Desafío
*El Hartazgo General
*Crímenes Solapados
*Pugna entre Masones
Observo, y escucho, un enorme hartazgo entre quienes dialogo en la ciudad de México y varias capitales estatales a donde he acudido en las semanas recientes, incluyendo la del Estado de México en donde me sorprendí cuando los jóvenes optaron por querer parecerse a “El Chapo” o a “El Chayo” antes que al presidente, de cuna mexiquense, peña nieto. Tal deformación enciende las alarmas como también invita a la reflexión sobre los nuevos valores de una sociedad que ya no brinda credibilidad a su gobierno, al descubrir los engaños del pasado y percibir que los de ahora se sabrán después de 2018, ni estima adecuado el rumbo nacional bajo el flagelo de la negligencia oficial. ¿Para qué tantos muertos y tanta sangre si las drogas siguen fluyendo, con la misma intensidad, hacia la poderosa nación vecina que tanto las demanda?
La indignación ha llegado a través de los escándalos que, sin remedio, reducen a la clase política al nivel de sectas fragmentadas de cómplices marrulleros o de amorales vividores del erario. Nadie se salva, ni siquiera los grupos a punto de lograr su registro como partidos, en una verdadera odisea de justificaciones vanas, de tiros cruzados y de ausencia total de autocrítica. Cada cual se siente el bueno y todos los demás son los malos de una película mil veces difundida, cada sexenio es lo mismo como iguales son los discursos cuajados de pretextos, que no de argumentos, sobre la manera en que el uso de la demagogia recurrente desplazó ya cualquier forma de democracia.
Pero lo que, de verdad, encendió el polvorín dentro de la sociedad, tantas veces herida, es la concatenación de ladronerías en cada uno de los escenarios partidistas y de acuerdo a informaciones irrefutables. ¿Cómo es posible que el PAN –cuyos fundadores soñaron con una alternativa más democrática, aunque en un principio con ciertos perfiles fascistas por los que se inclinaba Manuel Gómez Morín y su atracción por el Soviet-, determinen sus apoyos al gobierno peñísta a cambio de cesar en las indagatorias sobre los múltiples fraudes de la empresa Oceanografía S.A. de C.V., una de las grandes ubres de corrupción ordeñadas por los hermanos Bribiesca Sahagún, herederos de marta, la de las “muchas faldas”, y la aviesa i8ntervención de felipe calderón, entonces secretario de Energía, y de César Nava Vázquez, en condición de director jurídico de PEMEX.
Fue, sí, una manera de enganchar a los fox a la precandidatura de calderón a la Primera Magistratura aunque se simulara que el “delfín” de aquel régimen era otro. Ahora entiendo lo que me dijo Santiago Creel Miranda al respecto –“2012: La Sucesión”-:
–Contra lo que se piensa, yo nunca fui el candidato de fox en 2005. Con calderón estaba la mitad del gabinete y sus apoyos eran múltiples; además los comicios internos del PAN –fueron tres en distintas regio0nes-, estuvieron plagados de irregularidades para favorecer a felipe.
Claro, caemos en cuenta: una de las fórmulas más sofisticadas fue la usada por el pillastre de calderón; sencillamente convertir a una parte de los vástagos de la “primera familia” en socios para redondear con ello la gran aportación de la señora consorte, precisamente la formación de una moderna aristocracia con estrechos vínculos subterráneos entre los miembros de la “nobleza” política aunque, por fuera, se simulara otra cosa, una democracia sin fondo ni destino salvo el de convertir en millonarios a sus usufructuarios. Una versión corregida y aumentada, subrayo, de la antigua corrupción del establishment.
El otro episodio indignante se cierne sobre los gobiernos perredistas, específicamente los encabezados por Marcelo Ebrard Casaubón y el actual con Miguel Ángel Mancera Espinosa, y el desvío, nada menos, ¡de siete millones de pesos! destinados a la línea 12 del Metro. La “Dorada”, bajo el supuesto de que con esta obra se aligeraría la circulación hacia el sur de la urbe, de Mixcoac a Tláhuac, zonas densamente pobladas a partir de los cinturones de miseria, de millones de precaristas que, poco a poco, han ido ganando terrenos irregulares. Es casi un polvorín que pudiera estallar en cualquier momento.
¿Dónde quedó esa fortuna?¿Acaso de allí partió la cara oscura de la campaña perredista a la Presidencia? Por una parte, las acusaciones de este partido por los despilfarros del PRI –en buena parte consecuencia del endeudamiento de una decena de entidades federales con Coahuila, la de los Moreira, a la vanguardia-; y, por la otra, el saqueo del Distrito Federal con enormes riesgos de por medio que ahora se trata de tapar como si tal fuera posible. Cuando menos doce estaciones están fuera de servicio, pese a la onerosa inversión del gobierno de la ciudad con el presupuesto otorgado por la Secretaría de Comunicaciones, la que encabezó Luis Téllez Kuenzler durante los primeros años del calderonismo. Y con ello se cierra el círculo: fue Téllez, igualmente, quien en noviembre de 2008 pidió que la Procuraduría General sacara las manos sobre las indagatorias del mortal “accidente” del Lear Jet en donde viajaba Juan Camilo Mouriño. ¿Vamos atando cabos?
Los compromisos soterrados explican, por sí, las alianzas turbias, entre el agua y el aceite, el PAN en el gobierno y el PRD que supuestamente lo desconocía, para bloquear al PRI en su camino de retorno a la residencia oficial de Los Pinos. Ni modo que sólo sean casualidades el enriquecimiento atroz de César Nava, después secretario de calderón y dirigente nacional del panismo-, y los gastos extraordinarios de Andrés Manuel López Obrador en la campaña de 2012. Siete mil millones de pesos los observan u acusan.
La tercera parte tiene que ver con el PRI. Bajo ningún argumento puede justificarse la brutal derrama de cuatro mil 500 millones de pesos sobre el límite de 336 millones 111 mil pesos fijado por el IFE para la campaña comicial del PRI. Es un escándalo en forma, que si ya sabíamos, al confirmarse resta autoridad moral y legitimidad al régimen peñista, tanto o más que al de calderón cuyo paso por el Palacio Nacional siempre fue observado como una usurpación al calor del continuismo panista, una vez más como una nueva edición, corregida y aumentada, de los viejos vicios de nuestro sistema de gobierno. Pero, ¿qué cabe hacer ahora?
Sería una ingenuidad concluir que la autoridad judicial se atreva a solicitar un juicio de procedencia contra el señor peña nieto por esta causa. Como alegaron los panistas tras las desaseadas elecciones de 2006, los hechos están consumados y el mandatario actual suma ya casi dieciséis meses en la Primera Magistratura y ya no se detiene, siquiera, en las averiguaciones sobre las derramas non santas. Tampoco esperamos una retractación o, cuando menos, una disculpa. Vamos, ni siquiera un ex mandatario, como calderón, es capaz de darla al ser descubierta una de las mayores mentiras que este columnista recuerda: el informe sobre la “ejecución” de “El Chayo”, el delincuente fundador de “Los Caballeros Templarios”, a quien se favoreció con más de tres años de fantasmagórica presencia, sin seguimientos ni rastros, a la vera de la casa presidencial. ¿No es éste un motivo suficiente para indagar las infiltraciones del narcotráfico entre las “primeras familias” que han sido?
Así tenemos un largo expediente:
A).- El fraude descubierto en Oceanografía, la naviera impulsada por los hijos de marta, asciende a casi seis mil millones de pesos, de los cuales unos seiscientos millones quedaron en mano de una de las mitades de la pareja ex presidencial. Y el panismo los arropa.
B).- Los desvíos del gobierno de la ciudad de México, perredista, tan solo en cuanto a la construcción defectuosa de la línea 12 del metro, es del oprden de los siete mil millones de pesos.
C).- El despilfarro comercial de peña nieto, para ganar la Presidencia y hacer retornar al PRI a ésta, se excedió en cuatro mil quinientos millones de pesos sobre los 336 millones autorizados, más de diez tantos.
Y, entre todos, panistas, perredistas y priístas se llega a una cifra que avergüenza escribir: 17 mil 500 millones de pesos que nos fueron substraídos a todos los mexicanos. Ninguno se salva… y hay mucho más, pero mucho más, en el fondo de las carteras vencidas.
Debate
Cuando llegó el PAN al poder, en diciembre de 2000, lo primero que supusimos sencillamente pasó de largo: no se investigaron los crímenes de Estado, ni siquiera los magnicidios de mayor calado –como los del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, a quien dice “El Chapo” no mató, Luis Donaldo Colosio Murrieta y Juan Francisco Ruiz Massieu-, desaparecidos o protegidos los autores intelectuales de los mismos en franca agresión a la inteligencia del colectivo.
Creímos, igualmente, que algunos casos oscuros vinculados a panistas célebres, correligionarios de quienes arribaron al poder, como Manuel “Maquío” Clouthier del Rincón y José Ángel Conchello Dávila, entre otros, serían motivo de seguimiento, a fondo, para establecer la verdad sobre los turbios montajes. Pero ni siquiera a eso se atrevieron; al contrario, se agregaron, en el lapso de doce años, tres nombres claves más del mismo origen: Ramón Martín Huerta, Juan Camilo Mouriño y Francisco Blake Mora –por allí anda presumiendo de ser el responsable de la ejecución del último un “capo” michoacano-. No investigaron, no respetaron la memoria de los más distinguidos militantes de su partido muertos en circunstancias por demás extrañas… y hasta siguieron conviviendo con algunos de los presuntos responsables de los crímenes. ¿Tiene ello alguna lógica fuera de la burda complicidad transexenal?
Si se trata de burlar a los mexicanos ya lo han hecho con una efectividad extraordinaria; pero la historia final no caerá en los embustes; y será, entonces, más temprano que tarde, cuando las caretas de los perversos, que han herido tan profundamente a los mexicanos, caigan al suelo para llevar a los culpables al basurero. Pero, ¿se hará justicia? Esta es la interrogante que queda pendiente.
La Anécdota
Vamos con la efeméride. Es inevitable recordar al mayor de los mexicanos, Benito Juárez García, dos veces venerable maestro dentro de la masonería mexicana. Cuentan que cuando desembarcó en Veracruz el barbado enajenado de Miramar, el presidente legítimo fue enterado de que el invasor, invitado por los conservadores de la época, también era parte de los masones y, por ello, al caer prisionero definitivamente, en junio de 1867, luego de una devastadora ocupación austro-francesa, le preguntaron al Benemérito si le perdonaría la vida por su rango; y el gran zapoteca respondió:
–Desde el momento mismo en que invadió nuestro país, contrarió los principios básicos de la masonería y dejó de ser miembro de ella. No tengo ninguna aflicción por ello.
Y el torpe usurpador, que se creyó emperador, fue llevado al Cerro de las Campanas. Loor por la República.
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Web: www.rafael-loretdemola.mx
E-Mail: loretdemola.rafael@yaho.com
CUANDO LA SOCIEDAD PIERDE LA CONFIANZA EN SUS GOBERNANTES Y, PEOR AÚN, EN LA CLASE POLÍTICA EN SU CONJUNTO, ESTÁ AL BORDE DEL ABISMO, DE LA ANARQUÍA, ENTENDIDA ÉSTA COMO LA NEGACIÓN DE CUALQUIER AUTORIDAD, SEA ECLESIÁSTICA O GUBERNAMENTAL, QUE UNIDA AL TERRORISMO MODERNO RESULTARÍA BRUTAL PARA TODOS. DE ALLÍ LA URGENCIA DE RECTIFICAR LAS TENDENCIAS A EXONERAR A LOS RESPONSABLES DE LOS ESCÁNDALOS PATRIMONIALES, DE LOS PECULADOS, QUE ASFIXIAN LA VIDA INSTITUCIONAL DEL PAÍS. DE NO HACERSE, LA DESCONFIANZA SERÍA MAYOR IGUALMENTE QUE LOS RIESGOS DE ESTALLIDOS. LA ADVERTENCIA ESTÁ HECHA.
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