CORRUPCIÓN GALOPANTE

La corrupción es el abuso de una posición de poder que está diseñada para servir a los demás.

El aprovechamiento particular de una posición de poder no solo es robar dinero público o hacer “cochupos” para apropiarse de casas de todos los colores y hasta blancas.

La corrupción no solo queda ahí. La corrupción tiene múltiples caras y facetas. La más oscura de todas es la desviación de recursos para fines y proyectos particulares, como por ejemplo toda la publicidad y programas gubernamentales que se despliegan a diario y que están destinados a favorecer un resultado electoral.

Es corrupción también servirse de un puesto y de dineros públicos para hacer campañas electorales ilegales y anticipadas, como las que están desarrollando diversos funcionarios del gabinete chiapaneco.

Hay tiempos y formas para hacer campañas. Una de ellas exige dejar el cargo público para que, al menos, la gente no dude del resultado electoral de forma anticipada.

Es lo que más daña al sistema democrático, lo convierte en una simulación. Los funcionarios públicos deberían cuidar el entorno electoral y no enturbiarlo de esta manera.

Les vale. Cuando el organismo electoral los reprende pero no los sanciona, más intensifican sus actos promocionales de campaña. De esa forma, hasta los funcionarios electorales se convierten en aliados de esa corrupción.

Así se multiplica la corrupción, la cual hoy, más que nunca, salpica nuestras vidas y mancha el andamiaje social.

Actualmente es tanta la corrupción que hasta los políticos creen que debe formar parte de nuestra cultura, como un destino manifiesto de nuestra sociedad.

En el ADN chiapaneco y mexicano no existe un condicionamiento para vivir en este sistema de vida pero, lamentablemente, recibimos el impacto de la corrupción a diario, tantas veces y de distintas formas, que la mayoría de los ciudadanos termina por aceptarla o tolerarla.

Por ejemplo, el periodista Carlos Loret de Mola, en un demoledor video que está circulando en las redes sociales, dice que “está realmente hastiado porque en un solo día le tocó informar sobre los escándalos de las casas de Murat, los millones que se robaron de Guerrero la familia del exgobernador Ángel Aguirre, unas detenciones por presuntos fraudes en el Congreso de Jalisco y hasta transas en el Melate. Todo eso en un solo día.

En el reciente informe del Auditoría Superior de la Federación (ASF), sobre los resultados del ejercicio 2013, da cuenta de miles de millones de pesos que fueron desviados o que desaparecieron. Lo mismo sucedió con sus informes de años anteriores. Todos los actos irregulares han quedado en la impunidad.

Por eso mismo, los políticos creen que la corrupción forma para de nuestra cultura y que, por ende, los ciudadanos tenemos la obligación de aceptarla sin restricciones, aun cuando estos actos de corrupción sean más impactantes y demoledores.

La repetición diaria de desvío de recursos públicos para fines personales genera impunidad, la cual se convierte en el escudo protector de los políticos.

Abusar de ese placer tiene sus riesgos, porque la sociedad puede empezar a extrañar el pasado. No vaya ser que el cualquier momento estemos pidiendo el regreso de Calderón o de Sabines.

Página Web “Letras Vivas” http://www.letrasvivas.com.mx/

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