Desafío
*Nación sin Fondos
*Rectificar, Útil
*De las Apetencias
Tenemos serios problemas, no sólo sociales, políticos ni referidos a los recurrentes episodios de violencia. Acaso el más grave de los conflictos es que no podemos separarnos de la economía del narcotráfico porque tal sería, sencillamente, devastador no sólo para México, en donde la caída económica podría alcanzar ¡hasta el setenta por ciento! de la actividad productiva, sino también para los Estados Unidos, cuyo crecimiento va a la baja, con una quiebra financiera adicional de veinticinco puntos, nada menos con la afectación severa de la cuarta parte de la actividad productiva. Un derrumbe para decirlo sin vericuetos considerando que en la peor de las crisis financieras estructurales de nuestro país, la caída se ha situado entre cuatro y cinco puntos porcentuales.
Para decirlo claramente y empezar a dilucidar alternativas, sin uso de la deplorable demagogia, no es posible, y no lo será en mucho tiempo, terminar, de tajo, con el narcotráfico como factor de equilibrio y desarrollo económico. Suena terrible y lo es, pero no es posible seguir tapando el sol con un dedo cuando hay evidencias de que hasta los bancos se coluden para atraer el dinero sucio y lavarlo. ¿O acaso no fue esta la intención cuando se autorizó la fusión de Banamex, con precios de ganga, al Citigroup, considerado el mayor consorcio para convertir los ingresos malos en buenos pasando por sus corredores. Tal sucedió, claro, en mayo de 2001 y fue el signo de las prioridades de los fox, ella y él naturalmente, prometedores de un cambio que se dio al revés de sus magras propuestas. Un desastre.
Por cierto la venta una ganga: el grupo estadounidense, cuando estaba en investigación –fue obvio que los grandes “padrinos” hicieron su tarea ante las comisiones parlamentarias del Capitolio-, desembolsó solo 12 mil 554 millones de dólares por uno de los bancos con mayor liquidez y cobertura de Latinoamérica. Sólo los rendimientos en dos o tres años cubrieron las inversiones iniciales y convirtieron a la institución mexicana –con todo y sus tesoros artísticos que debieron ser rescatados como partes del patrimonio nacional-, en una de las bases para consolidar a la estadounidense diluyendo indagatorias incómodas y sin la menor revisión, faltaría más, de las autoridades mexicanas ávidas, dijeron, de diversificar el renglón ante las andanadas de los poderosos grupos españoles, sobre todo el BBV-A que se quedó con Bancomer y el Santander cuya expansión en México y Brasil ha sido tan sólida como la histórica sede de la institución en Cantabria, al norte de España y al lado del llamado País Vasco, y en la Plaza de Canalejas de Madrid.
Tales empresas han saqueado a nuestro mercado para proteger el suyo, sobre todo tras el estallido de las burbujas financieras en los renglones inmobiliarios, primero, y en cuanto al coste de los servicios bancarios, después, en plena crisis recesiva que llevó a España a situarse entre los países en crisis de la Unión Europea debiendo aceptar, de hecho, la rectoría de la nueva dirigente del Cuarto Reich, Ángela Merkel, quien se dio el lujo de regañar a los hispanos en su casa llamándoles irresponsables. Y no hubo quien alzara la cara como si lo hacen cuando se conducen ante los mexicanos. Traumas de una nación conquistada y conquistadora en distintas etapas de una historia con escasos héroes políticos –no hablo de los genios de la literatura, la ciencia y la pintura- y un sinfín de pillastres.
El caso es que México vive el acoso desde dos frentes: el de las mafias dominantes, acaparadoras del mercado económico, y el de los banqueros estadounidenses y españoles que se creen con todo el derecho de disponer de sus réditos en México sin dejar ni el recuerdo de los dólares que podrían habernos fortalecido en otras circunstancias. La proporción sigue intacta: por cada dólar que ahorra el Banco de México –las reservas ya suman más de ciento noventa mil millones de dólares-, debemos más de cinco en una espiral terriblemente contagiosa, más de un billón de dólares –esto es un millón de millones-, en empréstitos locales y foráneos.
No hay equilibrio final, entonces. Y mucho menos cuando el centro de estudios económicos del sector privado (Ceesp), admite que el pronóstico de crecimiento económico para este año paralizante –uno más- deberá ajustarse del 2.8 por ciento de la última evaluación a 2.5 por ciento –La Jornada, lunes 28 de junio, 2014-. Y lo que falta por venir en cuanto las presiones del norte arrecien con motivo de la inestabilidad por ellos generada.
La situación es tan engorrosa y falsa que el gobierno de la Unión Americana decidió, pese a sus contratiempos internos, suscribir un apoyo de seis millones de dólares para “combatir”, en nuestro país claro, la “trata” de seres humanos, mujeres y niños sobre todo. Esto es, llegamos al cinismo de que las víctimas sean observadas como victimarios en una enloquecida rueda del infortunio ante los poderosos e intransitables norteamericanos quienes se sienten dueños y señores del continente: América es una identificación para ellos, nada más.
¿Acaso no resulta paradójico que quienes compran esclavitos o esclavas, para abusar de ellos en amplios y distintos sentidos –desde labores agrarias hasta excesos sexuales y hasta “donaciones” forzadas de órganos-, nos den una limosna para que seamos aquí donde busquemos las agujas en los pajares… mientras los “buscadores” estadounidenses secuestran, manipulan o sencillamente deslumbran a quienes serán brutalmente explotados? El solo planteamiento enerva, a este columnista sin duda y creo que a todos los amables lectores, por la perversidad que encierra en un mundo cuya globalización se explica como la facultad de los fuertes para disponer de cuanto provenga de la miseria de los débiles. Y los rectores de la economía, el Fondo Monetario Internacional a la cabeza, fijan las condiciones.
Pese a todo lo planteado, nuestro gobierno federal juega las cartas al revés. Al deshacerse paulatinamente de las fuentes de ingresos generadas por PEMEX –la segunda luego de las remesas de los trabajadores mexicanos con o sin papeles en el extranjero, que suelen pasar, casi todos, por la manos del magnate Ricardo Salinas Pliego, el gran protegido de los regímenes de la derecha-, se calcula –de acuerdo a los números de quien se dice ahora especialista aunque sin autoridad moral, el senador manuel bartlett-, que el daño fiscal por ello representará una durísima baja de ¡ochocientos mil millones de pesos! Si se resta y no se suma, no entiendo a dónde vamos a parar.
Para colmo de todo lo anterior, la recaudación fiscal se ha convertido en una de las mayores asfixias para los causantes cautivos: las facturas electrónicas han resultado ineficaces y los pagos, por ende, no llegan como tampoco es sencillo otorgar los consabidos tributos al Estado con las sogas apretando los cuellos. Al bajar el monto fiscal, el gobierno carece de liquidez y ello se traduce, por supuesto, en la reducción de las participaciones federales a las entidades y el consiguiente ahorcamiento del desarrollo regional. Treinta y dos agujeros terribles que elevan el malestar colectivo y ponen en serio peligro de estabilidad a los mandatarios estatales. Rebotes por doquier a cambio de soluciones.
Los enredos son múltiples y los efectos muy duros: no hay liquidez suficiente en el gobierno siquiera para cubrir sus gastos fijos –pago de nóminas, mantenimientos, etcétera- y, mucho menos, para iniciar obras públicas que permitan desatorar las cañerías que conducen al progreso. Y más cuando, como hemos dicho, a los narcos se comienza a vérseles como a grandes empresarios –esto es a los verdaderos “padrinos” y no a sus genízaros encarcelados, muertos o simuladamente asesinados para que cambien de perfiles-, sencillamente insustituibles si se quiere evitar que la economía se nos reviente en las manos y ello sea pretexto para perder los últimos jirones de soberanía que conservamos.
Debate
A los políticos y a ciertos colegas e intelectuales bien avenidos dentro del establishment –no a los cronistas “antisistema” como suelen calificar a este columnista, crítico irredento-, les cuesta una barbaridad rectificar aun cuando los hechos resultan irrefutables y contradictorios a sus posturas iniciales. Por ejemplo, el medio centenar de personajes con cierta fama pública que se lanzó a la defensa de Rosa del Carmen Verduzgo, alias “Mamá Rosa”, usados como escuderos por los fox quienes sí sabían, a perfección lo que sucedía con “La Gran Familia” en Zamora, Michoacán –la tierra de la sin par martita-, fueron incapaces de rectificar sus comentarios superficiales y optaron por presionar a las autoridades para que actuaran parcialmente e investigaran mejor cuanto se relaciona con estos centros semi-clandestinos.
El fondo de ello estriba en que, según parece, “Mamá Rosa” fue un mero pretexto para advertir a los fox por tantos desplantes y altanerías cuando tienen el agua hasta el cuello y sólo les falta un empujoncito para hundirse en sus propios pantanos. Nadie –ni sus antiguos correligionarios- los defenderían: y esto es bueno que lo sepan aun cuando quienes los encuentran a su paso les soliciten tomarse las fotos de rigor con sus celulares… acaso para burlarse de ellos. ¿Lo habrían pensado así? Pues se los digo, de plano.
El reverso de la moneda lo encuentro en el pródigo y gran caricaturista Eduardo del Río, Rius –quien no me incluyó en la lista de sus amigos acaso porque le hubiese sido incómodo, pero yo sí hago alarde de nuestros amenos encuentros en Oaxaca y el Distrito Federal-, quien a sus ochenta años publica “Mis Confusiones”, con un increíble repaso a su vida azarosa. Rectifica, se autocritica, habla duro de sus afectos y de quienes le decepcionaron –Fidel, el primero-, y no deja de señalar a cuantos pretendieron cancelar su vida productiva convirtiéndole, a contracorriente, en un verdadero icono. Por eso me quito el sombrero ante el personaje y admito que, en muchos momentos, recurrí a sus textos para quitarme, como él diría, “lo burro”. Un abrazo fraterno, Rius.
La Anécdota
Algunos me recriminan insistir en las parejas políticas del mismo sexo. Ya he dicho que no me guía un afán protagónico, ni mucho menos, sino la intención de encontrar las alianzas de alcoba que, en nuestro país, invariablemente desembocan en complicidades mayores sobre todo cuando se trata de mandatarios, federales o estatales. De allí que se guarden algunos las hipocresías sobre su vida personal alegando que tal es intocable; no lo es, insisto, si tiene repercusiones en la vida pública.
Por el momento, ya tengo el nombre de cuatro gobernadores con claro comportamiento bipolar o homosexual, que usan tal condición… para intentar escalar posiciones o incluso ganar candidaturas. El fenómeno comenzó en la era delamadridiana, con emilio gamboa patrón, y persevera. Ayúdenme, los amables lectores, a ser más certero sobre estos dos males agobiantes: la cofradía de la mano caída y el nepotismo que induce a crear los cacicazgos de toda índole.
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Web: En reparación por el momento.
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
CUANDO LOS BOLSILLOS DUELEN LAS GARGANTAS GRITAN MÁS ALTO. ES UNA CORRELACIÓN INAPELABLE. ESTA ES LA RAZÓN POR LA CUAL LA CIUDADANÍA PARECE VOLUBLE ANTE LA AUSENCIA DE REPRESENTACIÓN POLÍTICA AUTÉNTICA Y NO FACCIOSA, COMO HEMOS REVELADO. ¿EN MANOS DE QUIENES ESTÁ LA SOLUCIÓN? DE CUALQUIERA QUE SE ATREVA A NO SEGUIR EL JUEGO DE LAS ESTRIDENTES BANDAS DE JILGUEROS AL SERVICIO DE LOS PERSONAJES DE RENOMBRE.
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