Desafío
*El Odio va Ganando
*Olvidar, Imposible
*Priístas Ahorcados
No sólo las amenazas bélicas ni los arrebatos del mundo capitalista para acaparar riquezas, sobre todo las ajenas, son el indicativo sobre las desviaciones morales de nuestra sociedad. Es obvio que la ausencia de liderazgos, a la que tanto nos hemos referido, propicia, por desgracia, una honda descomposición política, sin ideologías ni rumbos fijos, que llevan a la desunión y al estancamiento. De allí que las escisiones en los partidos políticos nos acerquen al espectro de la anarquía, por supuesto indeseable, aun cuando, subrayo, el concepto fue reiterativo durante la era revolucionaria del siglo pasado. No obstante, eran distintos los contextos y otras las motivaciones.
Para colmo de desgracias, la naturaleza nos quiere cobrar facturas en la centuria actual. Por cierto no nos referimos a los centuriones romanos que, con tanto empeño, lanzan latigazos durante las representaciones religiosas de Ixtapalapa sino al inexorable paso del tiempo, y a la pérdida de éste a la cual nos han acostumbrado los regímenes predecesores sin exculpar al actual. Los vacíos de poder, visibles ostensiblemente desde el sexenio del simulador enresnto zedillo –antes la autocracia llenaba todos los espacios incluso el de la barbarie-, nos llevan, sin remedio, a un punto de no retorno en el cual, varados, no tendremos gran capacidad de respuesta ante los fenómenos de la naturaleza.
Los científicos auguran que las lluvias descenderán, a través de este siglo, en un treinta por ciento. Ello, claro, pondría en severo riesgo a la agricultura y la ganadería sin contar con opciones diversas para afrontar la conflictiva. ¿Alguien, entre los tantos burócratas de la secretaría del ramo, ha previsto alternativas y trazado proyectos, por ejemplo de irrigación, para atajar lo que se nos viene?¿O, sencillamente, dejarán correr los años para que otros se ocupen del asunto cuando ya sea una emergencia? Las interrogantes plantean, por desgracia, la pobreza de nuestra estructura política ante el despiadado avance de las catástrofes naturales.
¿Imaginan ustedes lo que podría venirse encima de nosotros si agotamos no sólo las riquezas del subsuelo, en ruta de ser usufructuadas por los consorcios multinacionales, sino también los productos de la tierra?¿Qué harán las familias rurales, acaso enviar más y más de sus miembros al sur estadounidense para confrontar a los irascibles neonazis llamados “minuteman”? Porque, no quepa la menor duda, las medidas represivas habrán de extenderse, cuando las presiones sociales vayan en aumento en México, contra los lacerados emigrantes mexicanos. Basta observar, como lo hice hace algunas semanas en Mexicali, la barda de la ignominia que separa a las potencias de América del Norte de su “socio” comercial, cuando menos eso suscribe el célebre TLC, del sur. Una paradoja en toda forma… porque en los Estados Unidos requieren de esta mano de obra barata para reducir costos y elevar, ahorrando salarios, la competitividad de sus productos.
Por cierto, ¿y a Estados Unidos como le va a ir con los cambios climáticos? Pues, no se prevé un descenso drástico en materia de lluvias ni hay noticias –a menos de que estén cifradas o encriptadas-, sobre catástrofes por venir como tanto anuncian las cintas de ficción. Salvo que caiga en Nueva York un meteorito –el anterior, devastador, le pegó a las playas de Chicxulub, en Yucatán y aún puede verse el agujero aunque no se extinguieran los dinosaurios del Jurásico político mexicano-, exactamente en lo que fue llamada “zona cero” antes de la rehabilitación en donde se alzaron las célebres “torres gemelas” del World Trade Center antes de los brutales ataques terroristas de septiembre de 2001.
Diez años tardaron la CIA y los marines, de acuerdo a las versiones oficiales, en encontrar al responsable del drama y asesinarlo sin mostrar su cadáver al mundo. ¿Será Osama uno más de los muertos vivientes en cuya lista se encuentran una decena de “capos” mexicanos? No lo descarten porque la manipulación colectiva juega un papel trascendente en las nuevas triangulaciones del verdadero poder y alimenta las ambiciones de cuantos controlan ahora al mundo sin mostrar los rostros. ¿O todavía creemos que un personaje como Barach Obama –una sola consonante de diferencia con el nombre del líder espiritual de Al Qaeda, como en las Profecías de Nostradamus en las que Hitler fue señalado como Hitser-, mantiene los controles de la compleja maquinaria de nuestro tiempo? Pensarlo sería una tremenda ingenuidad a la vista de los acontecimientos recientes.
Rusia, sin importarle la opinión de los líderes de occidente y con la ONU dando traspiés, parece empeñada en ir recuperando, paulatinamente, los territorios con los que otrora integró la Unión Soviética y remitirnos al final de la “guerra fría”, situado en 1989 cuando además cayó el “muro de Berlín”, como una seria advertencia a los Estados Unidos. No olvidemos que jugar en la delgada franja que separara a la paz de la tercera conflagración mundial es tanto como ir sobre la cuerda floja sobre el abismo de la destrucción del planeta. Estamos ya a unos pasos de ello y el cambio climático puede ser la última llamada. Pero, por ejemplo, Estados Unidos sigue negándose a firmar el Acuerdo de Kyoto por el cual las naciones impusieron condiciones a la industria para reducir la contaminación y evitar que la atmósfera siga agujereándose.
¿Quiénes son, por tanto, los criminales? Los mismos, por desgracia, que han propiciado algunas de las más serias catástrofes de los años recientes, desde la tremenda falla en la planta nuclear de Chernobyl hasta las nuevas tecnologías para “desviar”, de Estados Unidos hacia México, los malos vientos huracanados y acaso igualmente fraguar la reducción del agua de lluvia salvadora. Los controles sobre los ciclones que nos azotan son de sobra conocidos desde los sucesos en Nueva Orleáns, casi destruida por “Katrina” en 2005. Por cierto, pese a los daños en la ribera maya, los efectos del mismo meteoro fueron menores en nuestro país, acaso porque al ser generalmente más castigado ha podido desarrollarse una suerte de “cultura contra los desastres”, promovida más por la población civil que por medidas gubernamentales de emergencia.
Por desgracia, la xenofobia, el racismo y el odio van ganando las grandes batallas universales. Es la razón central por la cual cunde el “separatismo” por doquier, como sucedió recientemente en Crimea, incluso en aquellas naciones cuya extensión territorial es mínima, como es el caso de Bélgica en donde “valones” y “flamencos” disputan sus propias soberanías cada vez con menor respeto hacia una monarquía ahíta e inservible que, para colmo, carece de sensibilidad para armonizar los criterios y conservar la unidad nacional. Y si esto sucede en un país con muy pocos kilómetros cuadrados, ¿qué esperar de otros en donde los regionalismos avanzan de manera irrefrenable como en Inglaterra, España y otras más que apuntan hacia la llamada “balcanización”? Esta es la cuestión toral.
México, hasta el momento, se ha salvado de tales extremismos localistas. La leyenda negra sobre la península yucateca no es sino una anécdota porque, en la historia, se asienta que la lucha de los yucatecos fue para rechazar la ominosa república centralista de Santa Anna hasta el finiquito de la misma y el retorno natural de cuantos se unieron bajo el techo común de una República federal. Pero no conozco yucateco que se niegue a entonar el Himno Nacional ni se enorgullezca del lábaro patrio… como sí sucede, como muestra de lo ominoso, en la Cataluña de nuestros días, cada vez más lejos de España y más cerca de la anarquía. Por eso sigo negándome, no sin pesar, a volver a Barcelona, la que fue vanguardista, con Gaudí y Miró, y ahora regresa al oscurantismo con el impresentable Artur Mas, presidente de la Generalitat.
No todo se ha perdido por el odio creciente que se vuelca en esa violencia, acaso promovida oficiosamente, con la cual se nos cataloga entre las naciones más peligrosas del planeta… sin que dejen de llegar flujos de capitales extranjeros para reemplazar a las inversiones de los empresarios mexicanos. Es como si hubiéramos puesto, en medio de dos AK-47, el letrero: “México for Sale”. Y vaya que, por desgracia, así es.
Debate
Lo he dicho varias veces: es posible perdonar, pero no olvidar. La amnesia es acaso la forma más sutil de la injusticia. Cuando Juan Pablo el Magno, próximo a ser canonizado dentro de tres días al lado de otro excepcional Pontífice, Juan XXIII, visitó a su agresor Ali Agca, quien le disparó a quemarropa en la Plaza de San Pedro, el Papa extendió su perdón pero el ofensor, de origen turco y parte de una conspiración urdida en la aún existente Unión Soviética, permaneció en la cárcel. Extendió su mano amiga, con ejemplar generosidad, pero no remó a contracorriente de la ley y la justicia. Esta fue la enseñanza, además de que aquel polaco formidable no dejó de recordar a la Virgen de Fátima, en cuya efeméride ocurrió el drama –8 de mayo de 1981-, cada año.
Lo anterior viene a colación cuando la Procuraduría General, en manos ahora de Jesús Murillo Karam, hidalguense siempre con ambiciones mayores, señala a su antecesora, Marisela Morales Ibáñez, por el mal aplicado programa d “testigos protegidos” que dio cauce a una serie de consignas, obviamente de la superioridad política, para negociar la justicia con chantajes de índole política. ¿Recuerdan cuándo se señaló a varios dirigentes priístas de nexos con el narcotráfico y éstos se atrincheraron aduciendo un espionaje ilegal en su contra? Pues bien, nunca se procedió contra ellos demostrándose así los arreglos “debajo de la mesa” que están por encima del Derecho.
Hay quienes, torpes, insisten en que no debe hacerse leña del árbol caído. Lo he escuchado tantas veces que pongo oídos sordos a la monserga. Más bien debe insistirse en el fin de la impunidad, incluso de la que son beneficiarios los ex mandatarios y los cómplices del poder Ejecutivo, para perseguir, en serio, a los verdaderos responsables del desaseo: no Marisela, sino Genaro García Luna y felipe calderón.
La Anécdota
Por el fútbol se han fraguado guerras, como la que se dio entre Honduras y El Salvador en vísperas del Mundial de 1970 en México, pero también se han “aliviado” algunos rencores como los de Argentina e Inglaterra que confluyeron al Mundial de 1982 en plena Guerra de las Malvinas.
Hace una semana, el Real Madrid venció al Barcelona en la Copa de España –no pongo del rey porque no comulgo con los Borbones zánganos-, y ello propició, una vez más, una burda confrontación de lábaros: los catalanes, además de silbar el himno nacional que fuera otrora la “marcha real”, sin letra por cierto, airearon sus “señeras” independendistas una y otra vez; y los madridistas recogieron el guante uniendo el pendón d Madrid con el de España. Con ello, el giro fue también geopolítico en una etapa en la que los primeros reclaman plena soberanía.
Pero, por desgracia, en el sector dedicado a los “fans” del Madrid, según recogió el diario “El País” –ahora sí muy crítico de la derecha en el poder cuando calló muchas de las tropelías de la izquierda bajo el gobierno de Rodríguez Zapatero-, aparecieron algunos emblemas nazis… como los que han vuelto a surgir en diversas ciudades de Europa. ¡Cuidado! Nos estamos acercando a las hoguera otra vez. ¿La humanidad no aprende nunca las lecciones de la historia o la ignora?
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Web: www.rafael-loretdemola.mx
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
LOS REGIONALISMOS EXCESIVOS LLEVAN A LA DESTRUCCIÓN DE LAS NACIONES PARA REGOCIJO DE CUANTOS QUIEREN EXPLOTARLAS. MÉXICO, AUNQUE NO SE OBSERVAN SIGNOS SEPARATISTAS EN NINGUNA ENTIDAD DE LA REPÚBLICA, ESTÁ TAMBIÉN EN RIESGO POR CUANTO A LA PULVERIZACIÓN DE LAS OPOSICIONES Y EL DESCRÉDITO DEL PARTIDO QUE EJERCE LA PRESIDENCIA DEL PAÍS. LAS TENDENCIAS PUEDEN ASFIXIARNOS MEDIANTE LOS ENMOHECIDOS TUBOS DE OXIGENACIÓN BASADOS EN LA DEPENDENCIA HACIA LOS ESTADOS UNIDOS Y ESPAÑA. UNA VEZ MÁS, LO GRITO A CUATRO PULMONES…
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