*Planes Postergados
*El PAN se Destruye
*Don Lázaro y el PRI

A unos días de que, de acuerdo a la deformada Constitución General de la República -un revoltijo de contradicciones a través de más de quinientos remaches o reformas-, el presidente peña nieto entregue su segundo informe de gobierno al Congreso de la Unión y lea después un mensaje a la nación como ha sido costumbre en los años recientes bajo la presión de una oposición que, en ocasiones, olvida que es también parte del gobierno –y por ello reciben los miembros disidentes de las Cámaras jugosos estipendios-, ya comienza a ser un hecho, al fin, la llamada Gendarmería Nacional que, se supone, tendrá facultades en el ámbito federal si desdoro, aseguran, de las soberanías de las entidades. Es difícil que sea así pues el término soberano no admite ninguna función o facultad superior, ni ley alguna, y con la nueva institución no existe manera de sostener una interpretación contraria a la lógica elemental.
En realidad, el debate sobre este punto debió darse hace mucho tiempo. No son pocos los funcionarios públicos quienes insisten que el término adecuado es el de “autonomía” y no el de “soberanía” cuando se trata de analizar la estructura de los diferentes estados de la República firmantes del Pacto Federal y unidos al régimen que emana del mismo. No se trata de treinta y dos territorios equidistantes políticamente entre sí sino de partes de un mismo cuerpo nacional que aceptan los hilos conductores de la Federación, esto es con obligaciones especificas respeto al resto del territorio patrio. Si discernimos los términos y las conclusiones, resolveríamos así muchas de las confusiones estructurales que privan entre los mexicanos, como la ofensiva comparación de los símbolos patrios con el mandatario en ejercicio porque porta la banda tricolor. 
Por supuesto, la creación de una “gendarmería” con cobertura en todo el país, esto es sin intervención de los poderes estatales, convoca a resolver el viejo tema de las soberanías regionales caducas. Pero, además, resta la responsabilidad de asegurar la paz social a los gobernadores y sus cuadros, lo que se antoja como una suerte de desafío a las autoridades locales que, como en Michoacán, son puestas sobre el banquillo constantemente por cuanto a las infiltraciones de las mafias y, peor aún, tratando de ignorar la penetración sufrida por las instituciones federales, lo mismo en los tres poderes de la Unión si bien con algunos matices. 
No por otra cosa hemos subrayado, desde hace tiempo, que ninguna de las llamadas “primeras familias” se ha salvado de ser copara por los grandes capos a través de alguno de sus miembros distinguidos, muy cercanos a cada presidente. Y desde esta línea de flotación, las mafias llegan al Legislativo, de tal manera que los saltimbanquis de la política –aquellos que estrenan partido en cada elección con un malabarismo digno del Circo Soleil, sin animales y por tal exaltado como vanguardista como si lo antiguo careciera de valor alguno-, prefieren el aval de los mafiosos que los de sus respectivas dirigencias, más aún tras los escándalos protagonizados, en cada uno de los partidos con representación real, que exhiben la escasa moral política y la propensión de quienes llegaron a las funciones públicas sin verdadera vocación de servicio. 
Por supuesto, ante los hechos recientes –la trata de blancas en el PRI, las francachelas panistas y la incorporación de jovencitas buscadoras en el PRD, y en todos con una clara tendencia libidinosa como símbolo del poder atesorado, de manera enfermiza-, no hay duda de la urgencia por depurar, a la par con las policías que apenas cubren el mínimo de expectativas por su formación, al Congreso, la Corte y la Presidencia. Porque en cada rincón hay telarañas muy visibles que obnubilan las actuaciones públicas y las degradan definitivamente. Por ello, nuestra oposición a la reelección directa de diputados y senadores habida cuenta del imperativo de renovar cuadros para limpiar las purulencias heredadas y aumentadas en los ciclos políticos críticos. 
Ya hemos comentado que, como sentenció el priísta veterano Manlio Fabio Beltrones –acaso el político con mayor conocimiento sobre los secretos del sistema-, las nuevas generaciones no suelen escoger la vida gubernamental como destino de vida y optan por integrarse al sector privado o dejar el país en busca de expectativas menos infectadas por las componendas e interrelaciones del poder con la delincuencia organizada. Por ello, me confesó Manlio, a pregunta expresa, que hacía mucho tiempo que no llegaban a la función público “las mujeres y los hombres mejores del país”. Con ello, pretendía confirmar que nos hemos hundido en el más peligroso de los pantanos: el de la mediocridad, defendida a capa y espada por algunos mercenarios de la información dispuestos a defender sus capillitas a sangre y fuego como recientemente se demostró alrededor del intrigante felipe calderón. La parcialidad y la subjetividad anulan el derecho a la información. 
Cuando, a principios de 2010, el entonces gobernador del Estado de México, a quien de hecho se trataba ya como “futuro presidente” a pesar de que el proceso selectivo no iniciaba aún y Beltrones no cedía su sitio a pesar de la desventaja evidente respecto al primero, me habló de la necesidad de crear una policía de elite “como el FBI”, de acuerdo a sus palabras, para comenzar a resolver ya el conflicto de la inseguridad general, me pregunté con quienes sería capaz de integrar los cuerpos de elite y la nueva gendarmería con funciones territoriales en todo el país, si sólo se contaba con los mismos elementos adscritos a las mismas corporaciones en los mismos niveles ya conocidos. De éstos, sólo el sesenta por ciento había merecido la calificación mínima, esto es como “confiables” –no eficaces ni certeros-, en una valuación ordenada por calderón en plena retirada de las fuerzas del orden ante el fuego preciso de los maleantes mejor pertrechados. 
En ese momento también apuntamos que debía actuarse de la misma manera con los miembros del ejército y la marina comisionados, fuera de sus funciones específicas, para realizar operativos en entidades rebasadas por el poder federal o, en el segundo caso, alejadas de nuestras costas y sin salidas al mar como ocurrió en Morelos o en Chihuahua, incluso en Coahuila, con presencia de marineros, y marines estadounidenses, en cada ocasión. Lo grave es que, como sabíamos y denunciamos, la mayor parte de los mandos medios, y no pocos superiores, ya estaba comprometido con las mafias a las que decían atacar y mantenían sus “buenas relaciones” con los usufructuarios de Los Pinos gracias a una tolerancia mutua que nos llevó, poco a poco al abismo, del cual parece imposible salir al corto plazo por mucho que nos lo repita el presidente peña nieto con la “mayor” de las voluntades. 
Por desgracia, peña, como calderón, ha sido atrapado por el blindaje perverso de los corroídos. Por ello es optimista sobre lo que puede realizar la moderna Gendarmería dotada con los mismos trastos de las antiguas policías. No hay movimiento feliz que nos permita alumbrar un distinto estado de cosas. Por el contrario: los signos no son buenos desde el momento mismo en que debimos esperar casi dos años, un año nueve meses para ser precisos, sólo para dar forma a un cuerpo de policía federal dentro del organigrama del Ejecutivo porque los legisladores, sencillamente, no actuaron con la celeridad deseada, mucho menos cuando les apremiaba sacar adelante reformas que NO estaban contempladas ni por las propuestas de campaña, ni siquiera en los planteamientos iniciales del señor peña al asumir su encargo presidencial. Salieron, “de pronto” –si bien ya estaban cocinadas de tiempo atrás, digamos desde el deplorable régimen de ernesto zedillo-, y se impusieron “fast track” a una ciudadanía desconocedora de los términos y condiciones, mientras aguardaban las ofertas que llevaron al poder al mexiquense y a su jauría de coterráneos. 
A estas alturas, la Comisión Nacional de Seguridad Pública, instancia pasajera, ya se llevó a Don Manuel Mondragón y Kalb por los aires; y ha servido para camuflar a los modernos virreyes, como Alfredo Castillo Cervantes quien ha hecho de Michoacán su fortaleza en desdoro ya de tres gobernadores incluyendo al actual, Salvador Jara Guerrero, físico de profesión –no queremos recordar al “químico” tabasqueño Andrés Granier Melo-, y sin ninguna capacidad operativa.
¿Y de qué nos sorprendemos? Reconozcamos que andamos en la única democracia en el mundo que no requiere del pueblo para sostenerse. 
Debate
Durante varias décadas, la clave para el continuismo político consistió en amparar a los ex presidentes y dejarlos en el ostracismo; esto es, lo que hemos calificado como impunidad. De esta manera, el borrón y cuenta nueva permitía que un nuevo grupo de mexicanos afines al partido oficial, el PRI, realizara los movimientos tácticos necesarios para cubrir las apariencias –bajo el denominativo de justicia social-, tratando de mantener los equilibrios pese a las agudas diferencias de clase prevalecientes. El esquema, fundado por el general Lázaro Cárdenas del Río, comenzó a desfondarse cuando los jóvenes, en 1968, marcharon hacia la emboscada de Tlatelolco. 
Al respecto se decía que sólo el PRI sabía gobernar y que las oposiciones eran lo único peor, descalificándolas para justificar los desaseos electorales escandalosos, como el de 1988 sin parangón en la vida institucional de México. Usurpó el poder salinas de gortari pero su partido estaba tocado; y doce años después sobrevino la primera alternancia bajo la apoteosis y aunque vicente fox ni siquiera alcanzara a sumar, en votos, la mayoría absoluta. Luego, al dejar el poder, el señor del templo faraónico se deslindó del PAN y comenzó a realizar propaganda a favor de peña nieto. Pese a ello, calderón no quiso perseguirlo no exhibirlo creyendo que por su boca moriría. Pero no fue así, acaso porque el propio felipe aspiraba a ser como él en cuanto a mantener su influencia o aumentarla en la cómoda postura de los ex presidentes.
Por ello, calderón es el artífice de los escándalos en el PAN que lo están carcomiendo. ¿Estará vengando así el que no hubieran hecho candidato a su entenado Ernesto Cordero Arroyo?¿Buscará presionar para que nadie detenga los impulsos de su esposa, Margarita, destinados a alcanzar una posición deslumbrante en el Legislativo en 2015, mientras él apoya soterradamente al Frente Humanista? Las traiciones, tarde o temprano, se descubren e interrumpen el sino de los pueblos. Y calderón quiere ganar su historia vergonzosa sacrificando a los panistas que no quisieron “quemarse” con él. Para eso sirven las teiboleras que tan bien conoce. 
La Anécdota
Muchos creen que el general Lázaro Cárdenas fue y es un icono del priísmo. Nunca fue así, ni siquiera porque su hijo, Cuauhtémoc, asumiera el gobierno de Michoacán como priísta para luego terminar fundando el PRD. Cuentan los cercanos al Tata que todavía respiran el aire mundano, que le fue enviada la credencial número 2 del PRI –la primera correspondía al presidente en funciones-. El hombre, conocido como “la esfinge”, la observó, bien enmicada por supuesto, y sonrió antes de alegar:
–Por favor –solicitó al emisario- díganle al señor presidente que le agradezco la distinción, pero la rechazo. Prefiero seguir en estado salvaje, de libertad, pero acogido a las instituciones y respetuoso de ellas.
Y nunca se afilió al PRI. Ni como deferencia.
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WEB: Pronta renovación.
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
ESPEREMOS QUE LA NUEVA GENDARMERÍA NACIONAL NO SIRVA SÓLO COMO OTRO CUERPO DE ELITE PARA CUIDAR AL PRESIDENTE Y A LOS SUYOS MIENTRAS SE DESANGRA MEDIO PAÍS. ES NECESARIO PROCEDER RÁPIDO Y CON ENERGÍA, SIN SIMPLEZAS. POR EJEMPLO, ENCARCELANDO A genaro garcía luna, VERDADERO PROTECTOR DE LOS LIBELOS calderonistas QUE PULULAN POR ALLÍ.