Desafío

*Causantes Esposados

*Farsa de Colosistas

*La Casa de Monterrey

El gobierno, por supuesto, en cualquier continente y circunstancia requiere cobrar tributos a la población para poder asegurar la bienaventuranza de la burocracia y financiar el desarrollo, si bien el segundo punto no siempre va de acuerdo con la capacidad de generación de riquezas en cada región. Por ello, siempre se parte de una diferencia básica: en donde se confía en la buena administración oficial no se requieren siquiera de campañas publicitarias para asegurar el cumplimiento fiscal; pero en cada país con sospechas de corrupción irrefrenable y también respecto al liderazgo de los grupos delincuenciales que infiltran a la estructura oficial, la ciudadanía “cautiva” hace hasta lo imposible por evadirse de sus obligaciones porque no las considera así sino, más bien o más mal mejor diríamos, percibe que se alimenta con ello a los amorales, a los cómplices y a los funcionarios venales.

¿Cuál creen, amables lectores, que sea el caso de los mexicanos, varias veces saqueados –cada que llega una crisis estructural, “desde fuera”, que deshace los falsos blindajes de nuestra endeble economía-, y engañados? A cambio de ello, diez familias poseen tanto dinero como la suma de los ingresos de casi dieciséis millones de familias. La mera comparación convierte el debate en un diálogo entre ciegos o mudos, incapaces de hacer valer la razón bajo la piedra filosofal… del circulante mal distribuido. Y de esta desigualdad atroz, naturalmente, surgen las confrontaciones sociales y el acecho de los subversivos, acaso con alguna inclinación social, y de los delincuentes que sólo piensan en ellos mismos y poco les importan las existencias de los demás, calculadores y fríos como son a la hora de las ejecuciones.

Me alerta mi contadora, tras que se publicó mi nombre entre los morosos del fisco en la primera lista publicada, que el referente es un crédito sobre una diferencia en mis declaraciones por algo así como treinta mil pesos ¡en 2002! De acuerdo a la ley la acción está prescrita –luego de cinco años y en este caso son doce-, y pese a ello subrayaron mi caso para afrentar, como en otros casos, a quienes resultan, por una causa u otra, “incómodos” para el superior gobierno que dispone de honras y de la supuesta justicia según le venga en gana, aplicando aquello de que a los amigos debe brindárseles “justicia y gracia” y a los enemigos “sólo justicia”; sólo que ésta tiene también su antifaz ante la imposible correlación de fuerzas: todo el gobierno, por una parte, y un profesional con ingresos medios, por la otra. Imposible una lid en tales condiciones.

Pero, además, el ya célebre Sistema de Administración Tributaria, cuyo titular es Aristóteles Núñez Sandoval –con ese nombre debiera ser más filósofo constructivo que filoso destructivo-, persigue, conmina y publicita, arrinconando a los causantes cautivos, sin mediar las mínimas facilidades para el cumplimiento de los deberes correspondientes. Por ejemplo: traten ustedes, quienes no lo han hecho, de obtener una cita para un trámite tan simple como el cambio de domicilio para evitar el indebido señalamiento de que somos “ilocalizables” –caramba, como periodista cualquiera me encuentra-, y se encontrarán con las murallas en donde termina el buen juicio y comienza la locura. Sencillamente, la página WEB, o el teléfono, o el apersonarse en las oficinas, no sirven para desbloquear los sistemas colapsados por la enorme cantidad de personas que demandan ser atendidos bajo la presión hacendaria.

Sencillamente, no se puede conseguir regularizarse porque los accesos están bloqueados. Y los tiempos corren, siempre, en contra de los pagadores para los cuales no hay más ventaja que, en ocasiones, la ampliación de los plazos bajo el mismo tenor: una afluencia que rebasa la pobre capacidad receptiva de la dependencia. ¿Cómo, entonces, se puede cumplir con los requerimientos casi opresivos por todos los medios disponibles, incluso los correos electrónicos? La voluntad de limpiar expedientes y evitar multas mayores se estrella en la incapacidad oficial para canalizar correctamente los respectivos recursos. ¿Vamos entendiendo, en la misma línea, el por qué se multiplican los factores negativos en cada uno de los niveles de gobierno? Porque resulta que se tardan en la entrega de las participaciones federales, urgentes en cada entidad de la República, y también se restringen las obras de infraestructura básica… mientras nos seguimos endeudando. Sólo en el primer año del peñismo los empréstitos subieron trece por ciento, rebasando el billón de dólares.

La salud económica, una de las pocos renglones en donde se había acertado dentro de las administraciones federales anteriores a las alternancias en el Ejecutivo federal, siguiendo a rajatabla los lineamientos del Fondo Monetario Internacional, se perdió bajo el efecto de los mandatarios de la derecha que, luego de sus campañas, comenzaron a enterarse de los entretelones del sistema y se quedaron pasmados, sin saber por donde comenzar hasta que optaron por hacerse a un lado y marginarse de las grandes decisiones culpando por ello al Legislativo, llamándole “freno” en vez de acelerar el camino hacia el parlamentarismo para ponerle fin al odioso, costoso y retrógrada “mayoriteo” en el que los debates salen sobrando porque todo está acordado y decidido de antemano. Lo sucedido con la aprobación de las reformas peñistas basta y sobra para comprobarlo.

Vamos, por tanto, hacia atrás una vez más. Y sin remedio en el horizonte de los próximos años en los cuales es esperado un repunte del autoritarismo para retornar a la vieja usanza del priísmo hegemónico. ¡Cuánto le debe el PRI a las oposiciones que se dividen y guerrean entre sí!¡Cuánto a la ausencia de ideologías definidas alteradas por las conveniencias circunstanciales cuya convergencia es, por desgracia, hacia las alianzas partidistas turbias! Fíjense en el desempeño de los mandatarios aliancistas –el de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, o el d Sinaloa, Mario López Valdés, entre otros-, para darse cuenta de hasta donde han llegado, al límite mismo entre la gobernabilidad y el ascenso convenido del crimen organizado. Menuda democracia se ha construido desde el derrumbe del partido de Estado en 2000 y los amafiamientos posteriores en cada extremo.

Por cierto, me permito corregir una líneas. Ayer planteamos el caso de Culiacán y del “lavado de dinero” a trescientos metros del Palacio de Gobierno. Y mencionamos que allí tenía su despacho el mandatario estatal, pero ya no es así: sus oficinas quedan en las afueras de la capital sinaloense por lo que, es posible, si no sale de su perímetro y no concurre al centro de su ciudad, no observar la manera como se ha institucionalizado el mercado negro de dólares. Como los caballos de los picadores en las corridas de toros: con los ojos vendados ante las evidencias de violencia y sus derivados.

Tenemos, por tanto, una forma de ejecutar el gobierno francamente contradictoria: mientras se alienta a la economía subterránea, incluyendo a la que deviene de las mafias necesitadas de “lavanderías” de dinero por doquier, se cierran las puertas y las facilidades para los causantes cautivos. Este columnista informa que lleva, desde enero, tratando de obtener cita para acabar con la malsana propaganda contra los “morosos ilocalizables”. Lo cuento porque no vaya a ser que luego se me acuse de pretender evadirme de las obligaciones fiscales como un yugo contra mi libertad de expresión, a la que defenderé con mi vida porque es el centro de la misma. Ya lo dije.

Mientras tanto, las obras anunciadas esperan y sólo miran hacia Toluca y Atlacomulco, las nuevas sedes del poder político. Siquiera que se hubiera privilegiado a las regiones en donde es factible iniciar desarrollos exitosos porque los flagelos criminales son menores. Pero no: seguimos bajo el absurdo de ser vistos como una nación de alto riesgo… en la que invierten, con privilegios, los grandes consorcios de Estados Unidos y la Unión Europea, sobre todo España. ¿Otra colonia… pero disimulada?

Debate

Los “valientes” ex colaboradores de Luis Donaldo Colosio esperaron veinte años para comenzar a hablar; algunos, como Federico Arreola, habían dado una versión sin señalamientos sobre presuntas autorías intelectuales ni molestar a nadie de los hombres del poder, hace una década exacta. Todo este tiempo, diez años, quien asesoraba a Colosio en materia de medios, optó por callarse sumándose al selecto equipo de oidores de Andrés Manuel López Obrador quien no escucha más que su propia voz. Otros, como Marco Antonio Bernal, frustrado postulante al gobierno de Tamaulipas, comenzaron a hacer sus reflexiones personales hace unos días; por ejemplo, éste produjo una sentencia chispeante:

–Nunca vi que se prepara tanto a un candidato (presidencial).

Alega que desde el Instituto Nacional de Solidaridad, y con la vigilancia permanente del entonces presidente carlos salinas de gortari –uno de los usurpadores recientes del poder-, se construyó el “andamiaje” para el lanzamiento de Luis Donaldo con la seguridad de que ya estaba, desde tiempo atrás, investido por el “dedo” sagrado. Pese a ello, otro tanto podría decir Manuel Camacho Solís –también traspasado hacia el lópezobradorismo aunque ahora se ha alejado-, quien mantuvo la seguridad de ser “el bueno” hasta una media hora después del “destape” oficial del cordero dispuesto para el sacrificio y la posterior sangría de cuantos parecían útiles en la cruzada para acotar al presidencialismo, tema central de la campaña del postulante asesinado en Lomas Taurinas.

Otro elemento del “círculo cercano”, Alfonso Durazo Montaño, quien también milita ahora bajo las órdenes de Andrés Manuel luego de haber sido secretario privado de fox y, antes, de Colosio –una triangulación sólo explicable bajo nauseabundos olores-, presentó recientemente una versión, con lenguaje almidonado del drama y en presencia, nada menos, del hijo del sacrificado quien era un niño cuando se quedó huérfano de padre y madre. Asumo que, con ello, el joven Colosio Riojas dio su aval a la materia aun cuando, insisto, se elude el problema de fondo: ¿quiénes fueron los responsables del magnicidio? Una vez se lo pregunté al panista Antonio Lozano Gracia, a pocas semanas de dejar la titularidad de la PGR durante el mandato de zedillo, y me respondió:

–Lo único que puedo decirte es que se trató de un crimen desde el poder.

Y no pasó de allí, evadiéndose. Ahora los “valientes” hablan, ufanándose, pero sin el menor rasgo de voluntad para esclarecer el crimen que modificó el perfil histórico de México.

La Anécdota

Entre tantos vericuetos sobre el atentado contra Colosio, recuerdo las explicaciones del turbio Ricardo Canavati Tafich, ex alcalde de Monterrey y primo de Bitar Tafich, tercero en el mando del cártel de Juárez dominante en 1994, el año de la barbarie:

–Yo fui muy amigo de Colosio. Tanto que me llevé a su esposa, Diana laura, a vivir a mi casa de Monterrey. Allí dispuse todo para ella; se la dejé para que pudiera estar tranquila y yo sólo iba a verla para preguntarle si todo iba bien.

–¿Y así era, no?

-Pues… te diré. En una ocasión Luis Donaldito persiguió a una doméstica con un cuchillo en las manos, gritando: “voy a matarte como mataron a mi papá”. Fue un momento muy duro.

Cuando comenté el incidente con José Luis Soberanes Reyes, éste apostilló:

–Si Donaldo se hubiera enterado de lo que dice Canavati… ¡a éste le hubiera llovido en su milpita!

Dejo constancia.

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WEB: www.rafael-loretdemola.mx

E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com

SE NOS OLVIDAN LOS NOMBRES. DE ESO SE TRATA: QUE LA AMNESIA PESE SOBRE LOS HECHOS IRREMEDIABLES PARA NUESTRA MALA FORTUNA. LO MISMO SUCEDE CON EL SAT: SE PROCEDE AL LINCHAMIENTO PERO NO SE PERMITE ESCAPATORIA. Y ENTRE DOS FUEGOS SEGUIMOS, PERO CON LA MENTIRA AL FRENTE. ASÍ SERÁ MIENTRAS LO PERMITAMOS LOS MEXICANOS.

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