Contra el agio

Por Guillermo Robles Ramírez

Ante la ausencia de leyes u otro tipo de acción legal que los pueda parar en su avorazamiento y perjuicio de las víctimas que caen en sus garras, son cada vez más los prestamistas que proliferan en Coahuila, yendo el negocio del agio a convertirse en uno de los más prósperos, sobre todo en estos tiempos de crisis económica, poco dinero circulante y todo gracias al caudillo del López Obrador y Morena que solo lleva agua para su molino.

En opinión de reconocidos juristas coahuilenses, en este momento nada se puede hacer en convenios escritos que se tiene entre particulares o, bien una empresa y un particular, respecto a préstamos cuyo cobro de intereses va desde el modesto 15 y 40 por ciento mensual, pues no hay ley ni quien marque los topes de los créditos a cobrarse, sobre todo cuando se trata de arreglos personales, es decir, nadie puede oponerse a un convenio escrito que hagan entre dos partes o particulares.

Es decir, y sin tanto rodeo, los agiotistas pueden hacer y deshacer y los necesitados y obligados por diversas circunstancias a pedir prestado a aceptar los intereses que se fijen a ton y son.

Si bien es cierto que existe actualmente en nuestra Entidad leyes que regulan a las instituciones financieras y casa de empeño a no cobrar por encima de los intereses marcados por la ley coahuilense; también es cierto que, ante la falta de ingreso, pero sobre todo el poco presupuesto asignado a Coahuila por parte de la 4 Transformación en el sector salud ha obligado a muchos ciudadanos a complementar estudios y tratamientos porque las instituciones de salud federal no tienen capacidad. También, aunado a la inflación de la canasta básica hasta un 50 por ciento superior al índice promedio, hace que el dinero no dure aún con el incremento del salario mínimo, en donde quedó demostrado que no serviría de nada dicho incremento, sino que iba acompañado de lo más importante que era la inversión pública y programas sociales.

No sirve de consuelo para los mexicanos que el caudillo de López Obrador, así como Morena por medio de la 4 Transformación, se estén vanagloriando de tener finanzas públicas sanas, y ahorros por más de un billón 400 mil millones de pesos por concepto de austeridad y combate a la corrupción, pero como todo buen avaro lo tenga debajo del colchón mientras los mexicanos padecen de necesidades económicas teniendo que soportar el abuso de los avorazados y miserables agiotistas.

Para evadir su obligación ante Lolita, los agiotistas llámense personas físicas o morales, no extienden recibos con Registro Federal de Causantes y tan ni siquiera una simple hoja con membrete del prestamista. Hay quienes ha manuscrito y en un simple pedazo de papel se le anota lo que se pagó de intereses.

Hay prestamistas que generalmente trabajan en sus propias casas que cobran desde el 20 y hasta el 40 por ciento o más de intereses al mes, exigiendo el depósito de facturas de bienes e inmuebles no menores a su valor de 10 veces de lo que prestan.

Considero que más que leyes, el gobierno federal en lugar de ahorrar dinero o plan de austeridad y presumiéndolo debería de dejar a un lado sus intereses personales y partidistas. Mejor suelte todo ese dinero generando trabajo con inversiones en programas sociales en donde participen particulares, así como el dejar de castigar al Gobierno de Coahuila, Municipios y la UAdeC, así como instituciones de salud porque al final del día la ciudadanía es el que paga los platos rotos y se le olvida que algunos de esos simpatizantes votaron por Andrés Manuel López Obrador, así como por sus diputados locales y federales. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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