viajaba en un taxi y un joven atleta a quien se truncó la vida con la mayor vileza imaginable. Luego caería, más adelante, una séptima víctima. Y vendría, asimismo, la corretiza contra estudiantes con huaraches –como les exigía el director de la Normal de Ayotzinapa, José Luis Hernández Rivera, para que pusieran en el escaparate a su pobreza y pudieran engordar las alcancías; ¿por qué no está en la cárcel también este sujeto execrable?-, alcanzados en un momento y entregados a la banda criminal que dispuso de ellos hasta su exterminio ante las hogueras aunque sin plataformas como en el medievo.
Pero, además, por Iguala y hasta Cocula prosperan las minas de oro, con una enorme riqueza que va a parar a los bolsillos de los empresarios como los del nefasto “Grupo México”, de Germán Larrea Mota-Velasco, cuya producción es tan importante que no podría concebirse tras diversos acuerdos soterrados con “La Familia” y “Guerreros Unidos”. ¿Ya vamos entendiendo el porqué de la displicencia militar que observan pasar los armatostes, con personal armado hasta los dientes incluso sobre las “trocas” rebosantes de ametralladoras, sin detenerlas sino, al contrario, saludando marcialmente a los conductores y pasajeros mafiosos? Hay testimonios vídeo-filmados al respecto.
En realidad, los genízaros gorilones de Iguala esperaban recoger drogas, más que proteger a la señora imperial –una de tantas mujerzuelas que escalan el poder por la vía de los criminales de gran calado-, para su reenvío hacia el norte del país a través de autopistas realizadas ex professo por la derecha convenenciera y muy bien tratada. Tal debiera investigarse para responder cómo el señor Felipe calderón anda tan tranquilo, luego de simular una guerra que arrastró cien mil cadáveres, estos de verdad, y supuesto enemigo de los cárteles con mayor territorialidad sobre México. ¿Les suena lógico? Como no lo es, queda evidenciado el acuerdo soterrado que incluso permite a su esposa, la otrora discreta Margarita, proponerse para una candidatura con vistas al 2015 y, ¿por qué no?, al 2018. En el PAN todo nepotismo tiene cabida. Y nadie salva esa notoria inclinación gregaria que tanto cuestionaron a josé lópez portillo cuyo exceso de tetosterona le hicieron ser rehén de sus mujeres y proveedor de sus hijos y hasta sus nietos.
Con este panorama, el móvil se aleja de una represión contra jóvenes incómodos –se les restriega ahora que otros provenientes de la misma Normal incendiaron una gasolinera hace tres años-, y se acerca a los terrenos del narco y sus alianzas con el poder público. Minas y laboratorios de opio, muy bien cotizado entre la muy numerosa colonia china de la Unión Americana y México, son altamente apropiadas y no podrían operarse sin las “alcabalas” que se pagan a los narcos incluso para que sirvan como enlaces a los multimillonario dueños de tales negocios “misteriosos”. Quien resuelva judicialmente este enredo, dará con las verdaderas cabezas, los principales, de la industria de las drogas en nuestro país. Nada que ver con “El Chapo” Guzmán o “La Tuta” Gómez Martínez; los auténticos “padrinos” se encuentran en el norte, más allá del Bravo, con socios muy importantes –esto es con apellidos rimbombantes-, en territorio nacional.
Todo lo demás sale sobrando, salvo el hecho terrible de que sólo se habla de los 43 “desaparecidos” de Ayotzinapa –una población colocada en el mapa universal por la tragedia-, y no de los nueve mil, igualmente con paradero desconocido, a través sólo de los dos años del peñismo.
Ante los hechos, ¿quién puede negarnos el derecho a solicitar la salida de enrique peña para evitar que la indignación general confluya hacia un baño de sangre como hace cuarenta y seis años cuando la soberbia presidencial se impuso so pretexto de “salvar” las Olimpíadas?¿Valían más las competencias que las vidas jóvenes sacrificadas? Jamás podremos admitirlo.
Debate
En los países de Europa Oriental se han adelantado a las catástrofes previsibles. Desde hace dos décadas, cuando menos, empezaron a sufrir los embates del cambio climático y fueron preparándose para el peor de los escenarios: la sequía que podría dase en cualquier momento por las causas apuntadas. Ya no llueve con regularidad, pero, eso sí, han construido grandes presas y contenedores con canales incluidos para el riego y el abasto humano. Es impresionante observar, por ejemplo, lo que se ha hecho en Kazajistán, una de las Repúblicas pertenecientes a la antigua Unión Soviética que cuenta con una sólida raigambre turca más que rusa.
Michael Vetter, contertulio y amigo, presentó una cinta sobre este país, prácticamente desconocido en el nuestro, en la que expone una realidad inevitable: las próximas guerras, ya muy pronto, no serán por la ambición del petróleo sino… por el agua. Al escucharlo me cayó una angustia monumental encima: ¿y en México, cada vez más demandante del líquido, estamos preparados o seguimos despilfarrando cuanto tenemos… a manguerazos, como los usuales en las zonas residenciales del Distrito Federal, como, por ejemplo, Las Lomas en donde se ubican las residencias “en venta” de la muy socorrida Angélica Rivera Hurtado, la actriz mejor pagada de la historia en México y de un bajo perfil histriónico. Guapa, sí es, tanto que su anfitrión en un bar de Australia dejó a un lado una invitación de Obama para atender a nuestra “primera dama”.
En este momento ya falta el agua y nuestro gobierno es incapaz, hasta ahora, de resolver las querellas entre Tamaulipas y Nuevo León derivadas del uso de los cauces del Bravo. No se habla, claro, de los abusos estadounidenses que canalizan parte del caudal de los afluentes evitando que la riqueza hidráulica llegue e México. Todo quedó en una de las habituales cartas de protesta. Así nos vamos quedando sin petróleo, sin agua y sin dignidad. Buen trabajo, señor peña.
La Anécdota
En la tormentosa reunión con los Rotarios de Chapultepec –en donde fue evidente la trampa que me montaron aunque no funcionó porque puse en su lugar a los enviados de peña: su socio, el italiano Paolo Piazezzi, y el lugarteniente que fue del mafioso “La Quina”, Humberto Téllez-, me encontré con el hijo del célebre sargento Pedroza, conquistador de la medalla de plata en caminata de veinte kilómetros en la competencia más recordada de los Juegos Olímpicos de 1968. Se llama Vladimir y me dijo que, como su progenitor no alcanzó la presea dorada, sus jefes castrenses ¡lo arrestaron seis meses después!
–¿Y el nombre de Vladimir?
–Me lo pusieron en honor al ruso quien le ganó en la recta final. Él me decía que lo decidió así para asegurarse que, como aquel atleta, yo fuera mejor que él.
Un ejemplo de integridad frente a la ruindad militar y política.
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Web: www.trinchera.mx
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
ME TEMO QUE EN LAS ALTURAS SIGUEN SIN DARSE CUENTA DEL NIVEL DE CRISPACIÓN SOCIAL. Y VAN PERDIENDO EL TIEMPO MIENTRAS LA SOCIEDAD CIVIL COMIENZA A PREPARARSE PARA ACTUAR, ESPERAMOS QUE SIN VIOLENCIA. EL PRIMERO DE DICIEMBRE SE ANUNCIA COMO EL DÍA “D”, EN LA EFEMÉRIDE DE LA ENTRADA DE VILLA Y ZAPATA A LA CIUDAD DE MÉXICO. ¡POR FAVOR, NO QUEREMOS OTRO 2 DE OCTUBRE!
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