La cultura de la denuncia es parte fundamental para que exista una justicia o cuando menos eso es lo que las autoridades siempre tratan de inculcar dentro de los valores importantes de los derechos humanos e inclusive le han dado cada vez más autoridad a la Comisión de los Derechos Humanos para hacer uso y práctica de los múltiples abusos que se cometen diariamente.

Existen numerosos programas para fomentar la cultura de la denuncia y prevención, que imparten diferentes dependencias federales, estatales, y municipales.

En las universidades no existe alguna que no haya pasado cuando menos una conferencia para sensibilizar la legalidad entre los jóvenes y por medio de la denuncia se pueda prevenir de manera anticipada, un posible acto o situación que pudiera generar problemas en su comunidad y al mismo tiempo se les enseña como canalizarlo, es decir, a las instancias correspondientes.

Inclusive en todas aquellas conferencias cierran con broche de oro la tan desgastada recomendación de invitar a todos los jóvenes a tener confianza en las autoridades, a no abandonar los espacios públicos y formar parte de la comunidad a través de la denuncia, entre otros llamados.

Todo está muy bien y es bueno que se hagan este tipo de programas y campañas publicitarias en los diferentes medios electrónicos, pero las conferencias y a la hora de la práctica, son igual que en las películas porque logran el objetivo motivar e incentivar a los estudiantes y ciudadanos, es decir, creen salir con el poder de la justicia en la mano pero en la realidad es otra cosa, y lo mismo sucede con las películas de ciencia ficción con esa sensación de tener los poderes de los superhéroes salido de un comic listo para cambiar al mundo y luchar por la justicia. Desafortunadamente este poder imaginario dura pocos minutos para desaparecer a cada paso que abandonan las salas cinematográficas para darse cuenta que era simplemente una película.

Todo esto viene al caso por el video difundido por las redes sociales sobre la agresión de la niña scout en donde un grupo de dizque miembros de un club de niños y niñas scout le dan la novatada o sea la bienvenida a una niña de entre 5 o 6 años de edad consistente en vacíarle siete botellas de 600 mililitros de refresco de cola entre adultos y menores de edad. Estos sucesos en el Parque de la Hoja, ubicada en Los Remedios, Ciudad de México.

A pesar de ser sometida a quedarse sentada en el piso y de sus gritos con llantos de desesperación, ningún adulto acudió a rescatarla, ni mucho menos a defenderla sino fue una aprobación de la humillación que rebasó a la agresión a una menor de edad que posiblemente en un inicio soñó alguna vez con ser una niña scouts, posiblemente para la venta de galletas o cualquier otra oportunidad.

Mucha indignación por gente que vio el video pero nadie de las personas de aquella localidad hizo algo al respecto como fue la dizque cultura a la denuncia, pero también aquí la pregunta es en dónde estaba la mamá de esa niña mientras sufría porque le vaciaban los refrescos y en el supuesto caso de que no estuviera presente y se haya encontrado en otra parte como en su casa o en su trabajo y pecando de confiada de dejar a solas una menor de edad ante un México lleno de tantos peligros, pero sobretodo abuso de infantes, tráfico de menores y agresiones de diferentes formas como lo sucedido.

Su silencio lo dice todo, su pasividad, pero sobretodo su nulidad de denunciarlo ante las autoridades significa que está de acuerdo con lo que le hacen a su hija o que ni siquiera le importe lo que le llegara a pasar.

De nada sirve tratar la cultura de la denuncia, cuando entre los mismos mexicanos la sensibilidad como personas no penetra ninguna capa de nuestros sentimientos y cada vez se está perdiendo lo que nos distingue de las diferentes especies sobre la tierra como es el amor, la esperanza, la justicia y la deshumanización cada vez está tomando más fuerza entre nosotros.

Esa indiferencia es la que nos está convirtiendo cada vez más en espectadores y vigilantes de la morbosidad en busca de nuevos videos que suben en las redes sociales.