La Habana (PL) Más de mil 500 personas mayores de 100 años de edad viven hoy en Cuba, uno de los países de América Latina cuya población envejece debido a factores como la elevación de la esperanza de vida al nacer, de 78 años.
La nación caribeña, que expone una de las mejores tasas de mortalidad infantil del mundo con 4,2 por cada mil nacidos vivos, tiene asimismo una expectativa de vida geriátrica de 22 años al alcanzar los 60 años, mientras la esperanza para una persona de 80 años es vivir 8,8 años más.
Pero la tasa global de fecundidad en la mayor de las Antillas es de solo 1,73 hijos por mujer, por debajo del indicador necesario para el reemplazo poblacional.
Si en 2010 había en Cuba un niño menor de 14 años por cada adulto mayor, para el 2025 el país antillano tendrá la mayor proporción de personas de más de 60 años en América Latina.
Actualmente, el 18,3 por ciento de la población cubana tiene más de 60 años de edad, de acuerdo con el último Censo de Población y Viviendas. Según estimados, para 2015 la cifra será el 25 por ciento. Dentro de 15 años rebasará el 30 por ciento y se duplicará en el 2050. Se trata de un nuevo reto para la sociedad cubana, y sobre todo para su sistema nacional de salud.

LONGEVIDAD ACTIVA Y SATISFACTORIA
Un seminario internacional sobre longevidad activa y satisfactoria debatió en el Palacio de Convenciones de La Habana los retos sociales, económicos y de salud por el envejecimiento progresivo de la población en Cuba y el mundo.
El programa de la duodécima edición de este evento, organizado por la Asociación Médica del Caribe (AMECA) y el Club de los 120 años de Cuba, contempló el VIII Encuentro Internacional de Enfermería, VIII Simposio sobre Salud Bucal en adultos mayores y el X Encuentro Internacional de Centenarios.
Temáticas como alimentación, cultura, ejercicio físico, medio ambiente, salud, motivación, genética, sexualidad, psicogerontología, atención primaria, hospitalaria e institucional del adulto mayor y un taller sobre el Club de los 120 años de vida fueron tratados en esta cita, que contó con unos 200 delegados de Cuba, República Dominicana, México, Argentina, Uruguay y Chile.
La doctora Mirta García Gort, a cargo de una investigación sobre todos los centenarios del país, afirmó a Prensa Latina en el evento que los longevos cubanos son personas que enfrentan la vida con mucho optimismo y muchas actitudes para oponerse a todos los obstáculos que la vida les planteó.
Reconoció la experta el papel del medio ambiente junto a factores genéticos y la familia, así como de la motivación, una buena nutrición, la práctica de la sexualidad, la participación en actividades culturales y la realización  de ejercicios físicos, que aumentan la oxigenación del organismo de las personas.
La investigación arrojó que la mayoría de los centenarios cubanos caminan sin o con alguna ayuda. La inmovilidad no es una acompañante permanente de la supervivencia excepcional.
Sus características de personalidad (estabilidad emocional y adaptabilidad) les brindan habilidades para resolver los eventos vitales de forma satisfactoria, y presentan la paradoja de un estado funcional limitado y pocas quejas de salud.
Entre los centenarios cubanos predomina el sexo femenino, prevalecen los hijos de padres y madres longevos, y en su mayoría nacieron en Cuba.
Tienen mayoritariamente el nivel primario de escolaridad, predominan los viudos, y casi todos viven en su hogar y con su familia. Son independientes o semi-independientes, consumen pocos medicamentos y no se automedican.
Un estudio de la doctora Ludmila Brenes Hernández, especialista de primer grado en Gerontología y Geriatría, sobre el estado de salud de los centenarios cubanos, indica que se caracterizan por un estado cognitivo normal, baja prevalencia de hábitos tóxicos como fumar o tomar bebidas alcohólicas, y padecen pocas enfermedades crónicas.
Sus déficits sensoriales son principalmente visuales, tienen una positiva autopercepción de salud y un buen control de esfínteres en su mayoría, con bajo índice de polifarmacia (poco consumo de medicamentos) y escasa automedicación.
En el X Encuentro Internacional de Centenarios trascendió que en Cuba la persona viva más longeva es ahora Petronila Hernat Vázquez, quien cumplió 113 años de edad el 29 de abril pasado en la provincia de Las Tunas (unos 660 kilómetros al este de La Habana), donde actualmente viven 134 personas longevas.

PETRONILA, LA CUBANA MÁS LONGEVA
La centenaria Petronila, que desde muy joven se trasladó a Las Tunas con sus padres, es natural de la provincia de Ciego de Ávila y nunca se casó pero tuvo un marido oriundo de Barbados que murió en Cuba. De aquella unión resultaron un hijo, un nieto y dos biznietos.
Hija de Gabino y María, quienes vivieron más de 100 años él y 90 ella, Petronila reside en el número 13 de la calle 17 del reparto Aguilera, en la ciudad de Las Tunas.
Persona afable, cooperadora y contenta, Petronila es la segunda de 11 hermanos, de los cuales aún viven siete.
A la mujer de más edad en Cuba le gusta mucho la música, escuchar radio, compartir con su familia y criar animales. Es muy trabajadora, también le gusta cuidar las plantas y barrer su patio de tierra.
La ancianita prefiere levantarse bien temprano, a las tres de la mañana, realiza varias actividades y se mueve con soltura sin ningún tipo de ayuda. Hasta hace poco, un día se encaramó en una mata de mango para agarrar una de esas ricas frutas de la isla.
Cuenta la veterana que le gusta ingerir muchos vegetales, degustar también de un sabroso ajíaco, sobre todo si es de maíz tierno, así como lavar de vez en cuando su ropa en la batea.
Actualmente vive con una sobrina, quien le cocina los alimentos pero permite que ella se caliente el agua de bañarse en un fogón de carbón, como acostumbraba hacer antaño.
Petronila sucedió en la jerarquía a Juana Bautista de la Candelaria Rodríguez, conocida como Candulia, una mujer que nació el 2 de febrero de 1885 y llegó a vivir 127 años en la finca Santa Rosa del municipio de Campechuela, en la también oriental provincia de Granma.   Entre los hombres, Benito Martínez Abogán, nacido en Caveallón, Haití, el 19 de junio de 1880, según su cédula de identidad, y al que sus amigos llamaban Avión, vivió 124 años y fue considerado el hombre más longevo del país.
La doctora Iliana Reyes, especialista de segundo grado en Medicina General e Integral y máster en Longevidad Satisfactoria, que hace 12 años atiende a Petronila, explicó a Prensa Latina que en Cuba hay un programa especial de atención a los longevos, el cual contempla un seguimiento periódico de su salud, y charlas educativas de prevención para ellos y sus familiares, entre otras acciones.