Desafío: El Fin de Andrés

  • El Fin de Andrés
  • Injuria=Tontería
    Por Rafael Loret de Mola

El final se acerca ya… canta AMLO desde su balcón “austero” del virreinal Palacio Nacional. Por allí deambulan decenas de gatos pardos que remueven los sillones como recordatorio, de acuerdo a la tesis de Guissepe Tomasi di Lampedusa, de que pretendió modificarlo todo con sus cuatro cruces TTTT y no cambió ni cambiará nada excepto, claro, la devastación del presidencialismo autoritario opuesto al sentir de la mayor parte de los mexicanos, de los bien nacidos digo que repelen cualquier forma de dictadura o tiranía.

Amlo, como sabemos todos, se ha convertido en un violador serial de la Constitución, como bien apuntó el poblano Javier Lozano rodeado de seudoperiodistas a quienes no les importaba el tema porque de cualquier manera el mandante no haría nada, para desgracia de un país devastado por sus hordas manipuladoras y el conformismo atroz que solo puede explicarse por la vía del mercantilismo y la falsa oposición discrecional y bastante aplomada, para decir lo menos y no señalarla como miedosa. ¿A quién le temen y por qué?

Los símbolos están mancillados, como nuestra bandera que en el pecho de Andrés sale sobrando y es utilizada cuando a él le bien en gana y en contra de la ley que fija los días en los cuales es obligatorio el uso de la banda tricolor –para los informes ante el Congreso, por ejemplo, y no las charadas monumentales en el Zócalo-. Por todo ello ha pasado sin que les hierva la sangre a los conformistas quienes, además con descaro, se cruzan de brazos para evadir sus derechos y deberes dejando hacer y dejando pasar, como dictan las leyes del liberalismo, cuanto quiera el mandante traidor al pueblo empobrecido.

No se ha dado un gobierno para el pueblo. De ser lo contrario, ¿cómo explicar los cuatro millones de pobres más que se han sumado a los más depauperados, los extremos, en los tres años y tres meses de su administración furiosamente contraria a los mínimos principios rectores y a la justicia social que no se agota con bonos bimestrales sino debe ser combatida superando la tremenda desigualdad de clases, una condición que bien sirve a los grandes millonarios cómplices del lópezobradorismo: Slim, el criminal Larrea, Salinas Pliego, el acaparador de plata y comisiones por la remesas, y ya se murió Baillères el rey de la economía solo para narcos y sus socios del primer nivel quienes se regodean en sus palacios de hierro; pero allí están sus herederos junto a otros, como Azcárraga Jean y la descendencia de Eugenio Garza Sada y Garza Lagüera de Nuevo León.

Así se ha construido cada parodia y montaje en las mentirosas de la mañana. Por allí, quienes conocen los entresijos del poder, me han dicho varias veces:

–El verdadero presidente de nuestra nación no es AMLO sino su cómplice Alfonso Romo Garza quien dejó la oficina de la jefatura de la asesores presidenciales –misma que dejó trunca porque no encontró Andrés a nadie, entre sus 30 millones de votantes, capaz de reemplazarlo-, para convertirse en aquel que dispone todo, manda hacer y ejecuta las acciones necesarias para su provecho dejando buenas migajas para solaz de los López Obrador.

De allí el caso del hijo ramplón, el bodoque José Ramón, y sus casas adjudicadas por la empresa Baker Hughes al matrimonio entre el gordinflón y la modelo Carolyn Adams cuyos padres son los grandes accionistas de Cava Energy con tratos soterrados con PEMEX. Todo está al descubierto y ya no tiene burladeros en donde ocultarse.

¡Más vale que corra, presidente!

La Anécdota

AMLO suele usar a calumniadores expertos para pretender descalificar a sus críticos: a Epigmenio Ibarra le concede créditos millonarios cada que los requiere y al ya rico Al Jajajalife Rahme-ra (se presenta como Alfredo Jalife Rahme y tiene cara de payaso no artificial) le otorga impunidad por sus lazos con el Estado Islámico. Pues bien, este último sujeto ya tiene, como su principal objetivo en su precaria existencia, denostar a mi familia. Le respondo brevemente:

1.- Carlos, mi padre, no mandó asesinar a nadie; el verdadero responsable del crimen es, y lo hemos demostrado, Carlos Sansores Pérez a través de la conexión campechana en 1974. Tengo los documentos que lo prueban.

2.- Carlos, mi hijo, no fue beneficiado por 400 millones de pesos sino que la empresa en donde labora su mujer, presidida por Jesús Reyes Heroles González-Garza, tuvo contratos legítimos con la administración anterior pero sin que con ello se tradujera en una línea que favoreciera a sus colaboradores.

3.- En lo personal no soy huachicolero ni tengo gasolineras en ninguna parte como sí las tienen los amigos del miserable mrencionado; tampoco recibí jamás ¡medio millón de dólares! por parte de Fernando Gutiérrez Barrios para salvarme de ser asesinado. Me sacaron del país por mis diferencias con Salinas señor calumniador.

4.- En cambio la hija del personero libanés, Salma Jalife Villalón, fue incrustada en la TTTT como subsecretaria de Comunicaciones y Desarrollo Tecnológico hasta el 10 de septiembre de 2020; fue entonces cuando Jajajalife comenzó sus ataques al régimen que corre. Burdo.

Qué no pretendan meterse con la memoria de mi padre porque ahora el asunto es personal y el sujeto execrable responderá por ello. Ya les contaré.


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